Como socio comercial, China resultó una decepción. Sus compras de productos nicaragüenses en el primer año de vigencia del Tratado de Libre Comercio (TLC) no superaron ni los cien millones de dólares, según muestran nuevas cifras del Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (Mific).
De un ingreso global de 7,521.9 millones de dólares en concepto de exportaciones de productos y servicios, incluyendo zona franca, China el año pasado solo facturó a Nicaragua 82.1 millones de dólares, lo que representó 0.93 por ciento del total de divisas por ese concepto.
Desde el 1 de enero del año pasado, el 60 por ciento de los productos que Nicaragua exporta al mundo comenzó a entrar con cero arancel al gigante chino con más de 1,200 millones de consumidores. Dos semanas antes de la puesta en vigencia del TLC, el régimen de Daniel Ortega elevó las relaciones diplomáticas con Pekín como «asociación estratégica» y el » mejor regalo navideño» a los nicaragüenses en diciembre del 2023.
El TLC lo negociaron de manera discrecional y sin participación del sector privado nicaragüense, algo que no ocurrió con el DR-Cafta con Estados Unidos, este último consolidándose como el socio número uno de Nicaragua desde entonces. La negociación del TLC chino quedó a discreción del hijo de Ortega, Laureano Ortega Murillo, quien acumula varios fracasos en sus aspiraciones de conseguir inversión con los aliados de la dictadura.
China, un socio comercial débil
Pero antes de poner en marcha el TLC con China, que firmaron el 31 de agosto, los productos nicaragüenses ya gozaban de entrada preferencial en ese mercado asiático, a través de un preacuerdo denominado Cosecha Temprana, por lo que la baja participación de Pekín en las compras nicas no se debe a que el acuerdo comercial aún es prematuro.
Las 2.47 millones de toneladas que Nicaragua exportó el año pasado, incluidos productos de zona franca, sólo 96,248 toneladas mandó envío a China. Ese volumen representó un incremento de 547.8 por ciento comparado con el 2023. Los ingresos subieron 70.8 por ciento.
Y aunque China sigue siendo un socio comercial débil para Nicaragua, el régimen de Ortega ha propiciado que la sociedad comercial con Estados Unidos bajo el paragua del DR-Cafta esté amenazada, luego que en diciembre la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) abriera una investigación bajo la sección 301 de la Ley de Comercio de ese país, que permite investigar “prácticas extranjeras injustas que afectan el comercio estadounidense”.
La baja participación de China en el comercio externo confirmaría que una eventual pérdida de beneficios arancelarios con Estados Unidos, no se podría compensar con el gigante chino. En el 2024, la unión americana facturó 3,640.7 millones de dólares (incluyendo zona franca), esto pese a una contracción del 12.8 por ciento en el volumen y 1.8 por ciento en valor con respecto al 2023.
China no pasa buen momento
Es decir que mientras en China se origina un dólar de cada cien que se venden en productos nicaragüenses en los mercados internacionales, en Estados Unidos se obtienen casi 50 dólares, lo que muestra la enorme brecha que se debe cubrir en caso que se afecte el DR-Cafta.
«El tratado es un hito en el desarrollo de las relaciones económicas y comerciales bilaterales entre China y Nicaragua, que conduce a estimular aún más el potencial de la cooperación bilateral en materia de comercio e inversión, promoviendo la calidad y la mejora de la cooperación y beneficiando mejor a las empresas y los pueblos de los dos países», dijo la dictadura en diciembre del 2023.
Y es que China no pasa por buen momento. Solo el año pasado, el Banco Interamericano de Desarrollo estima que las importaciones de ese país desde América Latina cayeron 0.1 por ciento, mientras
que sus compras totales crecieron apenas (0.9 por ciento).
«El valor de los flujos originados en Centroamérica se estancó en 2024, tras la caída del año previo, como resultado de la disminución de los envíos a Asia, en particular a China, y a Europa, compensado por el incremento de los envíos a Estados Unidos y al resto de la región», dijo el BID.
Lo que dice el Mific sobre las importaciones chinas
De hecho, este año en la región «se espera que el crecimiento económico global real se mantenga estable. Sin embargo, el impacto del repunte en la región será limitado por la desaceleración de China, el bajo nivel de la actividad en Europa y América Latina y, en el balance, una demanda externa más débil en comparación con períodos previos».
Al inicio, el régimen también aseguró que el tratado fomentaría la cooperación económica y técnica entre las dos partes en los ámbitos de la agricultura, textiles, logística, turismo y pequeñas y medianas empresas, lo cierto es que más bien el TLC ha propiciado la apertura de enormes tiendas asiáticas que están compitiendo con las empresas pequeñas y medianas locales, lo que ha generado temor de quiebras de negocios.
Y aunque en varios departamentos y Managua cada vez es más popular la inauguración de tiendas chinas, lo cierto es que el régimen en sus cifras oficiales intenta aparentar que dicha situación no está ocurriendo.
Según datos del mismo Mific, el año pasado las importaciones desde China apenas crecieron en volumen 1.2 por ciento y en valor 18.8 por ciento. Nicaragua pagó 1,647.5 millones de dólares en compras de bienes a Pekín, de un total de 11,467.9 millones de dólares que ascendió dicha factura.