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CONTENIDO EXCLUSIVO.Primero, Daniel Ortega vio cómo poco a poco se le esfumó la posibilidad de conseguir apoyo financiero de Rusia y ahora es probable que le suceda lo mismo con su otro aliado político y económico, China, con el que recientemente ha firmado acuerdos de cooperación, en un intento desesperado por llenar el vacío financiero y de alianza económica que le derivará de su aislamiento internacional.
A medida que se ha agudizado el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, las sanciones que le han impuesto al primero han afectado las aspiraciones de Ortega de conseguir un salvavidas económico que le permita amortiguar futuras y mayores dificultades de conseguir financiamiento de sus tradicionales acreedores: las multilaterales.
Por ejemplo, entre las sanciones que más afectan a Ortega, porque dificultarían las transacciones financieras, son las que anunciaron a finales de febrero la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, que ordenaron expulsar a algunos de los bancos rusos de la red SWIFT, una red de pagos de alta seguridad que conecta a miles de instituciones financieras de todo el mundo.
La situación para el régimen de Ortega empeoraría si China decide invadir Taiwán, isla que considera parte de su territorio, pero que cuenta con el respaldo diplomático de Estados Unidos y los países de la Unión Europea, que no dudarían en imponer sanciones semejantes a las establecidas contra el Kremlin. No obstante, existen más motivos que podrían amenazar las aspiraciones de Ortega.
1. Rebrote de la covid-19 en China
En estos momentos China está enfrentando el peor brote de la covid-19 desde el inicio de la pandemia y ordenó la política de “cero covid” en el noreste del país, que consiste en el aislamiento de todos los infectados y sus contactos cercanos en instalaciones destinadas a ese objetivo.
China reportó el martes 5,280 casos de la covid-19 en las últimas 24 horas, la cifra más elevada desde la primera ola de la pandemia a principios de 2020, según datos de la Comisión Nacional de Salud (CNS). También se conoce que el país ha enfrentado múltiples brotes vinculados a la variante ómicron.
En las últimas horas, China concretó el mayor aislamiento de personas, alrededor de 30 millones de ciudadanos de 13 localidades fueron confinados para ser analizados, mientras se suspendieron vuelos dentro y fuera del país, recortaron horarios de circulación y prohibieron temporalmente la apertura de fábricas.
Cierre de fábricas y construcción de hospitales
En la provincia nororiental china de Jilin, fronteriza con Rusia y Corea del Norte y donde se registra el mayor rebrote, ya se han construido un total de cinco hospitales provisionales con capacidad para 22,880 camas y otros se hallan en construcción.
Además, en Shenzhen, situada a las puertas de Hong Kong y conocida como la “fábrica del mundo”, que alberga a importantes fábricas que producen partes para el iphone o vehículos, las autoridades ordenaron un cierre total durante una semana para contener los contagios, lo que despierta las alarmas por la presión al suministro global.
Por ejemplo, estas medidas provocaron que la tecnológica taiwanesa Foxconn, el mayor ensamblador mundial de los iPhone, suspendiera operaciones en sus fábricas, lo que generó caídas en las bolsas de Hong Kong y China. También el fabricante chino Netac (que fabrica discos duros o tarjetas de memoria), ha detenido parte de su producción. Otros fabricantes que suspendieron operaciones por el rebrote fueron Toyota y Volkswagen.
Crecimiento proyectado en peligro
Shenzhen tiene un Producto Interno Bruto (PIB) de casi dos billones de dólares, según Bloomberg, y aporta el 11 por ciento del PIB de China, es decir que si el gigante asiático no logra contener este repunte de casos del virus, la situación afectaría sus cifras de crecimiento y la economía global, lo que limitaría su capacidad de asistencia financiera entre sus aliados en América Latina, incluida Nicaragua.
Cabe destacar que en estos momentos las cadenas de suministros – con atascos desde el año pasado por la pandemia – enfrentan bloqueos en Europa del Este como consecuencia del conflicto entre Rusia y Ucrania, el aumento del precio de los combustibles y posibles retrasos de entregas por el golpe que supone el rebrote del virus en China.
Esta situación representa un desafío para Pekín de alcanzar su meta oficial de crecimiento económico de 5.5 por ciento para 2022. De hecho, el economista Néstor Avendaño señaló en su blog que es probable que los recursos provenientes de la cooperación de China para el financiamiento de los proyectos de inversión pública no lleguen a Nicaragua oportunamente.
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Esto “porque recientemente las autoridades chinas renovaron su apuesta por la estabilidad económica tras el anuncio del primer ministro, Li Keqiang, de la meta de crecimiento para este año, una de las más bajas en las últimas décadas”, enfatizó.
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI), en su última actualización referente a las perspectivas de crecimiento mundial, indica que en el caso de China, los efectos de la pandemia y las prolongadas tensiones financieras entre los urbanizadores se tradujeron en un recorte de las proyecciones de 0.8 puntos porcentuales.
Actualmente, las proyecciones del organismo ubican a China con un crecimiento económico de 4.8 por ciento en 2022 y de 5.2 por ciento en 2023, una de las tasas más bajas de los últimos años.
2. Acercamiento China y Rusia
La segunda amenaza hace referencia a que en lugar de que China utilice su influencia para presionar por un alto al fuego en Ucrania, Pekín se ha mostrado abierto a ofrecer ayuda financiera y militar a Rusia, para aliviar el impacto del paquete de sanciones internacionales.
El pasado 7 de marzo, China se declaró dispuesta a interceder entre Rusia y Ucrania, pero dejó en claro su respaldo al presidente ruso Vladimir Putin. La posibilidad de que Pekín ofrezca ayudar a Moscú para aliviar las sanciones han ocasionado que Estados Unidos advierte de las consecuencias de una eventual decisión de ese tipo.
En declaraciones recientes, autoridades chinas dijeron que van a interceder pero eso no quiere decir que Pekín va a renunciar a seguir del lado de Moscú. “La colaboración entre los dos países es “sólida como una roca” y “las perspectivas de colaboración futura son inmensas”, precisó Wang Yi, ministro de Asuntos Exteriores de China.
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El pasado 15 de marzo, CNN dio a conocer que un funcionario y un diplomático estadounidense señalaron que Estados Unidos tenía información que sugiere que China ha expresado cierta disposición para brindar a Rusia la asistencia militar y financiera solicitada como parte de su invasión.
Si la comunidad internacional llegase a sancionar a China, ya sea por su respaldo a Rusia o por invadir a Taiwán, esto además de dañar su economía, restringiría su capacidad de cooperación con países aliados, como Nicaragua, donde ya anunció planes de inversión.
Sin embargo, un economista y consultor externo en Nicaragua, quien prefirió el anonimato por temor a represalias, considera que al menos Estados Unidos “no se metería” con China con sanciones por el conflicto europeo, pues estas provocarían un colapso económico mundial, aunque indicó que sí lloverían sanciones si Pekín invade Taiwán.
“Incluso, eso puede ser lo que están tratando de evitar Europa y Estados Unidos, de que esta situación no se prolongue, ni profundice demasiado porque se está sacrificando el crecimiento económico de los países. Eso sería una hipótesis muy lejana porque ni nos imaginamos el colapso que tendría el mundo”, expresó.
Asimismo, tildó el escenario como una “crisis horrible” y agregó que si el conflicto con dos economías pequeñas, como lo es Rusia – que es un poco menor que la economía de Texas, el estado de Estados Unidos – están provocando desabastecimiento de trigo, insumos industriales, entre otras cosas, sanciones a China generarían un grave problema.
“Además, las sanciones financieras a Rusia están provocando una situación bastante complicada que nos va a afectar a nosotros también. Creo que no sancionarían a China, lo que podría haber son negociaciones o algo por el estilo, pero no sanciones. Lo que he estado leyendo de especialistas en política es que China está precavida y está aprovechando la situación para apoderarse y tener ventajas en la economía mundial”, agregó.
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Siguiendo esta línea, añadió que si China invade a Taiwán, “Estados Unidos ya dijo que habrá problemas y lo hace porque sencillamente Taiwán es donde se producen los chips tecnológicos para toda la cadena de industria y de tecnología”, ejemplificó.
¿Qué está en juego en Nicaragua si pierde el salvavidas chino?
Si cae China en la misma condición que Rusia, o el rebrote de covid-19 se sale de control en el gigante asiático, las aspiraciones de Ortega de conseguir financiamiento y apoyo de ese país también se vendrían abajo, al menos este año.
El pasado 8 de febrero, el Gobierno compartió que China y Nicaragua suscribieron acuerdos vinculados a mejorar la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica en el país, por un monto que asciende a 564.1 millones de dólares.
El régimen detalló que la empresa China Comunications Construction Company Limited (conocida por las siglas CCCC) invertiría 357.4 millones de dólares, de los cuales 251.3 millones estarían destinados a la obra hidroeléctrica Mojolka, en el río Tuma, y el restante (106.1 millones) sería para el proyecto solar El Hato, en Terrabona.
La empresa también invertirá en nuevas líneas de transmisión eléctrica; en el sistema de gestión comercial y distribución de electricidad; en la construcción y modernización del Centro Nacional de Despacho de Carga; en proyectos de movilidad eléctrica, y en telecomunicaciones.
Por otro lado, también está puesta sobre la mesa la Iniciativa de Acuerdo Marco de Cooperación entre Nicaragua y China. La iniciativa está integrada por 10 artículos entre los cuales destacan: establecer mecanismos de consulta política, la construcción conjunta de la Franja y la Ruta; explorar la firma de un Tratado de Libre Comercio, entre otros.
A principios de febrero, el ministro de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta sostuvo que la economía de Nicaragua crecería este año entre 4 y 6 por ciento, impulsada en parte por las nuevas relaciones diplomáticas con China, que pretende incrementar la inversión en el país y además se esperaría un mayor aumento de las exportaciones hacia ese mercado.
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