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Uno de los 50 tanques rusos T72, comprados por el gobierno de Daniel Ortega a la Federación Rusa, fue expuesto al público en agosto del año 2016. LA PRENSA/Archivo

Casi 4 mil militares rusos entraron a Nicaragua en intercambios con el Ejército en los últimos 10 años

Nicaragua ha permitido el ingreso de casi 11 mil efectivos militares de Cuba, Venezuela, Rusia, Estados Unidos, México, Taiwán y Centroamérica desde 2014

Con trámite de urgencia, el dictador nicaragüense Daniel Ortega Saavedra envió el 31 de mayo de este año a la Asamblea Nacional, controlada por el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), una iniciativa de decreto para ratificar la autorización del ingreso de naves, aeronaves y personal militar extranjero con fines de intercambio y asistencia humanitaria y la salida de tropas, naves y aeronaves nicaragüenses entre el 1 de julio y el 31 de diciembre de 2024.

Con esta nueva autorización de la Asamblea Nacional, Nicaragua ha aprobado el ingreso de 3,690 militares del Ejército de Rusia entre 2014 y 2024, según una recopilación de datos elaborada por LA PRENSA con base en decretos legislativos. Esto coincide con un menor acercamiento en los intercambios militares entre el Ejército de Nicaragua y las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.

De esta forma, para 2024 la Asamblea Nacional aprobó el ingreso de un total de 410 militares de Rusia, 360 de Venezuela, 100 de Cuba y 50 de México, para un total de al menos 920 militares extranjeros.

Plenario de la Asamblea Nacional de la dictadura de Daniel Ortega. Foto tomada de las redes sociales de la AN.

De esta forma, según lo que revelan los decretos, Nicaragua ha permitido el ingreso de al menos 10,645 efectivos militares de Cuba, Venezuela, Rusia, Estados Unidos, México, Taiwán y países centroamericanos en los últimos diez años. No obstante, este conteo es un aproximado, puesto que en la mayoría de decretos legislativos no se especifica la cantidad de efectivos militares que Taiwán envió mientras mantuvo relaciones diplomáticas con Nicaragua, ni los que enviaban otros países centroamericanos.

Desde 2019, Nicaragua no especifica la cantidad de militares de EE.UU.

A consideración de Félix Maradiaga, exsecretario del Ministerio de Defensa de Nicaragua y desterrado político, el mayor acercamiento militar de Nicaragua con Rusia en un contexto bélico en Ucrania es una acción irresponsable del régimen de Daniel Ortega.

«Lo delicado de todo eso es que Rusia es un país que ejercita en este momento una guerra ilegal contra Ucrania, violando todos los principios básicos del derecho internacional. Es un país donde el régimen y las fuerzas armadas están sancionadas. Ortega, al acercar al ejército a Rusia de una forma irresponsable y hasta servil, involucra directamente a Nicaragua en un conflicto ajeno», refirió.

«Hoy es muy obvio de que Ortega decidió sumar a Nicaragua al bloque antioccidental que ve en Europa y Estados Unidos, una amenaza para sus intereses», añadió.

¿En qué consisten estos intercambios?

El artículo 92 de la Constitución Política de Nicaragua señala que se prohíbe el establecimiento de bases militares extranjeras en el territorio nicaragüense, pero que podrá autorizarse el tránsito o estacionamiento de naves, aeronaves y maquinarias extranjeras militares para fines humanitarios, siempre que sean solicitadas por el Gobierno y ratificados por la Asamblea Nacional.

En los decretos legislativos revisados por LA PRENSA se establece que los intercambios son con fines humanitarios, adiestramiento, instrucción, deporte, intercambio de experiencias, integración militar, operaciones de mitigación y sofocación de incendios forestales con el Ejército de Nicaragua.

Aunque esta medida, en algunas ocasiones, ha generado alarma en la región, lo cierto es que es una práctica que se realiza desde antes que Ortega regresara al poder en 2007. De hecho, según archivos de La Gaceta, diario oficial, el entonces presidente de Nicaragua, Enrique Bolaños, autorizó el ingreso de un contingente de 3,600 miembros que llegarían en 2005 al país centroamericano.

Julio César Avilés, general de Ejército de Nicaragua, y el dictador Daniel Ortega. Foto: Presidencia.

Luego del restablecimiento de la democracia en Nicaragua a inicios de 1990, especialmente después de 1997, el Gobierno de Nicaragua inició un proceso de profesionalización del Ejército de Nicaragua.

«Desde el Ministerio de Defensa, en coordinación con el Ejército, se desarrollaron una serie de nuevas alianzas con fuerzas armadas de países democráticos y amigos. El objetivo era elevar las capacidades de respuesta del Ejército ante “nuevas amenazas” desde una visión estratégica de un Ejército en tiempos de paz», explicó Maradiaga.

Según Maradiaga, los ejercicios e intercambios antes de la llegada de Ortega al poder en 2007, se enfocaron en entrenamientos para operaciones conjuntas contra el narcotráfico, el crimen organizado, la trata de personas, preparación ante desastres naturales y otras emergencias, así como la defensa del patrimonio ambiental de Nicaragua.

Sin embargo, el gobierno de Ortega, a partir de 2009, incorporó la llegada de militares del Ejército Nacional de Venezuela y hasta 2012 la llegada de 30 efectivos militares, naves y aeronaves de las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia prevista para el primer semestre de 2013.

Félix Maradiaga, exsecretario del Ministerio de Defensa de Nicaragua. Foto: LA PRENSA

«Eso implicó modificar incluso la lógica de las relaciones militares de Nicaragua y volviendo a vincular al Ejército con fuerzas armadas de países que comparten la visión antiestadounidense de Ortega, como es el caso de las fuerzas armadas de Rusia y Venezuela, entre otros», señaló Maradiaga.

Decretos no especifican cantidad de militares de EE.UU desde 2019

En 2018, año en el que estalló la crisis sociopolítica en Nicaragua, a raíz de la represión gubernamental de las protestas, el país centroamericano permitió el ingreso de al menos 1,911 militares extranjeros, una cantidad que no se registró con antelación y que no ha repetido el régimen orteguista.

Lea además: Ejército participa en encuentro con servicio de cooperación técnica militar de Rusia

Sin embargo, desde junio de 2019 los decretos ya no especifican si Estados Unidos envió militares. No obstante, Nicaragua tampoco envió personal militar al país norteamericano.

En el caso de Estados Unidos, los decretos únicamente establecen el ingreso de personal de las fuerzas armadas, naves y aeronaves para realizar operaciones de ayuda humanitaria, misiones de búsqueda, salvamento y rescate en situaciones de desastres naturales en apoyo al Gobierno de Nicaragua, sin especificar si permitirá o no el ingreso de militares y la cantidad.

Jefe de Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras, general Tito Livio Moreno Coello, y el jefe del Ejército de Nicaragua, general Julio César Avilés Castillo. Foto: Cortesía del Ejército

Maradiaga considera que esta omisión refleja el distanciamiento del régimen de Nicaragua con Estados Unidos.

«Como consecuencia de ese giro radical en los objetivos de seguridad nacional, la Policía y el Ejército se han venido distanciando aceleradamente de las fuerzas armadas de países democráticos e incluso del sistema interamericano, a la vez que se han definido como aliados de Rusia», refirió Maradiaga al respecto.

Costa Rica expresó su preocupación en 2022

El 12 de junio de 2022, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica aseguró que «tomó nota» del decreto emitido por la dictadura orteguista en la que autorizó la entrada de tropas extranjeras, incluidas del Ejército de Rusia.

«Reiteramos la política de paz, buenas relaciones internacionales y de diálogo permanente que impulsa Costa Rica ante sus vecinos y la comunidad internacional, incluyendo los organismos multilaterales en los que Costa Rica basa su defensa de la integridad y soberanía nacional, tanto del territorio como de los mares», expresó la cancillería costarricense.

En ese año, ingresaron 180 militares rusos, 130 de Venezuela, 100 de Cuba, y 150 de México, según los dos decretos legislativos que autorizaron los ingresos a Nicaragua. Entre todas las nacionalidades que LA PRENSA pudo contar, se registró la llegada de 660 efectivos militares a Nicaragua en ese año. No obstante, en 2023 la cantidad ascendió a 920.

El ministro de Exteriores de Costa Rica, Arnoldo André Tinoco, durante una entrevista para Europa Press, el 24 de abril de 2024, en Madrid (España). Europa Press

Sin embargo, la medida, en esa ocasión, generó una reacción del presidente costarricense, Rodrigo Chaves, quien aseguró al ser consultado en un evento oficial que veía «con preocupación» la llegada de estos militares.

“Obviamente, Costa Rica siendo el país pacífico que es, que tomó la decisión histórica de no tener Ejército, Fuerza Aérea armada, marina, etcétera, ve con preocupación que vecinos empiecen a construir una fuerza militar al otro lado de la frontera”, declaró Chaves tras ser preguntado por el tema.

Lea también: Ejército también perdió tras el rompimiento de Nicaragua con Taiwán

Por su parte, Maradiaga considera que el temor de países vecinos, como Costa Rica, es legítimo, en el contexto de la salida de Nicaragua de la OEA y de la invasión de Rusia a Ucrania.

«Si Nicaragua bajo Ortega rechaza los principios de la Carta de la OEA se podría decir también que ya el régimen de Nicaragua no se siente legalmente vinculado a los compromisos con sus vecinos. En otras palabras, las alianzas y compromisos del régimen son con estados foráneos al sistema interamericano como Rusia y China», refirió.

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