El sistema financiero finalizó mayo de este año con 450 sucursales y ventanillas, así como con una planilla de 10,303 trabajadores, indicadores que aún se mantienen por debajo de los observados en el 2017 y 2018 previo al impacto de la crisis política, pero un poco mejor que a finales del año pasado.
Según datos del Banco Central de Nicaragua, el sector financiero aún no reabre 159 ventanillas y sucursales que tenía operando en el 2017, lo que podría ser explicado en parte por el aumento de las transacciones electrónicas y al proceso de recuperación lento del principal negocio: la entrega de crédito.
En el caso del empleo, hasta mayo el sector reportó a las autoridades 1,207 plazas menos aún comparadas con las 11,510 que habían en el 2017, aunque su posición mejora con relación a diciembre del año pasado, cuando habían 10,242.
A nivel de zona geográfica, Managua sigue sin recuperar las 265 sucursales y ventanillas que se tenían en el 2017, al concluir mayo de este año con 195 unidades. Es decir que aùn se requieren recuperar 70 locales de atención al cliente.
En el caso de los departamentos, los bancos y financieras tienen operando 256 locales, menos que los 344 que tenían previo a la crisis sociopolítica. Unas 88 unidades siguen sin reabrirse en el interior del país.
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Más depósitos y más créditos
Durante la crisis el aumento excesivo de la incertidumbre política debido a la represión estatal, ocasionó que los depositantes optaran por retirar gran parte de su dinero de la banca, lo que hizo temblar el sistema financiero nacional. Además el deterioro del mercado laboral provocó un frenazo en la entrega de crédito, lo que hizo contraerse la cartera crediticia.
Al respecto, según datos del 2024, el sistema financiero tenía en depósitos a mayo 232,528 millones de córdobas, por encima de los 160,719 millones de córdobas que se tenía en el 2017.
De hecho, en los primeros cincos meses de este año la banca ha podido captar 15,769 millones de córdobas del público, lo que muestra el nivel de recuperación que esta ha experimentado en los últimos casi siete años, a medida que los nicaragüenses se han adaptado a la incertidumbre política que aún impera en el país.
Sobre la cartera crediticia, hasta mayo de este año el sistema financiero nacional tenía 183,144 millones de córdobas, ligeramente superior a los 163,180 millones de córdobas observados a finales del 2017. En lo que va del año, el sector ha conseguido entregar 12,193 millones.
Es decir que más de la mitad de los 19,964 millones de córdobas que se han recuperado desde la crisis política, se han entregado este año, lo que indicaría que el sector financiero se muestra más confiado en aprobar préstamos actualmente respecto a los últimos siete años.
Esto pese a que la cartera en riesgo sigue elevada comparada con lo observado en el 2017, cuando era de 3.38 por ciento. Hasta mayo de este año la tasa se ubicaba en 5.78 por ciento.
Sobre el patrimonio
En cuanto al patrimonio el sistema financiero reportó hasta mayo de este año un saldo por 58,303.64 millones de córdobas, por encima de los 29,181.46 millones de córdobas en diciembre del 2017.
El sector está mostrando mejor desempeño en sus ganancias. Hasta mayo de este año los bancos y las financieras informaron que 3,118.38 millones de córdobas, cuando en todo el 2017 fueron 5,263.71 millones.
En activos hasta mayo tenían 331,855 millones de córdobas, mientras que en diciembre del 2017 eran 248,473 millones.