Después de varios años de restricciones impuestas por el sector financiero, el impacto de la crisis sociopolítica y la recesión, el crédito ha empezado a influir en las actividades económicas y los consumidores. En el primer semestre la cartera crediticia de los bancos y las microfinancieras está creciendo a dos dígitos, según datos del Banco Central de Nicaragua.
El aumento en la entrega de préstamos ocurre pese a la contracción del mercado del trabajo y las claras señales de desaceleramiento y caída en el dinamismo de varios motores del crecimiento: exportaciones, remesas, ingresos turísticos e inversión extranjera.
Pese a ello, el Banco Central asegura que la cartera de crédito se incrementó en 15.7 por ciento, ocasionado eque esta totalizara los 192,200.1 millones de córcobas a junio. Los préstamos que más se están aprobando son los personales, el industrial y las tarjetas de crédito, estos tres creciendo a un ritmo de más del 30 por ciento.
El crédito personal es el que más se está aprobando (36.8 por ciento de expansión); mientras que la industria ocupa la segunda posición con un aumento de 30.6 por ciento, un ritmo similar en la entrega de las tarjetas de créditos.
En tanto, los préstamos ganaderos (13.5 por ciento de crecimiento) y el agrícola (6.8 por ciento) también están siendo aprobados por los bancos, así como los dirigidos los hipotecarios (4.2 por ciento) y el comercial (3.9 por ciento).
El máximo emisor bancario asegura que “las entregas de crédito mantuvieron los buenos resultados registrados en la calidad de la cartera, así, la cartera vigente se mantuvo en 94.2 por ciento de la cartera bruta total, mientras el ratio de cartera en mora resultó en 1.6 por ciento (1.3 por ciento en junio de 2023)”. El leve deterioro de la mora coincide con la fragilidad del mercado laboral.
Hasta junio, el INSS reportó 799,057 asegurados, por debajo de los 812,151 que contabilizaban en abril, que había sido el máximo registrado en lo que va del año. Es decir, una pérdida de 13,094 plazas formales, en una economía que sigue mostrando dificultades para crear empleos pese a que el Gobierno habla de un crecimiento que está por encima del 4 por ciento.
Los bancos están echando mano del buen momento que experimenta la captación de depósitos del público para acelerar la entrega de préstamos. Así, los depósitos crecieron interanualmente 10.8 por ciento a junio, para totalizar 231,180.4 millones de córdobas.
También el microcrédito
Por su parte, las microfinancieras, que fueron las más azotadas por la crisis sociopolítica del 2018 y la posterior recesión de tres años, hasta mayo la crédito bruta totalizó 15,142.1 millones de córdobas, equivalente a un incremento interanual de 14.8 por ciento.
La cartera de crédito de las microfinancieras continúa concentrada en tres sectores (85.5 por ciento del total): los créditos personales representan el 41.2 por ciento, comercio el 32.6 por ciento y un 11.7 por ciento el financiamiento de actividades agrícolas y ganaderas. Es decir que estos son los préstamos que más se están aprobando en este sector.
Por otra parte, el indicador de mora a mayo de 2024 muestra mejora al ubicarse en 3.7 por ciento de la cartera bruta, es decir más baja que el 4.5 por ciento en mayo de 2023.
El presidente del BCN y operador económico de la dictadura de Ortega, Ovidio Reyes dijo en días recientes que “el año pasado después del primer semestre, en el segundo semestre el crédito despuntó y se ha mantenido ese crecimiento hasta ahora y creemos que se va a mantener así”.
Reyes aseguró que la mejoría del crédito refleja que la capacidad de ahorro de las familias en Nicaragua ha mejorado. “Ese es el punto, porque capacidad de ahorro y capacidad de apalancamiento de la deuda de los hogares y de las empresas. Esa es una excelente señal, porque cuando tuvimos la pandemia, por ejemplo, no había esa capacidad y entonces se debilitó el crédito y también el consumo, enormemente, y hubo demasiado ahorro”, indicó.
“Uno pensaría, bueno va a bajar el ahorro porque sube el consumo, y no está ocurriendo eso, el ahorro continúa, los depósitos crecen al 13 por ciento, pero además se le agrega el crédito; entonces el crédito le da un impulso al consumo y también a la financiación de toda la actividad productiva que está teniendo también una dinámica similar”, agregó.
Reyes afirmó que el sistema financiero “está respondiendo a esta dinámica económica, con tasas de interés estables, se mantienen en los rangos 12 por ciento, 13 por ciento promedio, todas las tasas. Y las pasivas también están observando últimamente unas mejoras”.