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Desde que comenzaron las protestas muchos jóvenes no regresan a sus casas porque son perseguidos por el Gobierno. LA PRENSA/ARCHIVO

Ser joven es visto como un delito en Nicaragua

El director del Foro Eduquemos, Ernesto Medina, manifestó que la forma en que se ha criminalizado a la juventud en Nicaragua es totalmente “injusto”

Cuando Valeska Valle se escapó de su casa para ir a protestar contra las reformas al Seguro Social (ya derogadas) nunca imaginó que no podría regresar. Desde entonces han pasado 66 días sin ver a su familia y al igual que centenares de jóvenes es perseguida y amenazada por los más radicales seguidores de Daniel Ortega, ha tenido que refugiarse en universidades y casas de seguridad. Asegura que su único delito es ser joven y no estar de acuerdo con el actual gobierno de Nicaragua.

“Ser universitario es un crimen en Nicaragua, ser jóven y defender tu convicción, tus ideales, tu libertad de poder expresarte es visto como un crimen en Nicaragua. Este Gobierno es la prueba fehaciente de que nunca ha velado por la defensa de los derechos, principalmente el derecho a vivir, es muy difícil poder entender cómo criminalizan a cada joven que se levanta (protesta)de manera cívica y pacífica en este país”, expresó Valle.

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Por su parte, el director del Foro Eduquemos, Ernesto Medina, manifestó que la forma en que se ha criminalizado a la juventud en Nicaragua es totalmente “injusto”, y recordó que esta crisis sociopolítica se originó porque el Gobierno le negó a la población el derecho a manifestarse libremente.

“Lo que está ocurriendo es esa persecusión a los muchachos, ahora es un delito ser joven, vemos a padres de familias en la oficina de migración tratando de conseguir un pasaporte para sus hijos porque tienen el delito de ser jóvenes y los padres creen que están en peligro solo por el hecho de ser jóvenes y quieren sacarlos del país, eso lo que muestra es que estamos mal y más una sociedad pobre como la nuestra”, dijo Medina.

No hay vuelta atrás

Tanto Valle como Medina consideran que ante tantos muchachos asesinados, represión e incertidumbre, lo único que le queda por hacer a los jóvenes nicaragüenses es continuar luchando hasta que se consiga un verdadero cambio en el país, ya que no pueden regresar a sus casas para ser blanco de los grupos paramilitares que operan con total impunidad en el país.

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“No les queda más que seguir en esta resistencia pacífica tratando de que encontremos una solución… yo creo que en estos momentos la juventud y todos los nicaragüenses no nos queda más que seguir protestando, seguir reclamando, seguir pidiendo que el diálogo se vuelva a retomar y que el Gobierno lo tome realmente en serio”, agregó Medina.

Impotencia al ver las masacres

Otros que no pueden regresar a sus lugares de origen son los estudiantes atrincherados en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), desde este lugar les ha tocado ver a través de las redes sociales como barrios y ciudades enteras –como Masaya– son atacadas por los paramilitares, cuentan la impotencia que sienten al no poder ayudar.

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“Masaya y muchos tranques han sido atacados y nosotros como UNAN nos sentimos impotentes. Créame, no se cómo expresar la necesidad, el deseo, que teníamos de irnos allá (a Masaya) para ayudar a nuestros hermanos. Queremos que sepan que no estamos dormidos, seguimos en pie de lucha por nuestra libertad”, expresó un jóven que sólo se identificó como El Mene.

 

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