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Daniel Ortega impuso a su esposa Rosario Murillo como su vicepresidenta en 2016, ya que ambos manejan el partido FSLN como patrimonio familiar. LA PRENSA/ ARCHIVO PERSONAL/ ÓSCAR NAVARRETE

¿Cuál es la verdadera intención del régimen tras aplicar la paridad de género en la reforma electoral?

Dos especialistas en género y un experto en temas electorales hablan sobre cómo esta iniciativa es más bien una estrategia y un recurso propagandístico de la dictadura

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Las elecciones generales y legislativas previstas a realizarse este próximo 7 de noviembre en el país estarán marcadas por el principio de alternancia y equidad de género en todos los niveles, según la reforma que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo añadieron a la Ley Electoral (N0. 331), para los comicios de este año.

De acuerdo con el Consejo Supremo Electoral (CSE), los partidos políticos o alianzas de partidos que participan en las elecciones generales y legislativas de este año deberán asegurar la integración del 50 por ciento de mujeres y del 50 por ciento de hombres en todos los cargos de elección popular, es decir desde la fórmula presidencial, hasta los Consejos Electorales Departamentales y Regionales (CED y CER), fiscales, Juntas Receptoras de Votos (JRV), etcétera.

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No obstante, para dos especialistas en género y un experto en temas electorales, más que destacar el principio de paridad de género, avances democráticos o la inclusión de las mujeres en todos los ámbitos y procesos electorales, esta acción podría interpretarse como una estrategia y un recurso propagandístico de la dictadura. Además de representar un obstáculo para la oposición ante la falta de figuras femeninas en la política.

El artículo 63 de la Ley Electoral indica en el numeral 12 sobre los deberes de los partidos políticos, que estos deben asegurar al menos el 50 por ciento de mujeres en la integración de las juntas directivas. Mientras que el artículo 82, de las disposiciones generales de la Ley, establece que “los partidos políticos o alianzas de partidos que participan en las elecciones de diputadas y diputados de la Asamblea Nacional y del Parlamento Centroamericano (Parlacen) deberán presentar en sus listas de candidatos y candidatas un 50% hombres y un 50% de mujeres, ordenados de forma equitativa y presentada de manera alterna”.

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En tanto, para las elecciones presidenciales, el artículo 145, párrafo segundo, agrega que la fórmula presidencial será por un hombre y una mujer. “El binomio de candidatos y candidatas a presidenta o presidente y vicepresidenta y vicepresidente de la República debe formularse bajo el principio de equidad de género, siendo que una debe ser mujer y el otro hombre”.

Sin embargo, el artículo 147 de la Constitución Política que establece las cualidades que deben tener, o los requisitos que deben cumplir los candidatos y candidatas a presidente y vicepresidente no indica en sus estatutos que la fórmula presidencial debe ser entre hombre y mujer.

“Es una manipulación, en la práctica no existe”

La abogada e integrante del equipo coordinador del Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM), Juanita Jiménez, considera que en la reciente reforma a la Ley Electoral no hay una verdadera intencionalidad de cara a garantizar la participación política de las mujeres en los procesos de selección popular, ya que en la práctica la igualdad de género y el respeto a los derechos de las mujeres no existe, pues en las últimas dos semanas el régimen ha encarcelado a siete mujeres, líderes de la oposición.

“Es una instrumentalización y una manipulación que se hace de una reivindicación de derechos de igualdad para las mujeres, porque al final toda la estructura electoral y las condiciones electorales actuales no permiten una participación política verdadera, porque se está excluyendo políticamente a fuerzas democráticas, a candidaturas, liderazgos están siendo perseguidos e incluyen a una cantidad de mujeres, no solo activistas opositoras, sino también a defensoras de derechos humanos”, opinó Jiménez.

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En este periodo, la dictadura ha encarcelado al menos 20 líderes de la oposición, entre estos siete mujeres que fueron arrestadas de forma arbitraria e ilegal: la precandidata presidencial Cristiana Chamorro, quien se encuentra bajo arresto domiciliar; Violeta Granera y Tamara Dávila, ambas de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB); la exguerrillera Dora María Téllez, dirigente de la organización política Unamos; Ana Margarita Vijil, también integrante de Unamos y Suyén Barahona, presidenta de Unamos, antes MRS, y la exdiputada y exprimera dama del país, María Fernanda Flores.

“Entonces para nosotros no hay ninguna intencionalidad de cara a garantizar participación política, sino que es parte de la misma estrategia de querer falsear la realidad y de querer vender ese discurso internacional de paridad, de igualdad que en la práctica no existe, porque el país sigue arrastrando los grandes problemas de desigualdades y las grandes problemáticas sociales que afectan derechos de las mujeres”, señaló Jiménez.

Las mujeres también desempeñan un rol patriarcal

A criterio de otra especialista en género, quien prefirió mantenerse en el anonimato, dicha iniciativa como una política general le parece muy atinada, ordenada y correcta. No obstante, señala que el problema está en que hace tiempo se comprendió que el número no es lo esencial, sino la mentalidad patriarcal que hombres y mujeres en determinado momento pueden mostrar o desempeñar con su comportamiento en público.

Es decir, “una mujer puede desempeñar un rol patriarcal igual o a veces más que un hombre. Y el problema está en esas mentalidades y creencias que hay en la sociedad y que independientemente de su sexo reflejan en sus comportamientos qué es lo que hay que transformar en nuestra sociedad si queremos salir del atolladero tan grande en el que estamos”, explicó la especialista.

Primeramente habría que hacer una profunda transformación de esa cultura patriarcal, recomendó la experta en género. “El tema de las políticas, términos de número de equidad entre hombres y mujeres no necesariamente reflejan el cambio de mentalidad que se necesita. No basta tener una intención, el problema es lo que está detrás, es qué mentalidad van a tener los hombres y mujeres que desempeñan esos cargos”, agregó la especialista.

La verdadera democracia está en escoger a los candidatos

El politólogo y miembro del Grupo pro Reforma Electoral (GPRE), José Antonio Peraza, señaló que lo novedoso en la reciente reforma electoral fue precisamente esa paridad de género que impulsó el régimen, aunque a su juicio ese proceso de otorgar el 50/50 de los cargos a hombres y mujeres no quiere decir que es un desarrollo de la sociedad nicaragüense hacia ámbitos de democracia más amplios.

“En realidad desde ese punto de vista es una iniciativa muy avanzada en ese sentido, de que le da participación a las mujeres prácticamente en todo. En lo que no es de avanzada y que es lo más importante al final, es en dónde surgen esas candidaturas que se exigen en todos los niveles, a candidatos a la Presidencia, diputados, concejales, fiscales. Porque al final, las define el señor y la señora (Daniel Ortega y Rosario Murillo). Ellos son los que definen a quién llevan o a quién no llevan”, comentó Peraza.

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Para Peraza, la verdadera intención del régimen de incluir la equidad de género “fue para dar una imagen de modernidad, de avance, cosas de ese tipo. Pero realmente ahí no hay ningún avance, porque básicamente lo que están haciendo es: sí, yo te doy 50, pero yo defino quién es el que llega ahí”, alertó el politólogo.

Por su parte, Jiménez añadió que “lo que la dictadura ha hecho es instrumentalizar esa reivindicación ilógica y adoptarla a sus intereses políticos, y más que facilitar la incorporación de mujeres lo que hace es instrumentalizar ese tipo de participación, porque sabemos que incluso, en esta última reforma de la ley Electoral, la pretensión es seguir controlando las Juntas Receptoras de Votos y colocar bajo esa figura a más personas, en este caso mujeres, que puedan garantizarles también sus intereses, ya sea de cara al fraude o querer simular una alta participación de mujeres que al final es numérica y no es sustantiva”.

“La reforma electoral que acabamos de tener es regresiva, no representa ningún avance. Va a ser de avance cuando haya verdadera democracia en los mecanismos de selección de candidatos en los partidos”, agregó Peraza.

Una traba para los partidos políticos

La especialista en género que solicitó el anonimato considera que la paridad de género, podría ser un obstáculo también en este proceso electoral, aunque señala que lo  importante es que los partidos políticos lo superen. “Me parece a mí que en la oposición hay pocas figuras femeninas, y eso es el reflejo de la mentalidad que existe en todas partes.  Eso también podría entenderse como un atolladero, pero por el nuevo positivo puede ser un estímulo para que empiecen a pensar seriamente en cambiar esos patrones de comportamientos que han tenido siempre, digamos que aunque no lo proponga esa reforma, se debería de incluir tanto a las mujeres como a los hombres en todos los procesos”, agregó la experta.

Entre tanto, el secretario nacional del partido Ciudadanos por la Libertad (CxL), Rodolfo Quintana, expresó que la exigencia de equidad de género en este proceso electoral es una exigencia legal que debe cumplirse. “En el caso nuestro ya lo cumplimos en la presentación de las ternas para Consejos Electorales Departamentales”, destacó.

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Quintana además recordó que “la paridad de género para las candidaturas ya estaba establecida desde las pasadas elecciones municipales, y así fue para los cargos de alcalde y concejales. En cuanto a candidaturas lo nuevo de esta reforma electoral es que se estableció también la paridad de género para la fórmula presidencial, y en los Consejos Electorales Departamentales y Municipales. También en las mesas de votación y en los fiscales”, añadió.

En cambio, el vicepresidente de CxL, Óscar Sobalvarro, catalogó dicha medida como “una camisa de fuerza impuesta por el régimen”, pero, aseguró que “en Alianza Ciudadanos sí se puede cumplir”.

Peraza también considera que los partidos políticos tienen la capacidad de cumplir y deberán cumplir con dicho requisito. Aunque a la vez reconoce que hay algunos aspectos en los cuales va a ser difícil, por ejemplo, “en el tema de los fiscales. Y no en las áreas urbanas, porque en las zona urbanas la participación de las mujeres en los procesos electorales es mucho más amplia en algunos casos que de los hombres. Donde va a ser difícil cumplir con los fiscales es en las áreas rurales, porque no es de ahora, siempre ha habido cierto problema, la mayoría son hombres”, dijo el politólogo.

Lo que a Peraza lo llena de incertidumbre, independientemente si los cargos electorales y populares los ocupan hombre o mujeres, es de dónde saldrán esas listas, cómo serán escogidas. “La lista que va a presentar el Frente Sandinista de dónde va a salir, las del PLC también; no sabremos, las de CxL. Eso es lo que hay que democratizar, los partidos, la escogencia  de los candidatos en los partidos, esa es la verdadera democracia”, insistió el experto en temas electorales.

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