La Policía ha confirmado la mañana de este jueves que son tres los sujetos involucrados en los asesinatos de las hermanitas de 7 y 10 años, cuyos cadáveres aparecieron la noche del pasado lunes, en un predio baldío en el barrio Ciudad Belén, en Managua.
Los sospechosos fueron identificados como Alfredo Antonio Lara Ortiz, de 19 años y su pareja Alison Yahoska Salgado Rugama, de 18 años. También fue detenido el hermano de la joven, un adolescente de 16 años, del que la Policía brindó su nombre en la conferencia ante medios oficialistas, a pesar que es menor de edad.
El inspector general de la Policía, comisionado general Jaime Vanegas, detalló que la niña de 7 años fue asfixiada y a su hermanita de 10 años le quitaron la vida golpeándola con un un objeto contundente.
Evidencias
En la casa donde las niñas fueron asesinadas, la Policía encontró evidencias que incriminan a los sospechosos, entre ellas un trozo de bloque con el cual golpearon en la cabeza a la niña de 10 años y un trozo de tela color blanco con el cual fue asfixiada la niña de 7 años.
El pedazo de bloque y el trozo de tela estaban en la habitación del adolescente de iniciales A.E.S.R., precisó el inspector general de la Policía. También en la sala de la casa y en la habitación del adolescente la Policía encontró manchas de sangre, aplicando la técnica Luminol ya que la casa fue lavada por los acusados el pasado sábado, según fue confirmado por vecinos.
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Las autoridades confirmaron que se encontraron evidencias de que la niña de 10 años fue ultrajada sexualmente.
Niña utilizada como señuelo
Para lograr que las víctimas salieran de su casa, los presuntos criminales utilizaron a una niña de 10 años que es sobrina de la pareja. La Policía, a pesar que el Código de la Niñez y Adolescencia lo prohíbe, dio a conocer la identidad de esa menor de edad.
De acuerdo con las investigaciones, el pasado viernes 2 de septiembre, a las 8:57 de la noche, la niña de 10 años, amiga de las víctimas, llegó a la casa de las hermanitas y pidió a la mamá de las víctimas que les diera permiso para que fueran con ella a una vigilia evangélica, pero la mamá de las hermanitas denegó el permiso y acto seguido cerró las puertas de su casa y se acostó a dormir.
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Sin embargo, dos horas después la mamá de las niñas se despertó y al ver que sus hijas no estaban, salió a buscarlas al lugar donde se realizaba la vigilia y no las encontró. A eso de la 1:00 de la madrugada del sábado 3 de septiembre la mamá de las niñas volvió al lugar donde se hacía la vigilia y al no encontrar a sus hijas se dirigió a la casa donde vivía la niña de 12 años, y la abuelita de la menor también le dijo que no las había visto.
Los sospechosos vivían a cinco casas de donde residían las menores con su familia.
Einstein Fiallos, tío de las niñas asesinadas, quien estuvo presente en la conferencia de prensa donde fueron presentados los sospechosos del doble asesinato, pidió justicia para sus sobrinas.
Fiallos también dijo que él desde el sábado por la mañana, cuando fueron por segunda vez a preguntar por las niñas a la casa donde fueron asesinadas, él sospechó de los acusados porque miró que estaban lavando la vivienda.
“Con responsabilidad”
Rosario Murillo, la vicepresidenta designada, dijo este mediodía que se hizo con “mucha responsabilidad y se presentaron ante el Ministerio Público a los acusados, a los que según todas las pruebas que se han hecho parecen ser los cumpables de estos atroces crímenes que nos han conmovido e indignado a todos”.
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Pero la Policía no respetó la identidad de los menores a como mandata la ley, y a como han hecho en casos anteriores. Incluso dieron a conocer la identidad de la niña de 10 años, amiga de las hermanitas asesinadas.
Murillo anunció que este viernes circulará la “cartilla de las familias unidas” para detectar conductas violentas en casa, “cualquier forma de amenaza y a la vida, a la dignidad de niñas, adolescentes, mujeres de todos, varones incluso”.