El ministro de Hacienda y Crédito Público (MHCP), Iván Acosta, dijo esta semana que la economía de Nicaragua crecerá este año entre 4 y 6 por ciento, impulsada en parte por las nuevas relaciones diplomáticas con China, que pretende incrementar la inversión en el país y además se esperaría un mayor aumento de las exportaciones hacia ese mercado.
Este lunes, a través de medios oficialistas, Acosta compartió las perspectivas de 2022 en materia económica, y celebró los “números extraordinarios” que arrojó la economía nicaragüense en 2021.
Acosta declaró que hubo una “recuperación extraordinaria” y que hasta la próxima semana se reportará el cierre del Producto Interno Bruto (PIB) de 2021, pero que “todo nos indica que está encima en 9 por ciento” y agregó que eso ratifica que en un trimestre se superaron todas las pérdidas de 2020, año en que la economía nacional y mundial se vio afectada por la pandemia de la covid-19.
“Además, esos números permiten recuperarse, cubrir totalmente las pérdidas de 2018 y 2019. Eso es lo que se llama un año extraordinario, borrar 3 años de pérdidas consecutivas; no hay otro momento de la historia donde eso haya ocurrido”, compartió.
Cabe destacar que economistas han explicado a LA PRENSA que, si bien la economía está reflejando un mejor desempeño, aún le queda un largo camino para recuperarse. De hecho, el Gobierno anuncia esa entusiasta predicción, con cálculos que realizan tomando como base tres años de recesión económica, además de que en 2020 la economía local y mundial se vio afectada por la pandemia de la covid-19. “efecto rebote”, le llaman.
Acosta celebró que las exportaciones nicaragüenses superaron los 6,500 millones de dólares, de los cuales 3,500 millones corresponden solo a exportaciones de “régimen general”
“Todo nos indica que los sectores crecieron impulsados por precios, hay que decirlo, hay buen impacto en los precios internacionales, y se aprovechó; pero para obtener esos buenos precios tenés que estar produciendo, porque puede haber buenos precios, pero si tú no produces nada, no vendés nada”, precisó.
Por otro lado, indicó que la inversión extranjera reflejó un crecimiento, y esperan que cierre por encima de los 1,300 millones de dólares, mientras que las remesas crecieron un 16.5 por ciento, al generar más de 2,100 millones de dólares.
El funcionario agregó que todos los sectores se han recuperado, a excepción del sector turismo y el sector de la banca. “Esperamos que en 2022 haya mucha más actividad en todos estos sectores”.
Acosta también dio a conocer las perspectivas de crecimiento con el restablecimiento de las relaciones con China, el que denominó como un “mercado adicional”. Cabe destacar que en diciembre pasado Nicaragua retomó sus relaciones con el país asiático y cortó sus vínculos con Taiwán, vigentes desde 1990.
Agregó que, en 2021 —cuando no había relaciones— las exportaciones hacia el país asiático rondaban los 54 millones de dólares, y solo se exportaban materiales reciclables. Las expectativas para este año, indicó, son hacer que esto crezca por lo menos cinco o siete veces.
Le puede interesar: Algunas pistas que explican la ruptura del régimen de Daniel Ortega con Taiwán
“Realmente las potencialidades y las capacidades del país apenas están en el inicio. ¿Qué significa eso para el 2022?, que el crecimiento se mueva entre 4 y 6 por ciento y estaríamos volviendo al mejor quinquenio que fue de 5.3 por ciento del 2011 al 2017. Esos son indicadores, números que dan mucho entusiasmo a toda la población y fundamentalmente a los agentes económicos”, añadió.
“Como base para el 2022… Estamos iniciando apenas dos meses una extraordinaria relación con la República Popular China, y ahí tenemos un mercado adicional”, indicó.
“Nosotros, las exportaciones a China en el 2021, cuando no había relaciones, nos daba como 54 millones de dólares, y solo se exportaba un bien fundamentalmente que eran materiales reciclables. Eso te indica que tenés relaciones, estás ampliando una relación de mercado, de atraer inversiones, de cooperación. Hay anuncios importantes de la cooperación de la República Popular China en el país, eso indica que vas a superarlo por lo menos por 5 a 7 veces. El 2022 va a ser mucho mejor”, explicó.
¿Qué tan realista es la proyección?
El restablecimiento de las relaciones diplomáticas con China y las expectativas compartidas por Acosta, han generado expectativas entre los nicaragüenses, quienes hablan sobre la posibilidad de que mejoren las condiciones de Nicaragua, uno de los tres países más pobres de América Latina.
Un economista, quien prefirió el anonimato por temor a represalias, considera que el año pasado las exportaciones nicaragüenses crecieron significativamente por el efecto de las zonas francas y los altos precios en el exterior de ciertos productos.
“No hubo incremento absoluto en términos de producción, eso significa que la actividad productiva está estancada, y si no hubiese sido por los precios, las instalaciones de las zonas francas y el comercio con Estados Unidos, las exportaciones podrían no haber crecido”, indicó.
También explicó que Nicaragua está próxima a Estados Unidos y a los demás países de la región donde cuenta con beneficios en relación con los costos de exportación, incluso a través de acuerdos como el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (DR-Cafta).
“Es absurdo que este señor diga que, por tener relaciones con China, Nicaragua va a llegar a un nivel de exportaciones por encima de lo normal, porque independientemente que esté con un mercado lo más bondadoso posible, nuestro problema reside en las políticas económicas y la visión de crecimiento de largo plazo que ha ostentado este país”, señaló.
Siguiendo esta línea, aclaró que está bien que se efectúe una relación comercial con China, “que nos ayude a impulsar el crecimiento, pero el problema de Nicaragua es que no posee por sí misma el sustento necesario para que cualquier país por más grande o pequeño que sea y que tenga riquezas, pueda ayudarnos a crecer”.
Explicó que la debilidad que posee el país son: la estructura y políticas económicas, el desarrollo social e intelectual, la educación, etcétera. “¿Qué significa?, que mientras no tenemos una plataforma socio-educativa y técnica consistente, el país no va a crecer a tasas elevadas, ni a generar riquezas necesarias para resolver los problemas que se presenten en el futuro”.
Lea además: BCN aumenta proyección de crecimiento económico 2021 y sitúa la tasa como la más alta desde 1999
También aseguró que en Nicaragua se está pensando en exportaciones de productos, “y no en exportaciones de servicios”. Y puso como ejemplo a Estados Unidos, un país deficitario en exportaciones de bienes, que compra más de lo que exporta, pero en servicios es superavitario, ahí es donde compensa su balanza de pago.
“Los servicios son infinitos a medida que la tecnología avanza, hay infinidad de cosas que se pueden hacer capacitando a la gente, pero aquí no, aquí la educación se vino al piso porque ha sido ideológica, el sistema educativo de Nicaragua está politizado y no hay calidad en la educación. Ahora hasta les cortan los recursos a las universidades”, recordó.
Además, “no hay crecimiento por las políticas que han habido en Nicaragua, es un país corto de visión en política económica, donde la educación y la tecnología son los elementos fundamentales. Que digan que como estamos con China exportaremos más cantidad de recursos, es una broma, porque ni siquiera lo hemos hecho con Estados Unidos, aprovechando las ventajas que tenemos con ese país”, concluyó.
La huella de China en Costa Rica y El Salvador
El país asiático es el más poblado del mundo es el mayor proveedor del planeta y tiene una presencia muy importante en América Latina. De hecho, el gigante asiático avanza en su estrategia geopolítica de incrementar su influencia en la región seduciendo con proyectos en infraestructura, transporte, comunicación, entre otros.
Lea también: Cómo una gigantesca crisis en China y el mercado marítimo golpea a Nicaragua
Actualmente China posee una presencia en Centroamérica que no existía hace unos años, cuando el principal vínculo de la región con Asia era Taiwán. Esta situación cambió cuando Costa Rica, El Salvador y Panamá rompieron relaciones con la isla y apostaron por establecer lazos diplomáticos con el gigante asiático. ¿Cuál ha sido la experiencia de estos aliados?
Costa Rica fue el primer país centroamericano en establecer relaciones diplomáticas con China en 2007, en una época en la que todo el istmo reconocía unánimemente a Taiwán. Además, en 2011, bajo el mandato de la expresidenta Laura Chinchilla, el Tratado de Libre Comercio entre ambos países entró en vigor, siendo el primero en Centroamérica y el tercero en América Latina, después de Chile y Perú.
En noviembre de 2021, Christian Guillermet, viceministro de Asuntos Multilaterales de Costa Rica, sostuvo durante una entrevista a la Voz de América que “las relaciones con China no han sido lo exitosas comercialmente que hubiéramos querido”.
“Sí es importante China, no es actualmente el mayor mercado de exportación de Costa Rica y lógicamente mis colegas de comercio exterior están cuidando eso con mucho recelos y viendo cómo podemos cambiar eso”, dijo el funcionario costarricense, pese a que se país es más avanzado en estrategias comercial que Nicaragua.
Le puede interesar: ¿Por qué Ortega no podría reemplazar económicamente a EE. UU. con China, Rusia e Irán, aunque firme acuerdos de cooperación?
Entre los principales productos que ese país le vende a China y que no se compara con lo que produce Nicaragua, figuran celulares, computadoras portátiles, pantallas de televisión, triciclos y otros juguetes de ruedas, textiles y confección, llantas, aparatos de radiodifusión, circuitos integrados, productos laminados de aceros aleados y vehículos para el transporte de personas.
¿Qué ha conseguido Costa Rica de su relación con China? En octubre de 2007, el entonces presidente costarricense, Óscar Arias, visitó Pekín y fue recibido por su homólogo chino, Hu Jintao. De esa visita salió la promesa china de construir un nuevo Estadio Nacional de Futbol, una refinería petrolera y una carretera hacia Puerto Limón. Además de promesas de inversiones en hidroeléctricas y turismo.
Hasta la fecha, solo se materializó la construcción del estadio, el resto de promesas están pendientes.
Presencia en El Salvador
Por su parte, El Salvador estableció lazos diplomáticos con China en 2018. En mayo de 2021, la Embajada de China en El Salvador compartió a través de su cuenta de Twitter que todos los proyectos de asistencia no reembolsable del país asiático a El Salvador fueron propuestos por este último Gobierno, según las necesidades de su pueblo.
Asimismo, aseguraron que, en la actualidad, los proyectos de la Biblioteca Nacional, el Estado Nacional, la planta potabilizadora en el lado de Ilopango y el Muelle de La Libertad están implementándose de manera constante.
“Los proyectos de asistencia no reembolsable de China a El Salvador no tienen ninguna consideración geopolítica. China también ha brindado a otros países en desarrollo similares proyectos y nunca los ha utilizado para buscar supuestos intereses geopolíticos”, se lee en el comunicado.
El Banco Central de Reserva (BCR) de El Salvador indicó en su sitio web que en 2021 las importaciones de mercancías sumaron 15,075.9 millones de dólares, con una tasa de crecimiento del 47.1 por ciento en valor y del 18.3 por ciento en volumen.
Los principales países de origen fueron: Estados Unidos (4,090.4 millones de dólares), China (2,531.7 millones), Centroamérica (3,303.0 millones), México (1,227.2 millones) y Corea del Sur (367.9 millones), representando en conjunto el 76.4 por ciento de las importaciones totales.
Por su parte, las exportaciones totales de bienes producidos por El Salvador sumaron 6,628.8 millones de dólares, con un crecimiento del 31.8 por ciento con respecto a 2020. China no figuró entre los principales destinos de las exportaciones.