El sujeto Janier Josué Rivera Barahona, de 32 años, fue condenado a cadena perpetua por una jueza de Ocotal. Rivera era acusado del asesinato agravado de su vecino José Adán Montesinos Reyes, de 65 años, quien era prestamista.
En el juicio, Rivera admitió hechos y en su confesión dijo que la acusación de la Fiscalía no narraba los hechos a como sucedieron. El reo dijo que Montesinos le prestó dinero y que el 28 de octubre de 2021 cuando él iba hacia el hospital a dejar una comida, don Adán lo trató mal y le dijo “un montón de cosas, me fui con eso, no le dije nada”.
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Rivera admitió que esa noche bebió licor y se drogó, “pero nunca se me olvido lo que él me dijo”, por lo que fue a buscarlo a su casa y cuando le abrió la puerta manifestó que la víctima trató de agredirlo con un cuchillo, por lo que “era él o mi vida, no quise ensañarme pero era mi vida” y agregó que el señor le tocó el pecho con un cuchillo. También negó la versión policial que decía que lo había matado para robarle.
Trató de suicidarse
Lo que Rivera omitió en su admisión es que él atacó a Montesinos y se ensañó al propinarle 33 cuchilladas en la cabeza, rostro, cuello, pecho, antebrazos y heridas de defensa en las manos.
El crimen ocurrió en el barrio Hermanos Zamora, en Ocotal, departamento de Nueva Segovia.
Cuando Rivera comenzó a acuchillar al prestamista este gritó, por lo que vecinos llegaron y lograron entrar al cuarto porque uno de ellos le dio una patada a la puerta que daba a la calle. Otro le dijo: “Dejalo que es don Adán”, pero Rivera continuó acuchillándolo.
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Luego el agresor, con el mismo cuchillo quiso suicidarse y se realizó varias heridas para evadir la justicia, pero fue llevado a un hospital y logró sobrevivir.
Ensañamiento
La jueza Distrito Penal de Juicio de Ocotal, Verónica Fiallos Moncada, en su sentencia detalló que el acusado actuó con alevosía, ensañamiento y atacó a un ser vulnerable (por ser de la tercera edad).
“Una sola puñalada hubiese evitado una cantidad de sufrimiento al cual fue sometido la víctima”, manifestó la judicial, quien para dictar la cadena perpetua se basó en las tres agravantes (alevosía, vulnerabilidad y ensañamiento).
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La pena la tendrá que cumplir en el Sistema Penitenciario Puertas de la Esperanza en Estelí. Además la judicial mandó a que Rivera reciba atención psicológica en el Centro de Salud Leonel Rugama de Estelí.