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CONTENIDO EXCLUSIVO.El embajador de Estados Unidos en Managua, Kevin Sullivan, y el encargado de negocios de ese país en Nicaragua, Tim Stater, han llegado al límite de tiempo en sus respectivos cargos, que para el embajador es tres años aunque no los retiran de manera automática al cumplirse el tiempo. Sullivan fue designado como embajador el 11 de octubre de 2018, por el entonces presidente Donald Trump, pero asumió oficialmente el cargo el 14 de noviembre de ese año, por lo tanto, ya tiene tres años y cinco meses.
Los encargados de negocios sirven generalmente dos años en el país asignado. En el caso de Stater, llegó a Nicaragua el 28 de abril de 2020.
Según expertos en derecho internacional, el período de un diplomático de carrera suele ser de tres años en el cargo asignado, y a la vez, aseguran que existen embajadores que son nombrados políticamente por el presidente de turno y suelen quedarse hasta que el período presidencial concluya o bien hasta que el presidente lo decida.
Sullivan reemplazó a Laura Dogu, quien fue nombrada por el presidente demócrata Barack Obama el 6 de octubre de 2015 y cuyo período finalizó el 30 de octubre de 2018, partiendo de aquí y de revisiones que realizó LA PRENSA en los nombramientos y períodos de los embajadores de Estados Unidos en Nicaragua, se logra concluir que el período de los diplomáticos mayoritariamente es de tres años.
Eddy Acevedo, exdirector de Relaciones Internacionales del despacho de la congresista Ileana Ros-Lehtinen y actual asesor senior del presidente del Woodrow Wilson Center (o Centro Nacional para Académicos Woodrow Wilson), señala que “normalmente es más o menos 3 años” el período de un embajador estadounidense en un país.
¿Qué hara Biden?
Cabe destacar que este nuevo nombramiento sería el primero en realizar el mandatario Joe Biden como parte de su Administración en EE. UU. En la página Asociación Estadounidense del Servicio Exterior aparece la lista de las nominaciones de los embajadores de la Administración Biden actualizada hasta el 5 de abril de este año. En el caso particular de Nicaragua, la casilla aparece vacía, por lo que se desconoce si habrá nombramiento. Ahí mismo se explica que los nombres que aparecen en letra cursiva “todavía están esperando confirmación”.
Asimismo, en la página del Congreso estadounidense hasta ahora no existe ninguna nominación para el cargo de embajador de EE. UU. en Nicaragua, solamente aparece el de Sullivan que fue presentado en 2018.
LA PRENSA consultó a analistas sobre la interrogante si el presidente Biden nombrará o no a un embajador en Nicaragua, país donde en noviembre de 2021 se celebraron las polémicas elecciones con las que Ortega logró su cuarto mandato consecutivo y segundo junto a su esposa Rosario Murillo, como vicepresidenta designada, las que fueron calificadas como “pantomima” por el presidente norteamericano,
Tras el resultado electoral, Biden catalogó los comicios de “pantomima”. Lo que Ortega y Murillo “orquestaron hoy fue una elección pantomima que no fue ni libre ni justa, y ciertamente no democrática”, dijo tras los resultados en noviembre de 2021. Al rechazo de Biden se sumaron más de 40 países, incluidos los de la Unión Europea.
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Un experto en derecho internacional, quien demandó anonimato por temor a represalias, subrayó que Estados Unidos y Nicaragua “mantienen relaciones diplomáticas al más alto nivel”, y por tal razón el embajador y jefe de misión “prestan sus servicios hasta que el presidente y el secretario consideren un cambio”.
Sobre la interrogante, responde que por ahora “es difícil hacer pronósticos sobre asuntos diplomáticos y de política exterior, porque suelen tomar en cuenta un sinnúmero de factores, tanto internos como externos”, y añade que tanto el presidente Biden como el secretario de Estado, Antony Blinken, “han decidido que no convenía reemplazarlo en noviembre de 2021, probablemente porque Nicaragua estaba en proceso electoral”.
Además destaca que “tampoco hubiera sido prudente reemplazarlo justo cuando empezaba nuevo período gubernamental”.
Acevedo, sobre esta interrogante, señala que se conoce en los corredores diplomáticos que Sullivan se irá de Nicaragua este año y que por ello Biden nombrará a alguien más. “La Administración de Biden debe nombrar un nuevo embajador para Nicaragua este año, pero es más probable que esa persona no sea confirmada por el Senado hasta al final de año o en 2023”, aseveró.
Por su parte, Carlos Murillo Zamora, experto en derecho internacional, temas de integración y catedrático de la Universidad de Costa Rica (UCR), indica que sin duda el nombramiento de un embajador dependerá “de la intención que tenga en estos momentos Biden respecto a Nicaragua, no es porque se vaya el actual embajador esté obligado a nombrar a un embajador al día siguiente, puede tardar meses, no es fácil nombrar un embajador porque hay que pasar por un montón de filtros, ir al Senado, presentar informes y demás”.
Añade que por ahora “no hay información para que se pueda decir que van a bajar los niveles en las relaciones diplomáticas, lo más probable es que durante un tiempo dejen a un encargado de negocios”.
Mientras que Carlos Cascante Segura, profesor de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA), refiere que la situación es “complicada” para el gobierno de Biden, debido a que “el senador Bob Menéndez (miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado) no esté de acuerdo en aprobar el nombramiento de un embajador porque los EE. UU., el poder Ejecutivo y la Presidencia proponen al Senado el nombre del embajador y el Senado debe aprobar a ese embajador, y muy probablemente senadores como Menéndez, Marco Rubio, Ted Cruz, no estén de acuerdo con que se nombre un embajador en Managua”.
Tanto Menéndez, senador demócrata, como Rubio y Cruz, senadores republicanos, han sido críticos permanentes del régimen de Daniel Ortega. Menéndez y Rubio fueron promotores de la Ley Renacer, promulgada por Biden en noviembre de 2021, la que plantea acciones concretas para el fortalecimiento de la democracia en Nicaragua.
Por lo que resalta que “el manejo del gobierno de Biden no solo depende de su visión de Nicaragua, sino de sus probabilidades en el Senado de EE. UU. Me parece que por la situación dentro del Senado lo más probable es que no nombre embajador, pero en este caso creo que lo más probable es que la Embajada de Estados Unidos en Managua quede a cargo de un encargado de negocios por ahora”.
Ministro consejero ya cumplió período
De la misma manera, el ministro consejero de la Embajada de Estados Unidos en Nicaragua, Tim Stater, finalizó el pasado 28 de abril, al cumplir sus dos años en el cargo. Las fuentes consultadas por este Diario dijeron que en el caso de Stater se sabe que él se retirará del país y designarán a alguien más. No obstante, se desconoce hasta ahora alguna nominación.
Stater, según información de la Embajada de EE. UU., asumió el cargo el 28 de abril de 2020. Anteriormente se desempeñó como jefe de Misión Adjunto Interino y consejero económico en la Embajada de EE. UU. en Buenos Aires (2017-2020) y como director para Asuntos Brasileños y del Cono Sur (2015-17). Durante una carrera de 34 años, DCM Stater se ha desempeñado en Chile, Nicaragua, Perú, Colombia y Argentina, así como en Washington, DC en las Oficinas de Asuntos Económicos y Comerciales, Inteligencia e Investigación y Asuntos del Hemisferio Occidental.
De 1990 a la fecha
En junio de 1990, el entonces presidente de EE. UU., George HW Bush, nombró a Harry W. Shlaudeman como embajador estadounidense en Nicaragua, en ese momento gobernada por la presidenta Violeta Barrios de Chamorro. Presentó sus credenciales el 21 de junio de 1990 y finalizó su período el 14 de marzo de 1992.
Posteriormente, en 1993, John Francis Maisto fue nombrado por el presidente Bill Clinton como embajador de Estados Unidos en Nicaragua. Presentó sus cartas credenciales el 8 de septiembre de 1993 y ocupó ese cargo hasta noviembre de 1996.
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Ya en 1996, el presidente Clinton nombró a Lino Gutiérrez como embajador de EE. UU., en Managua, cargo que desempeñó desde el 5 de diciembre de 1996 hasta el 21 de julio de 1999. Durante su mandato Gutiérrez se destacó por coordinar el esfuerzo de socorro de EE. UU. tras la devastación del huracán Mitch en octubre de 1998 en Nicaragua, bajo la Presidencia de Arnoldo Alemán Lacayo.
A Gutiérrez lo reemplazó en 1999 Oliver P. Garza quien fue designado embajador norteamericano ante Nicaragua por el presidente Bush. Entregó sus credenciales que lo acreditaban como embajador el 24 de septiembre de 1999 y finalizó el 30 de agosto de 2002.
Al finalizar el período, en 2002 Bárbara C. Moore fue nombrada por el presidente Bush como embajadora de EE. UU. ante Nicaragua, gobernada en ese momento por el presidente Enrique Bolaños Geyer (q.e.p.d.). Moore presentó sus cartas credenciales el 13 de septiembre de 2002 y dejó el cargo el 15 de julio de 2005.
El presidente Bush, al finalizar el período de Moore, nombró a Pablo A. Trivelli como embajador estadounidense en Nicaragua, desde el 9 de septiembre de 2005 hasta el 2008. Una vez más terminada su estancia, el gobernante Bush designó, desde el 24 de julio de 2008 hasta 2011, a Roberto J. Callahan como su embajador.
En 2011, bajo la Administración del presidente Barack Obama se nombró a Phyllis M. Powers como embajadora de EE. UU. en Managua, a partir del 30 de marzo de 2011 hasta el 9 de noviembre de 2015. Al finalizar su período, Obama designó a Laura Dogu, quien fungió como embajadora estadounidense en el país desde el 6 de octubre de 2015 hasta el 30 de octubre de 2018.
Con base en la recopilación de la información de los embajadores estadounidenses en Nicaragua, se evidencia que el rango de años que conforma un período para un embajador o embajadora es alrededor de tres años, sin embargo, los expertos insisten en recalcar que no existe una legislación o un reglamento en el que se establezca el período porque, según explican, es “costumbre no escrita, porque técnicamente el nombramiento dura lo que el presidente estime conveniente”, en este caso sería el presidente Joe Biden.
¿Quién es Kevin Sullivan?
Sullivan es originario de Cleveland, Ohio. Es graduado de la Universidad de Georgetown y tiene un máster en la Universidad de Princeton, Estados Unidos. Está casado con Mariángeles Quinto y tiene una hija, Sophia. El embajador junto con su esposa informó el nacimiento de su segundo hijo, a quien llamaron Santiago y nació el 13 de abril de 2020 en Nicaragua.
Antes de ostentar el cargo, Sullivan se desempeñó como representante permanente adjunto de la Misión de los EE. UU. ante la Organización de los Estados Americanos en Washington, DC. Anteriormente, se desempeñó como jefe adjunto de Misión o encargado de Negocios en Buenos Aires, Argentina, y como jefe adjunto de Misión en la Embajada de Estados Unidos en Lilongwe, Malawi.
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Durante su período como embajador, el gobierno de Trump y el actual de Biden, impusieron sanciones a más de 54 funcionarios aliados del régimen de Ortega, nueve de ellos incluidos en la lista de «actores corruptos y antidemocráticos» de los Estados Unidos, bajo la Sección 353 de la Ley de Compromiso Mejorado del Triángulo Norte-EE. UU., conocida como la Lista Engel, también sancionó a dos instituciones públicas: Policía Nacional y Ministerio Público.