Desde hace más de tres años, Lizandra Góngora no ha podido estar con sus cinco hijos en su casa ubicada en Güira de Melena, un municipio de la provincia de Artemisa, en Cuba. El régimen cubano, encabezado por Miguel Díaz-Canel, la condenó a 14 años de prisión por los supuestos delitos de sabotaje, desorden público y atentado.
Sin embargo, la realidad es que el régimen no le perdonó a Góngora que alzara la voz durante las protestas que estallaron el 11 de julio de 2021, cuando miles de cubanos salieron a las calles para reclamar por las malas condiciones de vida.
Ángel Delgado, su esposo y padre de tres de sus cinco hijos, contó a LA PRENSA que Góngora, de 39 años, padece un fibroma, tiene problemas de visión y dentales, y no puede realizar esfuerzos físicos debido a las condiciones infrahumanas en las que vive en el Centro Penitenciario Los Colonos, en la Isla de la Juventud, un lugar remoto y alejado del resto de las ciudades cubanas.
“En Cuba vivimos reprimidos. He hecho de todo para que la trasladen, pero ni siquiera le han dado atención médica. Allí la comida es pésima, no hay medicamentos, y la corrupción es enorme. No hay condiciones, aunque, en realidad, en ninguna cárcel de Cuba las hay”, asegura Delgado.
Cuando Delgado conversó con LA PRENSA, se preparaba para visitar a Góngora tras el paso del huracán Rafael, que retrasó su viaje. “La última vez que la vimos fue en agosto. No hemos podido visitarla desde entonces, y con el ciclón ahora tengo que posponer el viaje”, expresó.
Salió a protestar como miles de cubanos
Delgado recuerda que la falta de alimentos, empleo y oportunidades en Cuba eran una queja constante de Góngora, quien, pese a la represión y censura del régimen castrista, manifestaba públicamente su descontento. Sin embargo, esas críticas hacia la dictadura le cerraron muchas puertas.
Ella era instructora de baile, pero muy poco pudo desempeñarse en esa profesión. “Éramos una familia grande y las condiciones no eran favorables para criar cinco hijos. Esa fue una de las razones por las que le dieron tantos años de condena: nunca estuvo de acuerdo con las acciones del régimen”, dice Delgado.
Las protestas del 11 de julio de 2021 marcaron un antes y un después en Cuba, ya que la población, desde las protestas del Maleconazo en 1994, no se atrevía a desafiar al régimen. La represión duró días, pero sus efectos se han extendido hasta hoy.
Según Delgado, Góngora se unió a las protestas de manera espontánea. “Estaba haciendo los quehaceres del hogar y, de repente, dijo que ya regresaba, pero no me dijo adónde iba”. Más tarde, Delgado le recomendó que se escondiera, temiendo que la arrestaran. Durante las protestas, ella se lesionó una pierna.
Tres delitos
Góngora fue detenida el 22 de julio de 2021. Cuando Delgado acudió a las autoridades para averiguar su situación, le informaron que estaba acusada de sabotaje, desorden público y atentado. Fue sentenciada a 14 años de prisión, la condena más alta impuesta a mujeres por las protestas del 11 de julio.
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“Fue desterrada de su provincia y trasladada a la Isla de la Juventud, para que no tenga comunicación. Solo puedo visitarla cada dos o tres meses. Llevar a los niños para que la vean es muy complicado”, lamentó Delgado.
Actualmente, él tiene la custodia de los tres hijos que tuvo con Góngora, mientras que los otros dos están al cuidado de su abuela y su padre biológico.
Amenazada en la cárcel
Incluso desde prisión, Góngora continúa denunciando los abusos que sufre bajo el régimen castrista en el Centro Penitenciario Los Colonos. A través de su esposo, ha compartido cómo es tratada.
“Un día me citaron y me dijeron que estaba presa por ‘sedición’, porque hablaba mucho en redes sociales. Le tienen miedo, por eso la detuvieron. Yo era quien sacaba sus denuncias de la prisión, y lo que hicieron fue alejarla de mí”, relató Delgado.
El Código Penal de Cuba, reformado en mayo de 2022, define la sedición como el acto de perturbar el “orden constitucional socialista” o de obstaculizar la gestión pública. Este delito contempla penas de entre 10 y 30 años de prisión, cadena perpetua e, incluso, la pena de muerte.
Delgado agregó que, en septiembre de 2023, Góngora fue amenazada con un arma blanca por una reclusa, pero las autoridades penitenciarias no han tomado medidas para controlar la presencia de armas en la cárcel.
Más represión en Cuba desde 2021
Diversos organismos de derechos humanos han denunciado que, tras las protestas de julio de 2021, el régimen ha llevado a cabo ejecuciones extrajudiciales contra personas que intentaban huir de la isla.
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Una de estas organizaciones, Archivo Cuba, recopila casos de violaciones a los derechos humanos, documentando muertes y desapariciones atribuidas a la Revolución cubana desde 1952.
El panorama en Cuba sigue siendo incierto, con defensores de derechos humanos dispersos, periodistas amenazados y ciudadanos encarcelados por razones políticas. Mientras tanto, la población lucha diariamente por sobrevivir.
“Hay personas que me apoyan. No puedo trabajar porque tengo que cuidar a los tres niños, pero quiero que se conozca nuestra situación. No podemos guardar silencio”, asegura Delgado, quien mantiene la esperanza de que su esposa recupere pronto su libertad.