Hasta febrero de este año, el Gobierno de Estados Unidos, bajo el mandato de Joe Biden, había aprobado 71 mil solicitudes del parole humanitario para nicaragüenses. En ese momento se desconocía la decisión del juez Drew B. Tipton, quien el 8 de marzo desestimó la demanda de 21 estados republicanos contra el beneficio migratorio, por lo que el parole sigue vigente y los connacionales pueden seguir aplicando. Sin embargo, el programa sigue en riesgo.
“Al llegar a esta conclusión, la Corte no aborda la legalidad del programa”, escribió Tipton en su fallo en respuesta a Texas y otros 20 estados que no lograron demostrar haber sufrido perjuicios económicos a causa del parole, que permite a EE. UU. recibir cada mes a 30 mil solicitantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela en conjunto.
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El parole humanitario es un permiso de permanencia temporal que se da por razones humanitarias urgentes o de beneficio público significativo. Con este permiso, la persona extranjera puede ingresar legalmente a Estados Unidos y trabajar legalmente por dos años.
Este programa fue creado e implementado en enero de 2023 tras la finalización del Título 42 y con el objetivo de frenar la migración ilegal que aumentaba en la frontera sur de EE. UU. con México debido a la alta cifra de cruces irregulares de migrantes de diversas nacionalidades.
71 mil nicaragüenses en trece meses
La más reciente actualización de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), revela que hasta finales de febrero un total de 71 mil solicitudes de nicaragüenses fueron aprobadas, de esos 64 mil ya lograron entrar a suelo norteamericano.
Partiendo de la actualización, en un mes EE. UU. aprobó 7 mil solicitudes, puesto que a finales de enero habían 64 mil.
En total de las cuatro nacionalidades, EE. UU. concedió la “libertad condicional” bajo el parole humanitario a un total de 386 mil ciudadanos de estos cuatro países.
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De los 368 mil que fueron examinados y autorizados para viajar, 156 mil son haitianos, 97 mil venezolanos, 81 mil cubanos y 71 mil nicaragüenses. Los que ya se encuentran en suelo norteamericano son 151 mil haitianos, 91 venezolanos, 79 mil cubanos y 64 mil nicaragüenses.
Estados presentaron apelación ¿qué esperar?
El 14 de marzo, seis días después del fallo en la Corte de primera instancia, los 21 estados republicanos presentaron un recurso de apelación en el Tribual de Apelaciones de Estados Unidos, en el Quinto Circuito.
A lectura de Harold Rocha, abogado, académico y presidente del Fundación Nicaragüense Americano de Defensa Legal y Educación (Naldef, por sus siglas en inglés), por ahora “es difícil vaticinar resultados hasta que las partes presenten sus alegatos escritos”.
Agregó que “es muy probable que los apelantes (Texas y otros estados) pidan alguna medida que suspenda el programa de parole humanitario mientras se resuelve el recurso de apelación. No obstante, tendrían que probar que el juez en primera instancia erró en su apreciación de los hechos o en la interpretación de la ley, y eso es poco probable”.
En esa misma línea, subrayó que por ahora “se entiende el Ejecutivo Federal continuará implementando el programa de parole humanitario como lo viene haciendo desde el 5 de enero de 2023, en base al fallo del juez Tipton del 8 de marzo recién pasado en el Distrito Sur de Texas”.
Aunque afirmó que “habrá que analizar si hay medidas en los presupuestos aprobados recientemente que afecten positiva o negativamente la implementación continua del programa, pero eso es poco probable, no así en temas de asilos”.
La apelación sobre la Ley SB-4 —promulgada por el gobernador de Texas, Greg Abbott— “es prioritaria, porque resolvería la cuestión constitucional que presenta también este caso”.
Cómo aplicar al parole
Lo primero que deben tener en cuenta todas las personas que quieren solicitar el parole humanitario es que la solicitud la debe presentar su patrocinador y no el beneficiario. Es decir, la persona que vive en Estados Unidos de forma legal y que pueda demostrar que cuenta con recursos económicos suficientes.
Para poder completar el Formulario I-134 A —disponible en inglés— primero debe abrir una cuenta en el sitio web myaccount.gov y si ya tiene cuenta solo debe iniciar sesión. El proceso es gratuito y no cobran ninguna tarifa por presentar el formulario.
Debe comenzar a llenar la solicitud proporcionando la información del patrocinador, posterior la información del migrante, adjuntar documentos que demuestren la capacidad económica del patrocinador y finalmente revisar y firmar.
La solicitud no se manda en físico, solamente puede llenarse en línea con un mecanismo similar al de la solicitud de visa estadounidense. Una vez que la solicitud es enviada debe ser analizada por las autoridades migratorias norteamericanas, y solamente si la solicitud es aprobada, las autoridades se comunicarán a través de correo electrónico con la persona que desea migrar y la guiarán para concretar el proceso.
Si el formulario se completa correctamente en unas cuantas horas recibirá la aprobación para viajar. Luego deberá comprar un boleto de avión, solo de ida. Al entrar a los Estados Unidos el beneficiario deberá hacer un proceso para solicitar el permiso de trabajo y el número de seguro social en el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (Uscis, por sus siglas en inglés) y la Administración de Seguro Social (SSA), respectivamente.
Lea aquí: Lo que necesita saber para llenar la solicitud de parole para el ingreso de nicaragüenses a EE.UU.
También la solicitud del parole humanitario se puede realizar a través de la aplicación CBP One, una aplicación móvil gratuita que sirve como un portal único para una variedad de servicios prestados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus siglas en inglés). Aquí una guía de cómo hacerlo.
Según han explicado diversos expertos en leyes migratorias consultados por LA PRENSA, si bien es cierto que los beneficiarios una vez finalicen los dos años para poder vivir en EE. UU. deben regresar a sus países, hay al menos tres opciones claves que pueden explorar si su intención es quedarse en suelo norteamericano.
La primera es contraer matrimonio con una persona residente o un ciudadano estadounidense. Para ello, habrá que demostrar a las autoridades que existe un vínculo afectivo real. La segunda opción es que un familiar directo, como padre, madre, hijos, hermanos o cónyuge, que ya tengan un estatus migratorio permanente en Estados Unidos (residencia, ciudadanía), pida a la persona ante las autoridades.
Y la tercera opción es solicitar asilo político, pero esto debe hacerse antes de cumplir un año de haber llegado a Estados Unidos, pues las leyes migratorias de ese país establecen que si una persona solicita el asilo después del primer año, no será elegible.