Faltan cinco meses para que se venza el período de los dos años para los primeros nicaragüenses que en enero del 2023 recibieron el parole humanitario, beneficio migratorio del Gobierno de Estados Unidos para trabajar y vivir en suelo norteamericano. De acuerdo con cifras actualizadas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), hasta finales de junio, a un total de 93,325 nicas les aprobaron el parole.
Cabe mencionar que el parole humanitario solo estaba vigente para ciudadanos de Venezuela, pero fue extendido posterior para personas de Nicaragua, Haití y Cuba. Hasta finales de junio, revelan datos de CBP, un total de 494,799 ciudadanos de los cuatros países que llegaron en vuelos comerciales obtuvieron libertad condicional o parole.
Del total, 205,026 son haitianos, 106,757 cubanos, 118,706 venezolanos y 93,325 nicaragüenses les fue aprobado el parole; de ellos 194,027 migrantes de Haití ya se encuentran en suelo norteamericano, asimismo 118,706 venezolanos, 104,130 cubanos, y 86,101 nicaragüenses.
En medio de un contexto electoral, donde la campaña política de los candidatos como Donald Trump ha sido arremeter contra la política migratoria de la Administración de Joe Biden, los migrantes no dejan de experimentar incertidumbre, en su mayoría por la situación que atraviesan sus países de origen, a eso se suman las interrogantes de ¿qué pasará después que se venzan los dos años del parole?
¿Qué pasará en enero 2025?
Manuel Orozco, director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo del Diálogo Interamericano, en declaraciones a LA PRENSA aseguró que cuando se vencen los dos años del alivio humanitario la persona beneficiaria “tiene la obligación de volver al país de origen, porque si no, queda de forma irregular y sujeta a las leyes migratorias de deportación”.
En esa misma línea, el activista y experto en leyes migratorias, Ronmell López, recalcó que si bien es cierto aún no hay ninguna información oficial del Departamento de Estado de EE. UU. la disposición del beneficio eran dos años exactos. “Yo creo que los migrantes están en espera de lo que pase en enero de 2025 cuando se conozca lo que pasará con los primeros beneficiados del parole”, apuntó.
Ambos expertos subrayaron que los ciudadanos que temen volver a su país de origen pueden ajustar su estatus migratorio. “Aquellos que temen volver a su país por tener una razón justificada de correr el riesgo de ser afectados políticamente, de poner en riesgo su vida por haber salido, por su situación antes de salir del país, puede entrar en un ajuste de estatus para solicitar asilo político y entrar a ese procedimiento”, explicó Orozco.
De acuerdo con Orozco, a la fecha, “menos del 15 por ciento de los nicaragüenses que han recibido el alivio, han solicitado asilo. Al menos 40,000 de estos nicas ya llevan un año o más de haber salido de Nicaragua”.
López, por su parte, insistió en que la mayoría de personas que vinieron bajo parole tienen varias oportunidades de estadía, por ejemplo “si se aprueba la redesignación del Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) que estamos promoviendo, podrían pasar del estatus de parole al TPS, que es permiso de trabajo temporal”.
Las recomendaciones
El experto Orozco aseveró que los nicaragüenses con el parole a punto de vencerse “deben explorar sus opciones apropiadamente” y describió que primero tienen que “identificar el costo beneficio del significado de quedarse o volver”.
Enseguida, mencionó que habría que “explorar su calidad de vida en ambos escenarios para de esa forma tener insumos suficientes para decidir sus mejores opciones. Estas consideraciones son básicas ya que permiten valorar situaciones difíciles, como quedarse en estatus irregular o volver a una situación política y económica muy precaria”.
No obstante, recordó que “cada persona tiene su propia escala de valores para juzgar sus decisiones, por lo que en lo mínimo esos dos pasos son claves”.
López, aunque mencionó que “se rumora de una extensión del parole, lo cual sería de gran ayuda para los migrantes”, lo que se recomienda es “mantener un récord limpio, pagar impuestos, solicitar y obtener una visa de trabajo por parte de un empleador”.
Y como otra opción es “regresar al país de origen, si no es perseguido político, y volver a aplicar al parole, siempre y cuando que el beneficio continúe vigente”.
A su vez, López recomendó a los nicas que recién fueron aprobados y acaban de llegar a EE. UU. “disciplinarse en su economía, no cometer errores, recordemos que el parole es solo por dos años y hay que aprovecharlos al máximo, oportunidades así no creo que venga otra igual y con el cambio de gobierno las leyes migratorias cambian también”.
Finalmente, hay al menos dos opciones claves que pueden explorar si su intención es quedarse en suelo norteamericano.
La primera es contraer matrimonio con una persona residente o un ciudadano estadounidense. Para ello, habrá que demostrar a las autoridades que existe un vínculo afectivo real. La segunda opción es que un familiar directo, como padre, madre, hijos, hermanos o cónyuge, que ya tengan un estatus migratorio permanente en Estados Unidos (residencia, ciudadanía), pida a la persona ante las autoridades.