La vocera de la dictadura, Rosario Murillo, lleva casi una semana anunciando a los invitados que asistirán al acto del 45 aniversario de la Revolución Sandinista del 19 de julio. Al menos 500 personas, entre activistas, periodistas y delegaciones de bajo nivel asistirán a la actividad.
“Son más de 500 hermanos y hermanas que estamos esperando que vienen de tantas partes donde se admira la revolución”, dijo Murillo en su alocución de este miércoles.
Sin embargo, entre las personalidades de mayor peso que mencionó Murillo está Leila Khaled, una activista del movimiento de liberación palestina que actualmente tiene 80 años y que tomó notoriedad entre 1960 y 1970. Además, tuvo algún tipo de relación con los sandinistas desde antes de la caída del dictador Anastasio Somoza Debayle en 1979, aunque no muy estrecha.
“Leila Khaled, en su juventud y en la adultez, ha mantenido intacto el coraje que caracteriza a su pueblo”, dijo Murillo el pasado 9 de julio.
Khaled es conocida por haber participado en dos secuestros de aviones entre 1969 y 1970, acciones que la convirtieron en un símbolo de la lucha palestina contra Israel y la controversia.
Según documentos históricos consultados por LA PRENSA, Khaled ha sido una de las mujeres palestinas más conocidas, pero ha sido condenada por algunas feministas por usar el bienestar de las mujeres de su nación para promover una posición política de izquierda o nacionalista.
Un secuestro de avión: su primer contacto con sandinistas
Khaled inició sus vínculos con el sandinismo al ser excompañera de lucha de Patricio Argüello Ryan, un nicaragüense-estadounidense que se identificaba como sandinista y que apoyó a Khaled en el secuestro de un avión en 1970.
Según el libro Leila Khaled: ícono de la liberación palestina, de Sarah Irving, el 4 de septiembre de 1970, Khaled conoció a Patricio Argüello, un nicaragüense, nacido en EE.UU., con pasaporte estadounidense, asociado al movimiento sandinista y del que su madre pensaba que estaba estudiando en Europa.
El plan para secuestrar el avión del vuelo 219 de El Al (El Al Israel Airlines), un Boeing 707, fracasó puesto que no contaban con los suficientes secuestradores para llevarlo a cabo por fallas en la logística. En un intento por defender a Leila, Argüello fue abatido por oficiales de seguridad.
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Según Santiago Pozas Pardo, en su tesis doctoral Nicaragua: Autor singular de las relaciones internacionales en el final de la guerra fría, pocos días después del asesinato de Argüello, otro militante sandinista, Juan José Quezada, participó junto con un comando del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) en el secuestro de un avión británico. Esto, según Pozas, fue parte de la “solidaridad internacionalista” del FSLN.
El “controvertido” Daniel Ortega
Sin embargo, debido a la falta de archivos históricos se desconoce si Khaled ha estado en el país anteriormente o durante la década sandinista de 1980. LA PRENSA consultó con exguerrilleros y exmilitantes sandinistas y aseguran que desconocen si la activista palestina ha estado en territorio nicaragüense.
No obstante, el libro de Sarah Irving señala que Khaled ha sostenido encuentros con Ortega. El libro califica al dictador como “controvertido” y señala que en noviembre de 2010, Khaled sostuvo encuentros con el dictador quien, por la forma en la que se expresa el autor, ya tenía fama de autoritario entre figuras “revolucionarias”.
“Además de las reuniones activistas del FSM, el alto perfil de Khaled la ha convertido en una especie de embajadora del PFLP y una amplia comunidad palestina, visitando a figuras como el controvertido presidente nicaragüense Daniel Ortega en noviembre de 2010, y hablando en un mitin electoral del bloque Labor, Democracia y Libertad en la ciudad sureña turca de Mersin en junio de 2011”, señala el libro.
Además, el discurso de Khaled en 2011 contradice lo que la dictadura de Daniel Ortega implementa en Nicaragua: censura y represión contra voces críticas.
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Segú el libro de Sarah Irving, Khaled envió una carta de solidaridad con los trabajadores metalúrgicos italianos en huelga en febrero de 2011, con las palabras: “Es hora de cambiar, es hora de rebelarse contra todo tipo de opresión y corrupción. Es hora de establecer un nuevo sistema basado en la justicia social y la libertad de expresión”.
Patricio Argüello anteriormente considerado como un terrorista
El 26 de octubre de 2001, LA PRENSA informó que el entonces presidente de Nicaragua, Arnoldo Alemán Lacayo, cambió el nombre del complejo geotérmico del volcán Momotombo, sustituyendo el nombre de Patricio Argüello Ryan por el del héroe nacional Andrés Castro.
Esta decisión, que primero contó con el visto bueno de la entonces junta directiva de la Empresa Nicaragüense de Electricidad (Enel), se debió a que consideraban que Argüello “estuvo vinculado a acciones terroristas”. Por esta razón, Alemán realizó “un acto de desagravio al pueblo nicaragüense” por la disposición de la administración sandinista en 1983 de haber puesto el nombre de Argüello a la planta geotérmica.
“El señor Daniel Ortega ofendió la dignidad de las familias nicaragüenses cuando bautizó la Planta Geotérmica con el nombre de Patricio Argüello Ryan, militante del FSLN y terrorista, quien murió junto a Leila Khaled al intentar, ambos, secuestrar un avión de la compañía israelí El Al, en Londres”, expresa el comunicado, que confundió la muerte de Khaled.
Ortega quiere “lavarse la cara” con la “causa palestina”
A criterio de exmilitantes sandinistas, Ortega se aprovecha del contexto internacional en el conflicto entre Israel y Palestina para satisfacer su interés de llamar la atención de la comunidad internacional.
“Ahora yo te puedo afirmar que Daniel Ortega y Rosario Murillo invitan a Leila porque son oportunistas. Se quieren limpiar de sus crímenes presentándose como solidarios con Palestina, aprovechando el repudio mundial que ha despertado el genocidio que las fuerzas sionistas han desatado contra el pueblo palestino, y que deja miles de niños muertos”, dijo la exguerrillera sandinista Mónica Baltodano a LA PRENSA.
A consideración de Baltodano, antes que estallara el conflicto entre Israel y Hamás, Ortega no era solidario con Palestina.
“Ortega no tiene ningún compromiso con esa lucha. Daniel ha cometido crímenes contra el pueblo de Nicaragua, incluyendo niños como Tyler Lorío, y los niños quemados vivos en la colchonería del barrio Carlos Marx, de la familia Vásquez Pavón”, añadió Baltodano.
Baltodano se refirió a las manifestaciones que realizaban disidentes sandinistas desde el Movimiento por el Rescate del Sandinismo (Rescate)
“Durante muchos años ni Ortega ni Murillo tuvieron ningún gesto de solidaridad con el pueblo palestino. Yo recuerdo cuando los israelitas realizaron una Operación Plomo Fundido sobre la Franja de Gaza a finales de 2008 y nosotros, como rescate del sandinismo, marchamos en solidaridad con Palestina”, puntualizó.
Visita de Khaled: un capítulo más en el viaje al pasado del régimen orteguista
Desde que el dictador Daniel Ortega regresó al poder en 2007 ha emprendido acciones que demuestran su interés por regresar al pasado, especialmente a la década de 1980. Aunque en los primeros años de gobierno, el régimen “disfrazó” estas pretensiones, fue a partir de la crisis sociopolítica que estalló en abril de 2018 que se quitó la máscara.
Desde hace casi seis años regresaron las confiscaciones, la persecución a la Iglesia católica y la reaparición de algunos simbolismos, como las siglas del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en el costado este del cerro Motastepe y el cambio del Ministerio de Gobernación al Ministerio del Interior.
“Es parte del show que está montando la dictadura para este 19 de julio. Seguramente, van a decir que son solidarios con la causa palestina. Pero lo paradójico de esto es que mientras muestra solidaridad, reprime al pueblo nicaragüense”, dijo el disidente sandinista Héctor Mairena a LA PRENSA.