Tatiana Rothschuh
Aunque su vida languidecía, se mantuvo firme y enérgica, fue incesante e invencible en su clamor y lucha de exigir justicia por el asesinato de su hija, la periodista de LA PRENSA, María José Bravo, pero a esa sufrida madre, doña Elda Antonia Sánchez, la venció la muerte. ¡Que ese asesino (el matón de El Ayote) cumpla la condena de 25 años de cárcel! fue el grito que se llevó hasta su última morada.
La madre de María José expiró a sus 63 años, a la medianoche del 30 de mayo, en el Hospital Regional Asunción de Juigalpa, tras agravarse su estado de salud y sufrir una trombosis pulmonar.
Ese clamor que doña Antonia elevó en cuanta instancia tuvo a su alcance es lo que recordará su hija Esperanza Sánchez Sevilla, pero también su don protector, sus consejos, amor, cariño y mimos volcados hacia el hijo de María José, Néstor José Velásquez Bravo, quien ahora ha alcanzado los 11 años.
Doña Antonia fue velada ayer en su casa de habitación, ubicada frente a la Alcaldía de Santo Tomás. Hoy a las 1:00 p.m. se efectuará la misa de cuerpo presente en la parroquia y luego será sepultada. Los periodistas, corresponsales y el colectivo de LA PRENSA expresan sus condolencias y solidaridad.
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