Las fuertes lluvias registradas la tarde de este jueves desbordaron ríos y cauces en la provincia de Ococona, municipio de Macuelizo, en Nueva Segovia. La Rampa de Ococona, que comunica a los habitantes del municipio Santa María con la cabecera departamental de Ocotal, quedó destruida por la crecida del río Playón.
Las corrientes socavaron la estructura de La Rampa, que aparentemente presentaba fisuras desde hace algún tiempo. El paso vehicular entre las cabeceras municipales de Santa María, Macuelizo y la ciudad de Ocotal quedó inhabilitado, afectando a los pobladores del municipio de Santa María y unas 13 comarcas de Macuelizo.
Durantes los últimos tres días, las intensas lluvias han azotado la zona norte del país, dejando árboles caídos, techos dañados y tendidos eléctricos en el suelo, en los municipios de Jalapa y el Jícaro, dejando sin energía eléctrica por horas algunos municipios. En el municipio de Jalapa, la calle del sector ocho, que se ubica en las cercanías del estadio de beisbol Ramón Prudencio Serrano, quedó deteriorara e inundada, impidiendo el tránsito de vehículos livianos y pesados.
Asimismo, en El Jícaro varias viviendas resultaron inundadas con el desborde de un cauce que cruza el pueblo. Una de las viviendas inundadas es la de Pascual Flores, según un informe preliminar.
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El río El Poteca, ubicado al norte de Gualacatú, en Jalapa, también se desbordó, impidiendo el paso a productores y el acceso de niños a las escuelas. Según pobladores de la zona, el nivel del agua alcanzó un puente peatonal.
En Diriamba
La tarde de este viernes una fuerte lluvia que duró más de dos horas, causó inundaciones en al menos cinco barrios en el municipio de Diriamba. Los barrios más afectados, según reportes de la Asociación Civil de Bomberos, fueron: La Mascota, Los Molina, Santa Juana, Bagazal y El Berlín.
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El agua pluvial y el lodo, se metió a las viviendas y la gente con escobas, palas, panas y baldes luchaba para evitar que sus enseres sufrieran algún tipo de daño. Jairo Aguilar, quien es habitante de La Mascota, relató. “Yo estaba dormido y el susto fue, cuando me dijeron que el agua se estaba metiendo”.
Manifestó que con el invierno, siempre se les mete el agua, porque los tragantes se mantienen llenos de basura o porque se les olvida levantar la rejilla. Añadió que el problema también se genera, porque hace años en un cauce natural, se construyó una ferretería.
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Los pobladores de los barrios antes referidos, le hacen un llamado al alcalde Fernando Baltodano para que mande a limpiar los tragantes. Trabajadores de la Alcaldía en un camión llegaron a recoger el lodo que quedó en las calles.