Nicaragua, bajo la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, llega al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, este 25 de noviembre, con 76 femicidios y grandes retrocesos en materia de defensa a la vida de las nicaragüenses, a pesar de que a diario el régimen pregona grandes avances, valoran defensoras de derechos humanos.
De las 76 mujeres asesinadas, 57 han ocurrido en el interior del país y 19 en el extranjero, según datos del Observatorio Contra la Violencia de la organización Católicas por el Derecho a Decidir (CDD).
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En Nicaragua, la dictadura de Ortega pregona todos los días el restablecimiento de los derechos de las mujeres por medio de la Ley 779 o Ley Integral contra la violencia hacia las mujeres, la apertura de Comisarías de la Mujer, y el discurso de igualdad de género en las instituciones del Estado.
“Ley de vitrina en apariencia”
Para una representante de CDD, la Ley 779 es “una ley de vitrina en apariencia” debido a que “su aplicación no ha sido suficientemente efectiva para frenar la violencia machista en el país contra las mujeres, niñas, y adolescentes”.
También reprochó que ha sido reformada para “beneficio de los hombres, al permitir la mediación. Es un acto atroz donde el hombre se convierte en femicida”. La Ley 779 fue aprobada en la Asamblea Nacional de Nicaragua el 22 de junio de 2012 y entró en vigor un mes después.
El 20 de enero de 2014 fue reformada con la incorporación de reformas a la Ley 641, “Código Penal”. Desde ese momento, organismos feministas denunciaron que el Estado propicia la violencia contra las mujeres y genera un clima de impunidad, por las reformas referente al delito de femicidio reduciéndolo al ámbito privado.
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Una feminista y defensora de mujeres, quien pidió no revelar su identidad por temor a represalias, criticó que “estamos en un país lleno de impunidad donde los delitos no tienen pago y las víctimas no tienen justicia”.
A su vez apuntó que cuando hay crímenes atroces, como el de adolescente de iniciales O.S.D., de 14 años, que fue encontrada muerta el fin de semana en la comarca Buena Vista del municipio de El Viejo, en Chinandega, “nos da un panorama de retroceso que hay en un país sin educación, insensible a la violencia, sin respuestas beligerantes ante la gravedad de la violencia”.
En lo que va del año, ya se registran 500 casos de femicidios frustrados y los casos de femicidios se siguen limitando. “Lo que el Estado ha restringido es el delito al calificar únicamente como femicidio los casos que ocurren en el ámbito privado, es decir todos los casos que la mujer esté relacionado, matrimonio, pareja expareja, novio dejando por fuera, todos los casos (femicidio) que ocurren en el ámbito público esta es una de las maniobras donde alimentan la impunidad”, denunció la representante de CDD.
Comisarías de la mujer
En Nicaragua, la vocera de la dictadura Murillo pregona en sus alocuciones las reaperturas e inauguraciones de las Comisarías de la Mujer en el país. A nivel nacional, según reportes de medios oficialistas, existen 363 comisarías, la más reciente fue inaugurada en Terrabona, Matagalpa y El Ayote, Chontales.
“Esto no quiere decir que las mujeres tienen atención especializada, ya que se han desmontado el verdadero modelo de atención integral donde puedan tener acceso a la justicia. Estos lugares deberían ser la primera instancia en recibir a las mujeres que denuncian todas las formas de violencia, pero lamentablemente quienes atienden es un personal sin preparación, y mejor revictimizan a las mujeres”, opinó la representante de CDD.
La feminista nicaragüense por su parte calificó que “son comisarías sin funcionalidad eficiente, ni en atención ni en prevención. Las comisarías deben cumplir estas funciones de atender a las víctimas para que haya justicia y prevenir para disminuir la problemática y el daño a las mujeres así como describe la Ley 779, pero en la práctica no funciona nada, más bien se revictimiza y se somete a las mujeres a la mediación”.
Agregó que de hecho en el país existe el Ministerio de la Mujer (Minim) que en la práctica “está sin presupuesto y sin enfoque al cumplimiento de los derechos humanos”.
Otro de las acciones sin efectividad que ha promovido el orteguismo desde el 2023 y a inicios del 2024, es la Cartilla “Mujer, Dignidad y Derecho”, sobre esto, la representante de CDD, mencionó que “no obtuvo ninguna respuesta positiva y lo demuestra el incremento de la violencia que sobrepasa la cifras de femicidios que se presentaban cuando no había la Ley 779”.
También las defensoras también cuestionan los beneficios de convivencia familiar que el régimen ha otorgado a más 6,000 reos comunes en lo que va del año y denuncian que esto es una forma de promover la impunidad.
“La famosa convivencia familiar donde, favorecen y los dejan gozar de libertad a miles de preso comunes donde es parte de la impunidad a los femicida, agresores abusadores y violadores de mujeres y niñas alimentando la impunidad”, expresó la representante de CDD.
Igualdad de género es “decorativo”
Desde que Ortega asumió el poder en 2007, ha hecho alarde de supuestos beneficios que ha otorgado a las mujeres en materia de equidad laboral, al darles mayor participación en cargos públicos. Si bien es cierto que hay más nombramientos de mujeres en cargos públicos, la realidad es que ellas tienen poca o ninguna capacidad para tomar decisiones.
Las defensoras señalan que para el régimen, las mujeres están relegadas a funciones decorativas y que en práctica la única que tiene voz, voto y poder, eso sí, es la primera dama y vocera de la dictadura, Murillo a quien Ortega le nombró “copresidenta”.
Es importante mencionar que la consigna del régimen sobre ser defensores de la “dignificación de la mujer y promotores de la igualdad y equidad de género” tomó fuerza en 2012, cuando Ortega —mediante una legislación— aprobó la Ley 50-50, que reformó la Ley de Municipios, con la que estableció la paridad de género e igualdad de derechos y oportunidades. Con esta ley, el Gobierno se propuso elevar la participación femenina a lo largo y ancho de todo el estamento público.
“El lema 50 y 50 puede cumplirse, pero sabemos quienes tienen el poder son los hombres ya que las autoridades de las mujeres como funcionarias públicas son tareas mínimas en comparación con los hombre funcionarios públicos”, reprochó la feminista.
En ese sentido, la representante de CDD, compartió que “la realidad de Nicaragua en la que vivimos nos falta mucho camino que recorrer para superar la brecha de género, esto nos dice que estamos ante un retroceso total en los derechos de las mujeres en el que habíamos avanzado hacia la ley de igualdad de oportunidades en la que ni se menciona y mucho menos es aplicable”.