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CONTENIDO EXCLUSIVO.A 15 meses de que la pandemia del Covid-19 tocara a Centroamérica, Nicaragua sigue siendo el único país de la región que mantiene centralizada las pruebas de PCR (reacción en cadena de la polimerasa, PCR por sus siglas en inglés) para detectar el virus y donde el Ministerio de Salud (Minsa) cobra, por encima de los laboratorios privados, la realización de las mismas.
Un monitoreo realizado por LA PRENSA reveló que las instituciones sanitarias de los seis países de la región han aumentado la cobertura de este servicio en laboratorios y clínicas médicas privadas y que los precios han bajado, en comparación con el año anterior, cobrando mucho menos de los 150 dólares que fijó el Minsa.
Si bien en el país actualmente las personas que presentan síntomas de Covid-19 pueden realizarse la prueba en centros de salud —como en todos los sistemas de salud— estas siguen siendo escasas y los pobladores no reciben un resultado escrito que lo certifique. Cada puesto sanitario recibe una mínima cantidad de test y solo lo hacen al paciente que ellos aprueban con sintomatología sospechosa.
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Hasta ahora, solo el Centro Nacional de Diagnóstico y Referencia (CNDR), conocido como Conchita Palacios, está autorizado para realizarlo de manera comercial, pero solo a las personas que viajen a otros países donde les soliciten la prueba negativa del Covid-19 para poder ingresar. Para ello deben pagar 150 dólares, lo que equivale a 5,250 córdobas (al tipo de cambio actual).
¿Por qué es necesario masificar las pruebas en el país?
La secretaria de la Unidad Médica Nicaragüense, doctora Anely Pérez Molina, señala que si en el país los laboratorios y clínicas tuvieran el permiso para poder realizar libremente las pruebas para detectar el Covid —incluyendo PCR y pruebas rápidas para detectar anticuerpos— eso permitiría al gremio de salud, principalmente al personal que atiende en primera línea, brindar un diagnóstico certero y sobre todo realizar estudios epidemiológicos para el control de la infección.
“Primero es tener una certeza diagnóstica porque hasta ahora el diagnóstico en la medicina privada se ha realizado basado en sospechas clínicas, pues mandar la prueba es prácticamente imposible por la centralización de la misma (…) También le permite al gremio médico hacer estudios epidemiológicos masivos, de respuestas a tratamientos, permite que la comunidad científica tenga un arma y estar a la altura de los demás países en los estudios del Covid-19”, manifestó la doctora Pérez Molina.
El epidemiólogo Leonel Argüello expone que “al no contar con el acceso a las pruebas ni a sus resultados, nuestra población pierde tremendamente porque no modifica sus prácticas higiénicas, al creer que el comportamiento de la epidemia aquí es la excepción en el mundo, su alerta y su sentido de riesgo se congela, con el consecuente incremento de riesgo del contagio”.
Las alternativas del sector privado nicaragüense
Al respecto, el epidemiólogo Leonel Argüello, miembro del Comité Científico Multidisciplinario, confirmó que al gremio independiente le ha tocado diagnosticar basándose “en interrogatorio a profundidad” y un examen físico.
“Se identifica clínicamente la enfermedad o enfermedades posibles y se confirma auxiliado por exámenes de laboratorio, de imágenes y otros medios tecnológicos. En Nicaragua la mayoría de los diagnósticos del Covid-19 lo hacemos de forma clínica o como sospecha de Covid-19, para confirmarlo se requiere la prueba de laboratorio, actualmente centralizada por el Minsa y prohibida a la empresa privada”, refirió el especialista.
De acuerdo con la doctora Pérez Molina, el sector privado del país se está apoyando en exámenes de sangre para orientarse en el diagnóstico, pero estos no son meramente para detectar Covid-19.
La Biometría Hemática Completa —que mide la composición en la sangre—, la Proteína C Reactiva (PCR), la ferritina y el dímero D son las alternativas que emplean los médicos privados. La primera opción es para valorar la infección y las demás para la respuesta inflamatoria.
En cuanto a la radiografía de tórax se usa cuando ya hay una afectación pulmonar y puede servir para diagnosticar neumonía por Covid-19. “Pero recordá que hay una parte de la población que le da el Covid y no le da neumonía y si le mandás la radiografía no va a salir nada, por lo tanto se usa menos para confirmar tu diagnóstico”, aclaró la doctora.
La situación en los demás países
Países como Panamá, Costa Rica o El Salvador han autorizado a más laboratorios y clínicas privadas la realización tanto de la prueba PCR como de antígeno. Por ejemplo, el Consejo Superior de la Salud Pública salvadoreña ha autorizado a 327 laboratorios para realizar pruebas de antígenos para Covid, de igual manera el Ministerio de Salud costarricense autorizó en enero de este año a 98 laboratorios para el uso de este test.
Asimismo el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES) panameño dio permiso a 32 laboratorios, muchos de ellos ubicados en hospitales.
De acuerdo con el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de Guatemala, los laboratorios móviles que dispusieron alrededor del país han realizado —del 13 de enero al 4 de abril de este año— 18,606 pruebas, de las cuales se detectaron 2,269 casos positivos Covid-19.
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“Si se amplían las pruebas también va a permitir un manejo epidemiológico más adecuado (…) Son muchas las ventajas y una gran posibilidad para el gremio de la salud porque ya no seguiríamos a ciegas tratando de controlar esta enfermedad que ahorita está golpeando fuerte a la población”, concluyó la integrante de la UMN.
“Cada país centroamericano ha realizado el año pasado, entre 293 mil hasta 1.3 millones de pruebas de PCR o prueba molecular, en Nicaragua no sabemos cuántas, ni tenemos de forma pública ni en tiempo real los resultados a diferencia del resto (…) Mantenemos un subregistro que no ayudará a prevenir ni a controlar la epidemia y esto causará más enfermos, complicados, así como fallecidos. Si no hay examen no podrás aislar al enfermo y orientar cuarentena a los contactos, para cortar la cadena de transmisión”, enfatizó el epidemiólogo Argüello.
Los tres tipos de pruebas
En el monitoreo que realizó este Diario se constató que, además que los laboratorios disminuyeron los precios de las pruebas —Costa Rica cobraba 143 dólares para julio de 2020—, ahora hay más ofertas que son más asequibles a la población, como son los test antígenos y de anticuerpos.
Por ejemplo, la prueba PCR, también conocida como prueba molecular, detecta el material genético del virus del Covid-19 usando la técnica de laboratorio llamada reacción en cadena de la polimerasa. Se realiza tomando una muestra de fluido nasal o de garganta. Esta prueba es muy exacta en comparación con las pruebas rápidas, que tiene posibilidades de no detectar algunos casos.
La prueba de antígeno detecta ciertas proteínas en el virus. Se usa un hisopo para tomar una muestra de fluido de la nariz, y las pruebas de antígeno pueden dar resultados en minutos. El resultado positivo de una prueba de antígeno se considera exacto cuando las instrucciones se siguen cuidadosamente, pero hay más posibilidad de tener un resultado falso negativo, lo que significa que es posible estar infectado con el virus, pero tener un resultado negativo, expone el portal Mayo Clinic.
La prueba de anticuerpo o serológico se detecta a través de un análisis de sangre. Esta prueba se realiza cuando la persona desea saber si alguna vez tuvo Covid-19 (sintomático o asintomático) y desea saber si creó o no anticuerpos, explica el portal Hospital Clínica Bíblica.
Al respecto, la Organización Mundial de la Salud señala que las pruebas rápidas son apropiadas para cuando el sistema de salud está sobrecargado. “El uso de test de antígenos se puede considerar en países o áreas que están experimentando una transmisión comunitaria generalizada, donde el sistema de salud puede estar sobrecargado y donde puede que no sea posible hacer pruebas PCR a los casos sospechosos”.