El sacerdote Marcos Somarriba, párroco de la Iglesia Santa Agatha de Miami, aseguró que existen ramas que se han insertado en los troncos del poder “envenenando con la savia de la mentira, la persecución y la muerte”, en referencia a los regímenes autoritarios.
En su homilía dominical del quinto domingo de Pascua, Somarriba aseguró que “nada puede hacer el ser humano sin Dios, lo único que ha hecho es caos y miseria. Si no vean lo que pasa en nuestros países, de donde venimos”
“Hay sarmientos que se han trasplantado a las viñas creadas por el hombre, por ejemplo, la viña de la violencia. Un sarmiento unido a la vid de Jesús no mata, no persigue, no envenena con la savia de la mentira, del abuso, la persecución y de la muerte”, dijo Somarriba.
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Además, expresó que “hay sarmientos caídos porque no permanecen en Jesús. Son sarmientos o ramas que se secan con el pasar del tiempo, pero que se injertan en los troncos del poder, del dinero, de las armas adquiridas por medio de fraudes, mañas, mentiras”
Critica manipulación religiosa
Somarriba también criticó la manipulación religiosa de algunos regímenes autoritarios para supuestamente prometer a todos sus séquitos falsas expectativas sobre “hacer patria”
“Hoy algunos han secuestrados el yo soy de Jesús y se lo han aplicado a si mismos, a base de opresión, la fuerza; ya que, doblegando a otros, se han encumbrado en la nueva vid, tronco o árbol, desde donde prometen a todos sus secuaces, los sarmientos secos, que lo que están haciendo a nombre de ellos hace patria”, señaló.
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“Estos que atentan contra la vida del pueblo de Dios no ven más allá de sus envidias y ambiciones. A cualquier precio quieren comprar vida, aun cuando se van secando. Tratan de conseguir a base de manipulación de las deidades, o de brujerías, un minuto más de vida”, añadió.
También aseguró que los dictadores suelen sentirse fuertes en el “tronco del poder”, creyendo que nunca serán echados al fuego.
“Creen sentir una savia que los mantiene fuera del fuego, donde serán echados, porque al final, aunque se crean con vida, se van a secar si no están unidos a Cristo. Saben que tienen caducidad y no llegarán lejos porque sin Dios nadie puede hacer nada. Son ramas secas a la vereda del camino, que serán recogidas y las arrojarán al fuego y arderán un día”, remarcó.