AJAX DELGADO SECRETARIO DE PRO-NICACHINA
Por Amalia del Cid
Donde está China está Ajax Delgado. Su trabajo es promover relaciones comerciales y culturales con ese país asiático del que tanto hemos escuchado en Nicaragua en los últimos años. Lo hace desde la Asociación de Amistad con la República Popular China (Pro- NicaChina) y el Consejo Empresarial Nicaragüense con Asia (CEN- Asia). En esta entrevista habla, entre otros temas, del Gran Canal Interoceánico, del chino Wang Jing y de las desventajas de no tener relaciones diplomáticas con la República Popular China.
::: ¿Se pueden tener relaciones comerciales con China sin tener relaciones diplomáticas?
Claro, en términos comerciales hay libertad. El problema que tenemos es que para el ingreso de los productos nicaragüenses a China los aranceles son altísimos.
::: ¿De cuánto?
De 100, 200, 300 por ciento. Tenemos problemas para exportar café. Ideay, el de Vietnam entra con cero aranceles.
::: ¿Y es posible tener relaciones diplomáticas con China y con Taiwán?
No. No se puede. Ni los chinos lo quieren, ni los taiwaneses lo quieren.
::: ¿Habría que elegir?
Claro. Y Nicaragua con quien tiene relaciones diplomáticas es con Taiwán, no con la República Popular China.
::: Algunos expertos recomiendan que se elija la relación con China.
Sí… Hemos recomendado que lo ideal es abrir relaciones con el gigante, con la segunda potencia económica del mundo. China ya desplazó a Japón y dentro de diez, quince años va a ser la primera potencia económica, por encima de los Estados Unidos.
::: ¿Qué pasaría con Taiwán?
Ya esa es una decisión del Gobierno. Yo personalmente no me meto con las decisiones del Gobierno, pero como empresario que tiene relaciones comerciales con empresas chinas y como miembro de una Asociación de Amistad con China, promovemos las relaciones.
::: Pero Taiwán, aunque más pequeño, ahí ha estado ayudándonos.
¡Claro! Nicaragua debe tener relaciones con todo mundo. Y la República Popular China debería… Hombre, si no tenemos relaciones diplomáticas, por lo menos pongamos una oficina comercial en Nicaragua. Como la tiene en Panamá y en República Dominicana.
::: Pero siempre tendríamos desventajas por no tener relaciones diplomáticas.
Sí, puede darse. ¿Qué es lo que hemos hecho nosotros? Dimos un salto y convertimos el Consejo Empresarial de Fomento Económico y Comercial con China (Cefech) en el Consejo Empresarial Nicaragüense con Asia (CEN-Asia), para poder promover el negocio con empresarios chinos, taiwaneses, de la India, Vietnam, Corea. Ahorita mismo estamos trabajando para el próximo año, en la realización de una feria con la India. No podés amarrarte a uno, dos, tres países. La alternativa de Nicaragua debe ser la diversificación del negocio. Abrirse al mundo.
::: Entonces tampoco nos podemos permitir descartar a Taiwán.
Para nada, para nada, para nada.
::: ¿Y cómo salir de esa encrucijada?
El comercio no tiene bandera. No tenemos que ver nada con relaciones diplomáticas ni con relaciones políticas. Nuestro proyecto es netamente empresarial.
::: Cuando se trata de megainversiones, ¿no es un problema que no existan relaciones diplomáticas?
Cuando es negocio, es negocio. Por ejemplo, ahorita se ha estado hablando del Gran Canal, en donde el facilitador es un empresario chino, pero quienes lo van a construir no son los chinos, aquí hay interés de europeos, australianos, norteamericanos, chinos, japoneses, de todo el mundo.
::: ¿El “facilitador” puede estar metido en este proyecto sin la autorización del Gobierno de China?
Es un empresario privado. Se está viendo como un proyecto privado, no como un proyecto de un gobierno.
::: Pero se conoce que Xinwei, la empresa de telecomunicaciones de Wang Jing, tiene relaciones con el Estado de China.
Ah, no sabría decirte. Pero entiendo que es un empresario privado con sede en Hong Kong y en Beijing.
::: Xinwei, el satélite, el Gran Canal Interoceánico. Todos son megaproyectos que tienen que ver con China, pero ninguno ha arrancado.
Recordá que cuando se habla de inversión, y de este tipo de proyecto, cada uno camina por su lado en el área que corresponde. Por ejemplo, el caso del satélite y la telefonía, eso tiene que ver con telecomunicación. Y Tumarín, que es un proyecto con los brasileños, es energía, va caminando por su lado. Hay otros proyectos que están caminando que son de energía geotérmica, de hidroeléctrica. Hay que promover para que vengan inversionistas a construir la carretera costanera. Yo no le tengo temor a que se puedan estar promoviendo grandes proyectos al mismo tiempo.
::: ¿No podrían ser solo ilusiones?
Todo ser humano tiene derecho a soñar y a dar los pasos para cumplir su sueño. Como empresario, si me toca ir, como lo hice hace dos años en China, a exponer el oleoducto, el canal, la costanera… hombre yo estaba vendiendo una ilusión, un sueño de los nicaragüenses, de las posibilidades y condiciones de que vinieran a invertir a Nicaragua.
::: ¿Y a nosotros nos han vendido un sueño?
Yo no sé si nos han vendido un sueño. Yo considero que no. Porque poco a poco Nicaragua va caminando. Antes hablábamos del proyecto de Tumarín como un sueño inalcanzable, desde el tiempo de Somoza se habló de hacer esa gran presa y ahorita ya se está construyendo. Hace 20 años se hablaba de los papalotes, que son la energía eólica, y se creía que era un sueño que Nicaragua produjera energía con torres eólicas. Hoy es una realidad. Esos proyectos que se pensaron en los años 70, 80 hoy se van cumpliendo.
::: ¿Entonces en 20 años o 30 tal vez tengamos un satélite y un Canal?
Hombre, se habla que el Gran Canal está en 10 o 15 años, porque es una megaobra que no se construye en seis meses.
::: Wang Jing es el presidente de Xinwei, tiene una concesión desde hace más de un año y no ha hecho nada.
(Ríe) Te voy a decir algo. Yo no creo que estos proyectos estén en manos de una sola persona. Es un proyecto donde tienen que participar muchas empresas. La presentación del proyecto que se hizo en donde hay grupos empresariales de mucho prestigio en el mundo, reconocidos por todo el mundo, te permite darte cuenta que no es obra de una persona. Efectivamente alguien tiene que vender la ilusión, vender el sueño. Yo no te puedo decir que se va a hacer el Canal, se va a hacer cuando el estudio de factibilidad diga que sí se puede hacer.
::: Pero ya hay fecha y todo.
Sí, sí, pero está en estudio. El Canal se va a decidir cuando digan sí se puede hacer y la ruta es esta. Hasta el momento nadie, nadie, nadie puede decir que se puede hacer y que la ruta es esta.
::: Wang Jing ya trazó una ruta.
Ese fue un error o de redacción o traducción o de interpretación, porque después salió un comunicado oficial de la empresa que ni se había querido decir eso.
::: ¿Qué vendría siendo Wang Jing si no hay una sola persona detrás de la concesión?
Un facilitador, un promotor. ¡Alguien tiene que vender el proyecto! Alguien. Y hay que venderlo no a solo una persona ni a un gobierno. Alguien tiene que dar el paso. Y si Wang Jing lo dio, pues bienvenido Wang Jing. Y si uno de apellido William o McGregor, de Francia o de España hubiera sido el facilitador, también bienvenido.
::: Lo que pasa es que el “facilitador” tiene toda la concesión.
Es que para vos poder vender un producto tenés que tener una concesión.
::: Se ha dicho que es una concesión exagerada.
No sé… No la he leído en detalle, si es exagerada o no exagerada. Lo importante es que se está promoviendo y ese Gran Canal es una gran noticia en todas partes del mundo. Los grandes empresarios, inversionistas, consorcios del mundo están hablando de Nicaragua. Si ellos creyeran que es una mentira, yo pienso que no estarían entusiasmados. ¡Hasta los panameños están preocupados!
::: Todavía no sabemos quiénes son esos empresarios.
(Hace una breve pausa) Sí, pero acordate que ningún empresario dice: “Yo invierto”. Por lo regular todos los consorcios son sociedades anónimas, que los dueños no aparecen. Aquí, cuando presentaron a Wang Jing, presentaron como cinco empresas con nombre y apellido, que han trabajado grandes proyectos en el mundo. Como empresario, lo que me interesa es que haya negocio, que Nicaragua tenga posibilidades de desarrollarse.
::: ¿Va a haber una invasión china?
No creo, fijate, no creo. Creo que ese es un “mono” que le meten a la gente. ¡Los chinos no van a construir el Canal! Supongamos que se decide que va el Canal, aquí se va a licitar quién lo va a construir. Los mayores expertos en construcción de canales son los norteamericanos. ¿Quiénes construyeron el Canal de Panamá? Los Estados Unidos.
::: ¿Qué sabe usted de Wang Jing?
No, no lo conozco. Yo lo que tengo es la información que está en internet, la información oficial que se sabe.
::: Volviendo al comercio, ¿le estamos vendiendo muy poco a China?
Casi nada.
::: Creo que son cuatro millones de dólares.
Pero sabés qué es lo que vendemos: chatarra. Y todo el pepino de mar que se produce en Nicaragua llega a China, pero imaginate que no lo exportamos nosotros a China. Nos lo compra un americano y un americano es el que se lo vende a China el pepino de mar nuestro, porque no hay relaciones diplomáticas. Pero ellos sí nos importan millones de millones, celulares, accesorios de carros.
::: ¿Qué tipo de chatarra exportamos?
Chatarra, chatarra, chatarra. Literalmente. Y es un gran rubro, esos son los cuatro millones. Más el pepino de mar, algunos tipos de café que salen a través de otras personas o lo compran empresarios taiwaneses y entran por Taiwán. Imaginate que un chino se comiera una vez al mes un quesillo chontaleño… No tendríamos leche suficiente para producir el quesillo que ellos necesitan. Necesitan comida. Cada año 30 millones de chinos salen de la pobreza. Ese chino que antes no tenía cómo comer, ahora sí tiene y tiene que buscar la comida. Y China no produce la comida suficiente para darle de comer a todos los chinos. Las posibilidades son inmensas para nosotros poder vender nuestros frijoles, arroz, café, nuestro tabaco, nuestro ajonjolí.
::: ¿Sería posible con esos altos aranceles?
No se puede. Ahorita no se puede. Ningún chino te compra, porque es muy caro, por el arancel. Entonces, ¡lo ideal es que los chinos nos quiten los aranceles! Pero como no hay relaciones diplomáticas, esa es una responsabilidad del Gobierno, ese es un paso que el Gobierno tiene que dar. Nosotros gestionamos ante los empresarios chinos para que ellos hablen con su gobierno para que puedan bajar el arancel. China consume té y ya está comenzando a consumir café. Miles de chinos cada año se convierten en billonarios y toda esa gente requiere de productos de calidad.
::: ¿Hay que aprender mandarín?
Hombre, yo creo que… sí. Mmm… el inglés es universal y casi todos los chinos hablan inglés. Se te ponen que hablan solo chino, pero siempre hablan inglés. No ha habido un solo chino empresario que hable solo chino.
::: Aquí ya se están ofreciendo clases.
Sí, la Embajada de Taiwán, que además creo que está haciendo una obra extraordinaria, promoviendo clases de mandarín. Y algunas universidades están abriendo clases de mandarín. Si China ya es la segunda potencia del mundo y en quince años va a ser la primera, creo que es importantísimo que hablemos mandarín. En Costa Rica el mandarín ya es una clase en las universidades.
::: ¿Se nos fueron arriba los costarricenses en esto de las relaciones diplomáticas con China?
Dieron el paso primero que nosotros y son los únicos beneficiados en Centroamérica, de parte de los chinos. Hay inversiones millonarias ¡y no hay invasión de chinos! (ríe).
::: ¿Y usted ya aprendió a hablar mandarín?
No, pipi, no. Con costo hablo español.
::: ¿Ni inglés? ¿Cómo le hace para comunicarse con los chinos?
Con traductores… ¡Espero que me digan la verdad cuando me traducen! (ríe).
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