Monseñor Rolando Álvarez, una de las voces más críticas dentro de la jerarquía católica de Nicaragua y convertido desde agosto pasado en prisionero político de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, cumplió este miércoles 12 años de haber sido nombrado obispo de la Diócesis de Matagalpa.
El papa Benedicto XVI nombró obispo de Matagalpa a monseñor Álvarez, el 8 de marzo de 2011.
Antes de su designación se había desempeñado como párroco en la iglesia “San Francisco de Asís” en Managua; como secretario del Departamento de Medios de Comunicación Social de la conferencia episcopal y como subsecretario del Secretariado del Episcopado de Centroamérica.
Persecución del régimen contra Álvarez arreció en mayo de 2022
Aunque antes del 19 de mayo de 2022, Álvarez había sufrido asedio al igual que otros miembros de la Iglesia católica, fue ese día cuando todo arreció. Monseñor denunció en un video la “persecución y asedio” que sufría por parte de la Policía orteguista, quienes invadieron la casa de sus familiares, en Managua, por lo que decidió resguardarse en la parroquia de Santo Cristo de Las Colinas, y anunció un ayuno indefinido “a agua y suero” hasta que cesara el acoso.
Cinco días después salió de Managua y regresó a la sede Episcopal de Matagalpa, pero el asedio se trasladó hasta ese departamento.
El 4 de agosto de 2022 se le impidió salir de su casa a oficiar misa en la Catedral de San Pedro. Desde entonces permaneció en la Curia Episcopal de Matagalpa encerrado junto a otras personas y sin que pesara sobre él una orden de detención ni una acusación particular.
El arresto y traslado a La Modelo
El 19 de agosto, en horas de la madruga, la Policía ingresó a la Curia Episcopal de Matagalpa y detuvo a monseñor Álvarez, junto a seis sacerdotes que le acompañaban y un laico. En un comunicado la Policía indicó que el obispo se mantenía “en resguardo domiciliar” en Managua y el resto de personas fueron trasladadas a la Dirección de Auxilio Judicial, conocido como el nuevo Chipote.
Los seis religiosos y el alico fueron desterrados del país, el pasado 9 de febrero, junto a 215 presos políticos.
Mientras que monseñor Álvarez se negó a abandonar el país, el régimen de Ortega, lo condenó a 26 y cuatro meses de prisión y ordenó su traslado de su residencia, en Managua a La Modelo.
Autoridades no han dado razón de su paradero
Pese a que el mismo Ortega confirmó el 9 de febrero que el obispo de Matagalpa fue trasladado hacia la cárcel La Modelo de Tipitapa, luego que rechazara abordar el avión lo trasladaría a Estados Unidos, junto a los 222 presos políticos, aún no está claro cuál es su paradero exacto.
“Las condiciones de salud física y mental del Obispo Rolando Álvarez son desconocidas”, dijo este martes a la agencia de Noticias católicas ACI Prensa la abogada e investigadora Martha Patricia Molina.
“Sus familiares y autoridades de la Iglesia católica han pedido visitarlo o entregarle alimentos y agua; y la petición ha sido negada por las autoridades del Sistema Penitenciario de Nicaragua”, precisó Molina.
“Sabemos que nadie que esté en las condiciones en que se encuentra el obispo puede estar bien”, agregó Molina, autora del informe “Nicaragua: Una Iglesia Perseguida”, que denuncia que la Iglesia católica en Nicaragua ha sufrido 396 ataques en los últimos cuatro años.
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Monseñor Álvarez, nacido en 1966, realizó sus estudios eclesiásticos en Filosofía y Teología en Guatemala y en Roma, Italia, en la Pontifica Universidad Lateranense. Allí también estudió en la Pontificia Universidad Gregoriana, donde se licenció en Filosofía.
El jerarca católico y preso político, oriundo de Managua, se ordenó como sacerdote el 7 de diciembre 1994.
El 6 de julio de 2021, el 6 de julio de 2021, el papa Francisco lo nombró administrador apostólico de Estelí, tras la renuncia del obispo Juan Abelardo Mata.