14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
comunidad indígena, indígenas,

Las familias indígenas, principalmente mujeres y niños, se encuentran refugiados en el colegio de Musawás, tras la última masacre ocurrida en Wilú, el 11 de marzo. LA PRENSA/Cortesía

Familias indígenas abandonan sus casas tras ataques de grupos armados

El colegio de Musawás es el refugio de las personas que han llegado de diferentes comunidades, sin embargo, las familias no tienen qué comer

Días antes que ocurriera la masacre del 11 de marzo en la comunidad Wilú, en el territorio mayangna Sauni As, en Bonanza, Caribe Norte de Nicaragua, algunas familias de las comunidades Betlehem, Sabawás, Bilwas y Sukli, salieron de sus casas con temor y en busca de refugio. En el territorio ya se habían registrado otros tres incidentes sangrientos que dejaron un muerto y varios heridos.

El último ataque de este año fue en Wilú, una comunidad de aproximadamente 76 familias. Los líderes indígenas reportaron entre cinco y 10 fallecidos, incluidos mujeres y niños, asesinados con armas de fuego, y casi todas las casas del pueblo fueron quemadas, solo quedó en pie la escuela, la iglesia y la casa pastoral, por lo que estas familias también huyeron del lugar.

Líderes comunitarios reportaron al Centro de Asistencia Legal a Pueblos Indígenas (Calpi) que niños y mujeres, principalmente, se encuentran en el colegio de Musawas, cabecera del territorio mayangna Sauni As, área núcleo de la Reserva Bosawas, donde sufren hambre.

No pueden ver sus siembros

“Están ocupando el colegio, donde estudian los niños, y ahora la gente está con hambre ya que han dejado sus viviendas y no tienen dónde sacar comida. Están solicitando ayuda a las personas de buen corazón”, informó un comunitario.

La preocupación de esta población es que se está en tiempo de cosecha de frijoles, pero temen salir de sus casas o refugio para ver sus cultivos por temor a un nuevo ataque de los armados que merodean el lugar. “Los guardabosques están manteniendo vigilancia y monitoreo constante, pero nadie los está apoyando”, refirió la fuente.

Policía sin pronunciarse

El Gobierno Territorial Autónomo Mayangna Sauni As informó a través de un comunicado que había realizado “las coordinaciones pertinentes” con la Policía para la intervención, investigación y esclarecimiento del hecho, sin embargo, hasta este lunes 13 de marzo, la institución no se ha pronunciado sobre este crimen.

De acuerdo con el reporte de un líder comunitario, las autoridades policiales mostraron escepticismo sobre si verdaderamente hubo personas fallecidas en el ataque, por las “experiencias de los hechos anteriores, cuando decían (denunciaban) eso (asesinatos) y era otra cosa”. Además, los agentes cuestionaron por qué este tipo de situación lo manejaban primeramente “otras instancias” y no ellos.

Lea además: Nueva masacre en territorio mayangna: reportan más de cinco muertos y casas quemadas

“La atención fue bastante buena”, aseguró la fuente. Una delegación policial de Siuna fue la que levantó la denuncia y se espera que una comisión ingrese a la comunidad de Wilú.

El relato de un sobreviviente de la masacre, compartido por los líderes indígenas, señala que los atacantes llegaron al lugar y sin mediar palabras empezaron a disparar en contra de los comunitarios y a degollar a un poblador que estaba durmiendo en una hamaca. El grupo delincuencial estaba “bien equipado” con armas de guerra.

Calpi declaró que el Estado de Nicaragua “niega” que estos actos violentos y crímenes pasen en el territorio indígena, por lo que no hay justicia para las comunidades indígenas. Por el contrario, apresan a líderes territoriales, como ocurrió en la masacre en la comunidad Kiwakumbaih —en agosto de 2021—, donde la Policía apresó a cuatro indígenas, defensores de sus territorios, pese a que los testigos manifestaron que los culpables eran los colonos y no ellos, refirió la organización.

Ataques son crímenes de lesa humanidad

Un miembro de Calpi recordó que esta masacre no es un hecho aislado en el territorio mayangna Sauni As, puesto que la inseguridad y asesinatos se vienen dando desde el 2013, aunque desde el 2015 los grupos armados o colonos “atacan de manera sistemática y generalizada”. Según la fuente, la invasión comenzó en Waspam hasta adentrarse en las tierras de la Reserva Bosawas.

Lea también: Régimen somete a torturas a indígenas condenados por la masacre de Kiwakumbaih

“Aquí hay dos características que hacen de esto un crimen de lesa humanidad, primero que sean armas de guerra contra civiles, y después, que sean forzados a desplazarse de su territorio por inseguridad social e inseguridad alimentaria”, manifestó bajo anonimato la fuente de Calpi.

Desde el 2015 hasta la fecha hay 15 comunidades indígenas de la Costa Caribe Norte, entre estas Wilú, que tienen medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), sin embargo, el Estado ha hecho caso omiso a esta alerta, pese a los múltiples crímenes, denuncias y demandas que han realizado los diferentes gobiernos territoriales, entre estos exigir el saneamiento de sus tierras de los invasores o colonos.

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí