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Directorio del FMI se desvive en elogios a las políticas económicas de Ortega, ignorando la crisis migratoria

Los directores del FMI "insistieron en la necesidad de redoblar esfuerzos para mejorar el clima empresarial, la transparencia y el marco de gobernanza".

El Directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI), que está integrado por países miembros del organismo, aprobó los resultados de la Consulta del Artículo IV con Nicaragua correspondiente a 2022, cuyo comunicado cargaron de elogios a la administración del régimen de Daniel Ortega, al tiempo que lo instaron a “redoblar esfuerzos” para mejorar el clima de inversión.

Los directores del FMI “insistieron en la necesidad de redoblar esfuerzos para mejorar el clima empresarial, la transparencia y el marco de gobernanza”.

En el comunicado emitido este 27 de enero, el organismo resaltó “la sólida recuperación económica y las perspectivas favorables. Los directores elogiaron el compromiso de las autoridades de seguir adoptando políticas prudentes para reforzar los márgenes de maniobra para la aplicación de políticas, el crecimiento económico y la resiliencia, en vista de los riesgos a la baja y las vulnerabilidades a desastres naturales”.

El directorio prevé que el crecimiento del PIB de Nicaragua se modere a 3 por ciento en 2023, debido sobre todo a la desaceleración mundial. Se proyecta que la inflación —que se situó en 11.4 por ciento en noviembre de 2022, debido principalmente a alzas de los precios de las importaciones— disminuya en 2023 dado un menor crecimiento y la considerable reducción prevista de la inflación mundial.

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Para el directorio, el régimen de Ortega ha adoptado medidas “acertadas” para incrementar la transparencia fiscal. “Felicitaron a las autoridades por la publicación del primer informe sobre riesgos fiscales y el primer examen de auditoría externa sobre el uso de los fondos destinados a la covid-19. Además, alentaron a las autoridades a hacer públicos todos los informes de auditoría y estados financieros de las empresas del Estado”, dijeron.

También resaltaron “los marcos de gestión de gobierno y lucha contra la corrupción, pero destacaron la necesidad de llevar a cabo más esfuerzos para subsanar las deficiencias pendientes. También hicieron hincapié en la necesidad de afianzar el régimen de declaración de activos de los funcionarios públicos y de dar prioridad a los exámenes de personas expuestas políticamente para contribuir a los esfuerzos de lucha contra la corrupción”.

No obstante, “recomendaron asimismo garantizar la protección de los denunciantes, el acceso equitativo e imparcial al sistema judicial y a recursos en los procesos jurídicos, a fin de respaldar los derechos de propiedad, el cumplimiento de los contratos y la protección de las inversiones”.

Y pese a que el régimen de Ortega ha sido señalado de manipular las regulaciones internacionales en materia de lucha antilavado para acorralar a las organizaciones sin fines de lucro, los directores del FMI “celebraron las mejoras en el marco de lucha contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo (ALD/LFT) y la reciente salida de Nicaragua de la lista gris del Grupo de Acción Financiera (GAFI). Alentaron a las autoridades a reforzar aún más la eficacia del marco, incluido el sector sin fines de lucro”.

Los directores “elogiaron la solidez de las reservas de capital y de liquidez del sector bancario y recomendaron seguir apuntalando el sector financiero, lo que conlleva incrementar las provisiones para activos en dificultades, preservar las prácticas sólidas de financiación conforme se reactiva el crédito, reforzar el marco de preparación ante crisis y ampliar el perímetro de supervisión prudencial”.

Entre las tareas que encomendaron al gobierno de Daniel Ortega está “reforzar la consolidación fiscal a mediano plazo con el fin de salvaguardar la sostenibilidad fiscal y la estabilidad externa. A tales efectos sería necesario simplificar otros gastos corrientes, focalizar mejor los subsidios y replegar las medidas de gasto relacionadas con la crisis, mientras manteniendo un gasto social adecuado y reduciendo la pobreza, abordando los desequilibrios en el sistema de seguridad social y las empresas del Estado y reforzando la movilización interna de ingresos”.

Igualmente “destacaron la necesidad de seguir incrementando la tasa de interés de referencia a fin de preservar el diferencial de tasas de interés con Estados Unidos, en concordancia con el régimen de tipo de cambio móvil y la estabilidad financiera y externa”.

A mediano plazo, se prevé que el PIB real crezca aproximadamente 3½ por ciento, es decir, por debajo de la media histórica previa a la crisis, conforme el crédito al sector privado y la inversión privada se recuperan cautelosamente, según el directorio del FMI.

“Estas perspectivas favorables están sujetas a incertidumbre y a riesgos a la baja, relacionados primordialmente con la evolución externa, desastres naturales o un deterioro del clima de negocios y el endurecimiento de las sanciones internacionales”, agregó.

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Por otra parte, reafirmaron que “las políticas macroeconómicas prudentes, las importantes reservas previas a la crisis (principalmente depósitos del Gobierno) y la asistencia financiera externa ayudaron a la economía nicaragüense a recuperarse de una prolongada contracción en 2018-2020, provocada por la crisis sociopolítica de 2018, dos fuertes huracanes en 2020 y la pandemia”.

Dijeron que el PIB real creció 10.3 por ciento en 2021 y se proyecta que en 2022 habrá crecido 4 por ciento, gracias a la demanda externa, las remesas y los altos precios de las exportaciones de materias primas. Estas son cifras que el gobierno de Daniel Ortega ha manejado como sus metas oficiales.

“Las reservas internacionales brutas se han duplicado desde finales de 2018 (a más de 4,000 millones de dólares, o el equivalente a aproximadamente seis meses de importaciones, excluyendo la maquila). Los depósitos bancarios están aumentando, y han retornado los niveles observados antes de la crisis (en córdobas)”, precisa.

El directorio del Fondo Monetario Internacional se desvivió en elogios a las políticas económicas de Daniel Ortega, pese a la abrumadora explosión migratoria que vive Nicaragua, muchos de los cuales huyen del desempleo y la incertidumbre económica por la represión y la crisis política.

A Estados Unidos, país donde está la sede del FMI en Washington, han llegado más de 200 mil nicaragüenses, algunos de los cuales incluso han sido enviados por gobiernos republicanos fronterizos a la capital estadounidense, como forma de protesta por la llegada masiva de migrantes sin documentos.

Pese a todo eso, los directores “recibieron con agrado el compromiso de las autoridades para mejorar la calidad y la coherencia de las estadísticas, sobre la base de las recomendaciones de asistencia técnica del FMI”, cierran el comunicado.

Las críticas contra el FMI

El pasado 18 de octubre, el congresista cubanoamericano Albio Sires publicó una columna de opinión en El País, de España, en su versión en inglés, donde acusó a la financiación internacional de estar “subsidiando” los esfuerzos de Ortega por socavar el Estado de derecho en Nicaragua, aduciendo ayuda humanitaria.

“Con el pretexto de la reducción de la pobreza, el alivio de desastres y el apoyo a las pequeñas empresas, las instituciones financieras internacionales, incluido el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, han prestado al menos US$1,200 millones al gobierno de Ortega desde 2018”, objetó el legislador.

“Si bien el presidente Biden ha intensificado las sanciones individuales contra Ortega y sus compinches, el FMI y otras instituciones financieras internacionales han seguido canalizando discretamente dinero al régimen autoritario de Nicaragua. La Administración Biden no ha logrado persuadir al FMI y otras instituciones para que adopten medidas formales que prohíban a Nicaragua recibir nuevos créditos, hasta que se celebren elecciones justas y se documenten mejoras en la situación de los derechos humanos”, advirtió.

Asimismo señaló que “incluso si estos préstamos tuvieran un buen uso, el dinero es fungible. Mil millones adicionales en gastos a corto plazo significan que Ortega y sus cómplices tienen mil millones adicionales para arrestar a clérigos católicos, asaltar organizaciones benéficas que brindan servicios críticos y albergar tropas rusas en sus bases militares. Estos préstamos sirven para enriquecer el círculo íntimo de Ortega, al tiempo que aportan estabilidad macroeconómica y legitimidad internacional al régimen, socavando el poder coercitivo de las sanciones estadounidenses”.

El congresista cubanoamericano menciona además que Ortega está claro que tocarle la bolsa puede golpearle y por eso no ha fallado en el pago de los intereses a los bancos. “Esto demuestra una realidad clave del gobierno de Daniel Ortega. No responde a la retórica, al riesgo o al juego. Sin embargo, es muy sensible a su flujo de caja”, recalcó.

Economía Daniel Ortega FMI archivo

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