Para entender mejor lo que significaron las protestas del 11 de julio de 2021 en Cuba, nos tenemos que remontar casi tres décadas atrás. Los cubanos tenían 27 años sin realizar una protesta masiva que hiciera temblar a la dictadura comunista.
Aquello ocurrió el 5 de agosto de 1994, cuando miles de personas salieron a las calles para exigir la salida del régimen de Fidel Castro.
Llamaron al evento el “Maleconazo” porque su epicentro fue el emblemático Malecón de La Habana. Miles de personas llenaron las calles y enfrentaron una represión tan brutal que las manifestaciones solo duraron 24 horas. Según los registros más conservadores de la época, hubo al menos tres muertos y casi cien detenidos.
El origen de esta manifestación ocurrida en el siglo pasado es idéntico a las de julio de 2021.
Después de las protestas del 11-J en Cuba
La población resistió seis días en la calle, pero la represión se extendió durante los siguientes años, hasta la actualidad. Prueba de esto es que la organización Cubalex, en su informe mensual, siempre tiene algún señalamiento de violaciones a los derechos humanos en la isla.
“El Estado cubano se niega a adoptar medidas necesarias para prevenir y cesar las detenciones arbitrarias, actos de hostigamiento, intimidación y amenazas contra defensores de derechos humanos, periodistas, artistas y sus familiares”, señala uno de sus últimos informes.
El abogado Alain Espinosa asegura que cualquier cubano puede ser víctima de estas violaciones. “La represión es bien marcada contra toda aquella persona que simplemente quiera ejercer su labor de libertad de expresión”.
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Los días pasan en Cuba y es común que al mes se reporte algún secuestro por parte de las fuerzas policiales. Pero esta práctica lleva tantos años que a veces “ya no es noticia. Todo pasa a cuentagotas, un detenido, un desaparecido. Incluso cuando sacan a alguien de la cárcel ya no es noticia”, señala un activista de derechos humanos quien salió de la isla hace solo un año, por lo que no quiso ser citado.
Peor calidad de vida
El deterioro de los derechos humanos tras las protestas del “11-J” en Cuba va de la mano con el deterioro de la calidad de vida en la isla.
“Es difícil describirte cómo estamos desde esa fecha”, cuenta una fuente que pidió el anonimato y que atendió a LA PRENSA, desde la ciudad de San Antonio de los Baños, uno de los primeros lugares en manifestarse en 2021.
Según este ciudadano, los constantes apagones, la inflación y el abandono en el que se encuentra la población han afectado negativamente el tema de los derechos humanos.
“La gente no puede pensar en libertad o democracia, con el estómago vacío”, señala.
Si la situación en la calle es difícil, en las cárceles donde están los presos políticos cubanos es mucho peor. El excarcelado político, Carlos Michael Morales, cuenta que pasó mucha hambre en los calabozos de la dictadura castrista.
“No hay nada que comer. Las familias no pueden estar llevando los sacos de alimentos. En la cárcel dejé un compañero que tenía varios días comiendo solo galletas saladas. Su esposa tuvo que vender todo lo que tenía en la casa para llevarle algo”, recuerda.
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La situación en las cárceles es tan desesperante que se han reportado suicidios de presos políticos. Uno de esos casos fue Yosandri Mulet Almarales, quien participó en las protestas del 11-J y recibió una condena de 10 años de prisión por “sedición”. Él se quitó la vida el 22 de agosto de 2024.
“Yosandri tenía 37 años. Se fue deteriorando mentalmente por la constante represión dentro de la misma cárcel y decidió suicidarse”, detalló el excarcelado político y periodista Carlos Morales, quien sigue actualmente bajo el régimen de casa por cárcel.
El Código Penal de Cuba, que el régimen cubano reformó en mayo de 2022, establece que la sedición consiste en perturbar el “orden constitucional socialista” y la obstaculización de la gestión pública. Por este delito se contemplan sanciones de arresto entre 10 y 30 años; cadena perpetua y en casos más extremos, pena de muerte.
Después de la represión a las protestas en Cuba
Cuando se terminaron las manifestaciones del “Maleconazo”, los cubanos se vieron sin una salida. La caída del régimen soviético originó una crisis económica brutal en Cuba.
La población vio en la protesta su única salida y al ser aplastadas en solo 24 horas provocó la “crisis de los balseros”, un éxodo masivo de miles de cubanos que en balsas improvisadas y arriesgando su vida, se lanzaron hacia Miami, huyendo de la dictadura y del hambre. Se habla de hasta 35 mil personas exiliadas.
En aquella ocasión y por presión de la ciudadanía, la dictadura castrista dejó que las personas que quisieran se lanzaran al mar.
En la actualidad varios organismos de derechos humanos sostienen que posterior a la represión de julio de 2021, el régimen cubano ha realizado “ejecuciones extrajudiciales” en contra de personas que intentaban huir de la isla.
Una de estas organizaciones es Archivo Cuba, que se dedica a recopilar casos de violaciones a los derechos humanos, y que gracias a su trabajo han logrado la creación de una base de datos de muertes y desapariciones “atribuidas a la Revolución cubana desde marzo de 1952 hasta la actualidad”.
En octubre de 2022, una unidad de guardafronteras del régimen cubano colisionó con una embarcación que transportaba a cubanos que intentaban salir de la isla. Cinco personas murieron, entre ellas una niña de solo 2 años.
“El Ministerio del Interior aseguró en una nota de prensa que la lancha se hundió al colisionar con la patrulla de guardafronteras luego de violar las aguas territoriales de Cuba, pero los sobrevivientes aseguran que fueron hundidos a propósito”, reportó en su momento la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba.
María Werlau, miembro de Archivo Cuba, afirmó que su base de datos registra que desde julio de 2021 “ejecutaron extrajudicialmente a al menos 21 personas”. Werlau, detalla que de estas al menos tres sucedieron el 11 de julio de 2021.
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“Ocho personas que intentaron salir y fueron asesinadas por guardias fronterizos, cinco civiles atacados por policías y cinco más en prisión. Sin embargo, estas no son todas las muertes. Hay 38 muertes más atribuidas a las manifestaciones”, detalló en una entrevista para el medio de comunicación América TV Miami.
El panorama en Cuba actualmente es de incertidumbre. Con defensores de derechos humanos dispersos, periodistas amenazados y ciudadanos encarcelados por razones políticas, sumado a una población que batalla todos los días para sobrevivir.