En el primer día del segundo mandato presidencial, el republicano Donald Trump ordenó poner fin a los Procesos de Permiso de Permanencia Temporal para nacionales de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela (CHNV), conocido como parole humanitario, que había instaurado el expresidente Joe Biden.
Por medio de una orden ejecutiva firmada el lunes 20 de enero de 2025 por la noche, Trump ordenó al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) «terminar todos los programas y categorías de libertad condicional que sean contrarias a las políticas de Estados Unidos establecidas en mis órdenes ejecutivas, incluyendo el programa conocido como parole (humanitario) para cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos».
El parole humanitario fue creado por la Administración de Biden en octubre de 2022 para los ciudadanos venezolanos. En enero de 2023 se amplió la lista de países para los migrantes de Nicaragua, Cuba y Haití como elegibles al programa. Desde ese momento se estableció que 30 mil personas de las cuatro nacionalidades podrían entrar mensualmente a EE. UU.
LA PRENSA corroboró que el sitio web del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (Uscis), donde hay información sobre el proceso, ahora tiene una nueva notificación que dice «esta sección contiene información que ya no está vigente, pero permanece en nuestro sitio web para propósitos de referencia».

«No tiene que elaborar ningún reglamento, promulgó su fin»
El programa del parole humanitario permitía que los beneficiarios, al contar con un patrocinador —como requisito fundamental—, lograran viajar a Estados Unidos de forma legal para vivir, y trabajar durante dos años en suelo americano.
El abogado y académico de Derecho Internacional y presidente del Nicaraguan American Legal Defense and Education Fund (Naldef), Harold Rocha, mencionó que si bien es cierto desde octubre del año pasado el DHS anunció que no ampliaría la estadía, ahora el presidente Trump «ha decidido darlo por finalizado a partir del lunes. No tiene que elaborar ningún reglamento, simplemente promulgó su fin y ordenó clausurar inmediatamente la app CBP One, que es imprescindible para poder tramitar la autorización de viaje».

Agregó que «se entiende que desde el lunes 20 de enero ya no se puede tramitar nada con relación a ese programa, y que quienes estaban haciendo trámites no podrán concluirlos. Quienes estén ya en EE. UU. podrán quedarse hasta agotar su permiso de dos años, a menos que puedan optar a otro estatus».
Sobre esto LA PRENSA envió consultas al DHS, sin embargo, hasta la publicación de la nota no habíamos obtenido respuesta.
El experto en leyes migratorias y activista, Ronmell López, señaló que «el cierre del parole es un golpe muy fuerte para los que esperaban ser aprobados, los que solo les faltaba el documento de viaje, los que tenían todo y ya no salieron antes del momento correcto. Este programa trajo esperanza a miles de nicaragüenses, permitiéndoles trabajar en Estados Unidos por dos años».
La eliminación del parole humanitario tendrá impactos significativos en la comunidad nicaragüense, indicó López, destacando la reducción de vías legales, reunificación familiar, impacto económico, aumento de la vulnerabilidad e incertidumbre migratoria.

«La eliminación del parole no solo limita las oportunidades de migración ordenada, sino que también agrava los desafíos humanitarios para los nicaragüenses que buscan un futuro mejor», apuntó López.
Rocha valoró que sin duda es «otra vía legal y segura de emigrar temporalmente a Estados Unidos que se cierra. Exponerse al peligro de viaje no autorizado, en los que además tienen ya muy pocas posibilidades de lograr ingreso a territorio estadounidense, reduce considerablemente las opciones disponibles a los nicaragüenses».
Todo lo anterior, dijo el experto, «preocupa de sobremanera en casos que ese proceso permitía presentar solicitud de asilo y protección bajo estándares jurídicos internacionales y leyes internas de los Estados Unidos. Habrá que esperar que se ofrezcan garantías para que los derechos reconocidos de quienes huyen por persecución diferenciada, puedan ejercerlo, incluyendo los gobiernos de países de tránsito».
Parole benefició a cerca de 600 mil migrantes
Hasta finales de diciembre, según cifras actualizadas y publicadas por el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), aproximadamente 531,690 cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos llegaron legalmente y obtuvieron libertad condicional para entrar a EE. UU.
En concreto, 213,150 haitianos, 120,760 venezolanos, 110,970 cubanos, y 96,270 nicaragüenses fueron examinados y autorizados para viajar.
De ese total, 211,040 haitianos, 117,330 venezolanos, 110,240 cubanos y 93,070 nicaragüenses ya habían viajado a EE. UU., hasta diciembre del 2024, por lo que al menos 3,200 nicas, ahora tras la medida anunciada por Trump, se desconoce si podrán viajar o no a suelo americano.
En el documento firmado por Trump se alega que el propósito es porque «durante los últimos cuatro años Estados Unidos ha sufrido una invasión a gran escala y de un nivel sin precedentes».
Mientras que el DHS en su sitio web, sostiene, que desde que se implementó estos procesos seguros, ordenados y legales, «los encuentros de nacionales de CHNV entre puertos de entrada han disminuido un 91 por ciento».
Lo que vivió el parole humanitario
Cabe mencionar que el 5 de enero de 2023, cuando Biden anunció la extensión del beneficio para Nicaragua, Cuba y Haití, el ahora expresidente indicó que la frontera del sur de EE. UU. estaba cerrada. «Si usted está intentando salir de Cuba, Nicaragua, Venezuela o Haití o ya ha comenzado su viaje a Estados Unidos, simplemente no se presente en la frontera. Permanezca donde esté y haga la solicitud (de ingreso) legalmente desde allí», dijo Biden.
Posteriormente, en menos de 15 días de haber sido extendido el parole, el 24 de enero, veinte Estados republicanos presentaron una demanda en su contra en la Corte de Distrito del Sur de Texas. En la demanda solicitaron al juez federal que detuviese el programa, alegando que es una violación de la ley federal de inmigración, una extralimitación del Poder Ejecutivo y que el programa no cumple las formalidades de legislación que deben ser aprobadas por el Congreso.
A mediados de julio de 2024, la Administración Biden decidió suspender temporalmente por precaución las aprobaciones de viaje del programa del parole humanitario, tras indicios de fraude en las solicitudes de los patrocinadores de los solicitantes.
El 29 de agosto del año pasado, el DHS reinició las autorizaciones de viaje, asegurando según un comunicado, que se ejercerá un mayor escrutinio en las solicitudes para evitar que ocurran fraudes en el proceso. Como parte del proceso riguroso los patrocinadores deben presentar sus huellas dactilares, someterse a mayor escrutinio de los registros financieros y antecedentes penales junto a una investigación adicional para identificar perfiles fraudulentos.
Y a inicios de octubre de ese año, el DHS confirmó que la Administración Biden no extendería la estadía para nicaragüenses, venezolanos, cubanos y haitianos que llegaron con el parole humanitario, es decir que una vez se cumplan los dos años de vigencia del beneficio, el migrante debe abandonar el país, si no optó a otro beneficio migratorio como someter su caso de asilo, reunificación familiar, entre otros.