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Daniel Ortega, el expresidente de Cuba, Raúl Castro y Nicolás Maduro. LA PRENSA/AFP

Qué le espera a América Latina con la vuelta al poder de los gobiernos de izquierda. Esto dicen los analistas

Los ojos están puestos en las elecciones de Colombia y Brasil este año. Los expertos debaten si se mostrarán vínculos entre los presidente de izquierda electos y los regímenes ya instalados

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En el 2021, varios países en América Latina dieron un giro hacia la izquierda, y con ello ha crecido la preocupación del deterioro de la democracia y el avance del autoritarismo en la región.

Recientemente en las elecciones de Chile y Honduras, resultaron electos Gabriel Boric y Xiomara Castro, respectivamente, candidatos presidenciales de izquierda, reemplazando así a los gobiernos de derecha, así como ocurrió en Bolivia con Luis Arce en 2020 y en Perú con Pedro Castillo, a mediados de 2021.

En Nicaragua, Daniel Ortega, quien lleva 15 años en el poder, se asignó un cuarto periodo consecutivo, para completar 20 años, a través de un cuestionado proceso electoral, declarado por Estados Unidos, la Unión Europea y gran parte de la comunidad internacional como “ilegítimo”.

Próximas elecciones en la región

En este 2022, se llevarán a cabo tres elecciones generales, la primera prevista para el 6 de febrero en Costa Rica. Pero las dos elecciones en las que está más concentrada la atención son en las de Colombia y Brasil. En ambos países los potenciales candidatos a ganar son de izquierda.

De acuerdo con un artículo, publicado en fin de año (2021), por Connectas, la principal plataforma que promueve el periodismo colaborativo en América, “la democracia latinoamericana vivirá de nuevo un año peligroso en 2022”.

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“Colombia tendrá elecciones presidenciales en mayo. Allí Gustavo Petro, un candidato de izquierda, preocupa a muchos por sus antecedentes como alcalde de Bogotá, cuando respondió a acciones judiciales en su contra convocando a sus seguidores a la plaza de Bolívar, en abierto desafío a las instituciones. Petro ha jugado en varias oportunidades con la idea de convocar una asamblea constituyente “si el congreso no hace las reformas necesarias”, aunque también ha asegurado que no dará ese paso”, señaló Connectas.

A criterio del politólogo, Pedro Fonseca, en entrevista con LA PRENSA, “no asociaría la avanzada del autoritarismo con el surgimiento o el resurgimiento de regímenes de izquierda en la región, por supuesto que van haber nuevos gobiernos de izquierda como Chile, como probablemente en Brasil, si Lula (Luiz Inácio Lula da Silva, expresidente de Brasil 2003-2010) es electo”, pero, “ha habido una separación, una división histórica entre esta izquierda que gobierna con los regímenes de (Nicolás) Maduro en Venezuela y Ortega en Nicaragua que han sido catalogados como criminales de lesa humanidad”, opinó.

Agregó que “de pronto la gente puede llegar a creer o a interpretar que este este modelo de izquierda fallida que domina en Nicaragua es similar a los gobiernos de izquierda que han sido electos dramáticamente en estos otros países, pero no es conveniente caer en esos sesgos, precisamente porque el gobierno de Daniel Ortega, en principio no es de izquierda porque no defiende valores de izquierda, ni ejecuta políticas de izquierda, y por otro lado, porque el régimen de Ortega ya no es un gobierno legítimo de origen”.

¿Avanzará el autoritarismo en la región?

El analista político y exembajador de Nicaragua, José Dávila Membreño, señaló que hay dos razones fundamentales que indican que el autoritarismo podría crecer en América Latina en este 2022.

“Primero, por la actividad de los países como Venezuela, Cuba y Nicaragua, de seguir inculcando y apoyando todo movimiento que tienda a participar en elecciones, ellos lo apoyan para que ganen esas elecciones. Además con el apoyo por supuesto del bloque autoritario mundial que encabeza Rusia y China, y otros países que también apoyan a los movimientos y a los partidos que se van identificando ideológicamente con ello”.

“En segundo lugar, esta gente son inescrupulosas, demagogos, prometen cosas que no van a cumplir aprovechándose de las debilidades de la democracia. La democracia no puede solucionar todos los problemas graves de pobreza, de marginación, de corrupción, etcétera, de una sola vez”, explica.

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Agrega que “una vez en el gobierno estos partidos (de izquierda) con apoyo internacional del bloque totalitario, autoritario mundial, cambian la constitución y buscan como eternizarse (en el poder), ellos argumentan para aplicar un modelo popular que resuelva los problemas, pero eso es falso, no lo hacen”.

Dávila precisa que, fundamentalmente, la supuesta lucha de los gobiernos de izquierda es en contra del capitalismo, pero “ellos se vuelven un capitalismo de nomenclatura, manejando todo el dinero a su antojo, se vuelven corruptos, se entronizan en el poder para ir extendiendo su ideología, al final no le cumplen a los pueblos, pero los pueblos ya no lo pueden cambiar porque ellos se vuelven autoritarios, se vuelven enemigos de las elecciones libres que fueron las que le permitieron ganar el poder”, alertó el analista político.

“Las democracias no están bien, pero las dictaduras están peor”

Por su parte, el politólogo y director del Instituto Interamericano para la Democracia, Carlos Sánchez Berzaín, escribió en un artículo de opinión titulado “12 certezas para entender el 2022”, que “parece que las dictaduras van ganando espacio, pero tienen pies de barro”.

“El 2021 retomaron Bolivia, controlaron la presidencia del Perú y avanzaron en Chile. Sufrieron la mas importante derrota con la transición a la democracia en Ecuador conducida por Lenin Moreno, perdieron en Argentina. Afirmaron su dictadura en Venezuela y consolidaron sus crímenes de lesa humanidad en Nicaragua”, resume el experto en su artículo.

Las democracias no están bien, agrega, “pero las dictaduras están peor. Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua, no tienen economía, no tienen pueblo y gobiernan en base al terrorismo de estado y el miedo, no tienen narrativa histórica y están identificados como crimen organizado”.

¿En qué se beneficia Ortega con el avance de la izquierda en la región?

Dávila reiteró que el bloque autoritario mundial encabezado por Rusia y China, tienen puntos ortodoxos comunes con los países autoritarios “se la dan de anticapitalistas, cosa que no es cierto porque ellos son grandes amigos del dinero, de las riquezas y todo lo que ellos pueden manipular como Estado”, apuntó.

Además, “por su posición antiestadounidense, bajo el lema de que son antimperialistas, estos países le ayudan a Rusia y a China a criticar a los Estados Unidos, buscando cómo debilitarlo, cómo hacer creer de que hay una democracia que no funciona o que no resuelven los problemas de la población”, agregó.

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Sobre el régimen de Ortega, Dávila manifestó que “se ha sumado a ese bloque que encabeza Rusia y China como un apéndices, prácticamente ya no le interesa el desarrollo de Nicaragua, ya no le interesa la economía, le interesa mantener un modelo precario, pero ante todo le interesa servir a Rusia y China, frente a la línea política contra EE.UU., de tal forma de que Nicaragua, su régimen va a buscar como favorecerse de esta tendencia que hay”.

Respecto al surgimiento de los nuevos gobiernos de izquierda en América Latina, Dávila coincidió por separado con Fonseca, en que al final hay su diferencia entre ellos.

“No sé si el régimen de Nicaragua tiene ascendencia sobre estos otros sistemas, porque es el que más a violado los derechos humanos y está acusado de crímenes de lesa humanidad, y a alguno de ellos tampoco les conviene estar tan cerca o ser muy amigos de Nicaragua”, dijo Dávila.

Para Fonseca, que la izquierda este ganando terreno en América Latina, representan un nuevo desafío en la región, “precisamente por la falta de operancia de la Organización de Estados Americanos (OEA), porque ha demostrado que no tiene la capacidad para afrontar los problemas que la región ahora mismo presenta”.

El análisis de The New York Times

Este martes 4 de enero, The New York Times, publicó el análisis “La izquierda asciende en Latinoamérica en un año electoral clave para Brasil y Colombia”, donde vaticina el triunfo de los candidatos de izquierda en ambos países latinoamericanos.

“Este año, los políticos de izquierda son los favoritos para ganar las elecciones presidenciales en Colombia y Brasil, sustituyendo a los presidentes en funciones de derecha, lo que pondría a la izquierda y a la centroizquierda en el poder en las seis economías más grandes de una región que se extiende desde Tijuana hasta Tierra del Fuego”, indica el artículo firmado por Ernesto Londoño, Julie Turkewitz y Flávia Milhorance.

“El sufrimiento económico, el aumento de la desigualdad, el ferviente descontento con los gobernantes y la mala gestión de la pandemia de Covid-19 han impulsado un movimiento pendular que se distancia de los líderes de centroderecha y de derecha que dominaban hace unos años”, añade el escrito fechado en Río de Janeiro.

El medio estadounidense plantea que “con el aumento de la inflación y el estancamiento de las economías, los nuevos líderes de América Latina tendrán dificultades para lograr un cambio real en los problemas profundos”, según dijo Pedro Mendes Loureiro, profesor de estudios latinoamericanos en la Universidad de Cambridge. Hasta cierto punto, dijo, los votantes están “eligiendo a la izquierda simplemente porque en este momento es la oposición”.

Refiere además que “la tendencia no ha sido universal. En los últimos tres años, los votantes de El Salvador, Uruguay y Ecuador han desplazado a sus gobiernos hacia la derecha. Y en México y Argentina, el año pasado, los partidos de centroizquierda perdieron terreno en las elecciones legislativas, socavando a sus presidentes”.

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