El defensor de derechos humanos venezolano, Rigoberto Lobo, es categórico al señalar que los presos políticos han sido una moneda de cambio para el régimen de Nicolás Maduro. Al régimen chavista poco le importa arrestar a extranjeros, y los procesos carecen de garantías, por lo que los presos políticos están en total indefensión, según reportes de organismos de derechos humanos como Foro Penal.
“Este sistema corrupto y manejado por mafias en complicidad con el Gobierno utiliza a los presos políticos como moneda de cambio. Estos siempre están presentes en las negociaciones del Gobierno, pero no como un acto de bondad, sino como una estrategia de intercambio”, dijo Lobo en entrevista con LA PRENSA.
Entre el 15 y 17 de noviembre, 143 personas capturadas durante las protestas contra las elecciones en Venezuela del pasado 28 de julio fueron excarceladas, según una revisión de la organización Foro Penal. Sin embargo, los excarcelados no recibieron libertad plena, ya que deberán comparecer ante los tribunales para recibir medidas sustitutivas a la privación de libertad.
Aunque no hay información oficial sobre el motivo de la excarcelación de los presos políticos, Lobo señala que esto puede deberse a un intento del régimen de Nicolás Maduro de enviar señales a la nueva Administración de Donald Trump y “demostrar que están dispuestos a negociar”.
La excarcelación ocurrió pocos días después de la muerte de Jesús Martínez, un preso político con diabetes que falleció al permanecer en prisión por falta de atención médica.
Pese a que no hay indicios sobre eventuales negociaciones del régimen de Maduro para la excarcelación de los 143 presos políticos, anteriormente se han registrado casos en los que el chavismo los utiliza como “moneda de cambio” para negociar y obtener beneficios, especialmente de Estados Unidos.
Además, el dictador Nicolás Maduro descartó el lunes 18 de noviembre que existiera alguna negociación para la liberación de los presos políticos detenidos tras las protestas.
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Según Foro Penal, hasta el 11 de noviembre permanecían en prisión 1,976 presos políticos, entre ellos 69 adolescentes, 163 militares y 246 mujeres. Hasta el momento, la organización que lleva el conteo de reos de conciencia en Venezuela no ha actualizado sus cifras.
La primera excarcelación tras los acuerdos
El 15 de agosto de 2023, el chavismo excarceló al exdiputado opositor Freddy Guevara, un estrecho colaborador del líder Juan Guaidó, dos días después de que comenzara en México un proceso de negociación entre la oposición y el régimen de Maduro.
Guevara, quien llevaba poco más de un mes detenido y estaba acusado por la Fiscalía de tener vínculos con paramilitares, dijo tras su excarcelación que desconocía las “condiciones” de su libertad. La excarcelación ocurrió en el marco de unas negociaciones entre el chavismo y Juan Guaidó con la mediación de Noruega, las cuales concluyeron en septiembre de 2023 sin mayores resultados.
En octubre de 2023, el régimen de Nicolás Maduro liberó a un grupo de presos políticos como fruto de las negociaciones con Estados Unidos, antes de firmar el acuerdo en Barbados con la Plataforma Unitaria Opositora.
Estados Unidos había concedido un plazo hasta finales de noviembre para la liberación de todos los presos políticos venezolanos y estadounidenses, además de la rehabilitación política de todos los candidatos opositores, incluyendo a María Corina Machado, algo que no se concretó. A cambio, Estados Unidos alivió algunas sanciones sobre el petróleo y gas de Venezuela.
Sin embargo, este alivio duró muy poco, al menos de forma completa. El 17 de abril de este año, Estados Unidos revirtió parcialmente la medida, asegurando que Maduro incumplió sus compromisos electorales al inhabilitar a la candidata opositora María Corina Machado.
La mediación de Qatar por Alex Saab
El 20 de diciembre de 2023, el empresario venezolano Alex Saab llegó a Venezuela tras recibir un indulto del presidente Joe Biden en un “canje” en el que medió Qatar.
Saab permanecía en prisión desde 2020 acusado de los delitos de lavado de dinero a través de Estados Unidos. En cambio, la Administración Biden confirmó la liberación de 10 estadounidenses y 20 presos políticos venezolanos.
“A veces, el Gobierno detiene extranjeros ilegalmente, sin haber cometido delitos, para utilizarlos en negociaciones. Esto ha sucedido, por ejemplo, con Estados Unidos, usando a estos detenidos para negociar flexibilizaciones económicas contra Venezuela. Además, utilizan a los presos políticos como herramienta de presión política contra la oposición”, puntualizó Lobo.
Dictaduras no entienden de negociación
A consideración de Lobo, estas acciones del régimen de Maduro reflejan que los regímenes dictatoriales incumplen los acuerdos. “Es momento de que los gobiernos dejen de actuar con sutileza o complicidad hacia su régimen. También es un llamado a las poblaciones de estos países para que presionen a sus gobernantes y clasifiquen a Maduro por lo que realmente es”, manifestó Lobo.
Añadió que la comunidad internacional “debe entender que nadie está a salvo de esta amenaza”.
“Mientras líderes como Miguel Díaz-Canel, Daniel Ortega, Rosario Murillo y Nicolás Maduro sigan actuando con impunidad, continuarán alentando a otros autoritarios en la región”, señaló.
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Lobo agregó además que muchas veces se comunica directamente a las familias que sus seres queridos serán liberados, lo que, a su juicio, genera una esperanza que, cuando no se cumple, destruye emocionalmente a estas personas y fractura familias.
Torturas en prisión
Aunque no se trató de una negociación, un caso que refleja la crueldad con la que trata el régimen chavista a los presos políticos es el de Antony Vegas, un opositor arrestado en 2014. En agosto de 2018, salió de prisión después de cuatro años, dos de estos por el supuesto delito de portación ilegal de armas y otros dos por órdenes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) que lo retuvo sin mayores explicaciones en la temida prisión El Helicoide.
Vegas fue arrestado el 4 de octubre de 2014 luego de una redada en la urbanización donde vivía, por el caso del asesinato del diputado chavista Robert Serra en ese mismo mes. A Vegas lo llevaron a la temida prisión El Helicoide y lo convirtieron en un “chivo expiatorio”.
“Me dijeron que tenía que admitir el asesinato del diputado, algo que para mí era totalmente desconocido. Me amenazaron con que, si no admitía los hechos, violarían a mi hija. Al final, les dije lo que querían escuchar y dejaron de torturarme”, relató Vegas.
Represión se agravó tras las elecciones
A raíz de las protestas que estallaron tras el fraude en las elecciones generales de julio de este año, las fuerzas de seguridad venezolanas detuvieron a más de 2,400 personas, aunque liberaron a una parte de ellas posteriormente. El régimen los acusa, entre otras cosas, de violencia y vandalismo.
En prisión, Vegas conoció a presos políticos y, luego de ser excarcelado, comenzó a hacer activismo, lo que reactivó la persecución en su contra. Durante la campaña de María Corina Machado y Edmundo González, sufrió ataques físicos.
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El 22 de julio de 2024, el fiscal venezolano Tarek William Saab emitió órdenes de captura contra Vegas, Jhon Álvarez y Eleyn Echarry por los supuestos delitos de homicidio calificado en grado de frustración y lesiones contra un diputado de la Asamblea Nacional. Sin embargo, el verdadero motivo fue su apoyo a la campaña de González. Por esta razón tuvo que exiliarse.
En Venezuela, la situación es tan crítica que la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos sobre la República Bolivariana de Venezuela, en su informe de septiembre alertó que el régimen de Maduro ha intensificado dramáticamente sus esfuerzos para aplastar a la oposición.