Habitantes de la comunidad La Esperanza número 2, del municipio de San Carlos, en Río San Juan, no comprenden por qué el régimen de Nicaragua, después de 17 horas, decidió suspender la búsqueda de güiriseros soterrados tras el derrumbe en una mina artesanal. Ellos sostienen que aún hay trabajadores atrapados, vivos o muertos, en la parte más profunda de una mina que describen “como un embudo”, con túneles horizontales en lo más profundo.
Las autoridades del Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred) concluyeron que tras la búsqueda se decidió cancelar el operativo de rescate puesto que «no se han encontrado otras víctimas», más que el hallazgo de los dos cuerpos entre el viernes en la noche y sábado por la mañana.
Sin embargo, un ciudadano de la comunidad La Esperanza insistió que hay más cuerpos soterrados, lo que contradice la versión oficial, él se sustenta en el hecho de que las autoridades solo realizaron una búsqueda por «encimita», sin contar con la profundidad de la mina y los túneles que ésta tiene, «que es donde están los trabajadores, pero hasta ahí no llegaron», dijo.
El ciudadano detalló que en esa mina artesanal laboran entre 80 y 150 güiriseros, quienes lo hacen por rotación, en grupos de entre 50 y 60 personas, «hasta de noche trabajan». La mayoría son originarios de el Rama, Nueva Guinea, Río Plata y Siuna, otros que se vinieron de Costa Rica «por la fiebre del oro que hay ahorita». Algunas de estas personas no cuentan con familias en la zona.
Tanto comunitarios como organismos que dan seguimiento a esta tragedia coinciden que son más de 15 personas las enterradas, pero no precisan una cifra exacta de víctimas, porque aducen que la mayoría de estos güiriseros no son meramente de la zona, y llegan únicamente para las labores de extracción ilegal de oro sin contar con una familia en el lugar.
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Un embudo
«El lugar es como un embudo, de forma vertical, con aproximadamente 70 metros de ancho en la parte de arriba y con unos 22 metros de profundidad. En los últimos 10 metros habían túneles de forma horizontal. Las autoridades solo lograron sacar (los cuerpos) que estaban encimita, pero en los túneles es donde estaban los mineros, pero a esa gente la dejaron morir», explicó a LA PRENSA la fuente consultada en condición de anonimato.
«Régimen debió agotar todas las medidas»
Por su parte el presidente de la Fundación del Río, Amaru Ruiz, señaló que su organización mantiene en el lugar a un representante, a quienes la población aledaña le ha mostrado su preocupación y señalado que son como mínimo 15 personas soterradas y resintieron que las autoridades hayan desistido de la búsqueda de las mismas.
«La misma población de la zona y los propios mineros dijeron (que las autoridades) no habían podido llegar al piso donde estaban trabajando los mineros artesanales, es decir a la zona de extracción de materiales. Esa es la preocupación de la cancelación de búsqueda porque precisamente hay otros cuerpos soterrados tras el colapso de esa minera artesanal», dijo Ruiz.
Asimismo lamentó que el régimen haya suspendido la búsqueda, tomando en cuenta que bien pudieron agotar todas las medidas y mecanismos existente, o bien solicitar ayuda de otros organismos o instituciones que cuenten con las maquinarias necesaria para este operativo.
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«Yo creo que las instituciones debieron generar todo un proceso para continuar la búsqueda con equipos, y si no tienen pedir el soporte a nivel nacional e internacional de grupos de expertos que les ayuden a determinar los mejores mecanismos para continuar la búsqueda y rescate de estas personas que quedaron ahí. Obviamente hay un interés de la gente de darle a estas personas cristiana sepultura, es doloroso y debieron (el régimen) tener el compromiso de responder a estas familia», insistió.
Por último insistió en la obligación que tienen las autoridades de detener estas actividades ilegales como es la extracción del oro en estas zonas. «Consideramos importante detener esta actividad porque estamos de cara a que sucedan otros desastres como este, pero además se mantiene el impacto ambiente con el uso de tóxicos como el cianuro y mercurio», expresó.
«Insensible e incompetente»
Al respecto Félix Maradiaga, integrante del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) calificó al régimen como carente de «humanismo e incompetente» que no está interesado en el bienestar de los más vulnerables. Recordó que todo gobierno tiene la obligación de rescatar a las víctimas de este tipo de tragedias, «inclusive, en calamidades como esta donde la probabilidad de sobrevivir efectivamente son muy bajas».
«Las instituciones de búsqueda, salvamento y rescate tienen la obligación de hacer su mayor esfuerzo por rescatar los cuerpos de estas personas. Darse por vencido tan temprano es una muestra clara de insensibilidad, pero también es una muestra de incompetencia», refutó el opositor.
Esta acción del régimen es similar a la que hizo tras el deslave ocurrido recientemente en el Macizo de Peñas Blancas, en Matagalpa, donde murieron al menos nueve personas y dos se encuentran desaparecidas. El régimen, sin previo aviso decidió cancelar la búsqueda de esos dos cuerpos.