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Leopoldo Brenes con el Papa Francisco en Roma. LA PRENSA/ CORTESÍA

Serie | Reto para el Vaticano: El papa Francisco deberá definir el liderazgo de los católicos de Nicaragua 

LA PRENSA presenta una nueva entrega de la serie de artículos que irán retratando a fondo la persecución de la dictadura contra la Iglesia católica. Los artículos no se publicarán consecutivamente, pero recogen para la posteridad este negro período de nuestra historia

LA PRENSA presenta una nueva entrega de la serie de artículos que irán retratando a fondo la persecución de la dictadura contra la Iglesia católica. Los artículos no se publicarán consecutivamente, pero recogen para la posteridad este negro período de nuestra historia

Cuando el papa Francisco deseaba en el 2013 que la juventud católica participara de forma plena de la Jornada de la Juventud en Río de Janeiro, les pidió una cosa: “Hagan lío”. Pero luego de seis años de acoso y persecución gubernamental, a los sacerdotes nicaragüenses el papa no les pide que “hagan lío” frente a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, sino todo lo contrario: silencio y actitudes sumisas. 

Los nicaragüenses, acostumbrados a una larga tradición según la cual la Iglesia católica ha consistentemente alzado la voz ante los abusos de los gobiernos, ahora observan preocupados cómo la Conferencia Episcopal (CEN) guarda silencio.  

Durante meses, mientras monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa y varias docenas de sacerdotes, seminaristas y diáconos estuvieron en diferentes momentos en prisión, la Conferencia Episcopal no se pronunció por su liberación, ni siquiera por un buen trato hacia los que estaban encarcelados. 

La obligatoria renuncia por edad del arzobispo Leopoldo Brenes 

Muchos no entienden qué está ocurriendo con la Iglesia nicaragüense o hacia dónde podría dirigirse. Las interrogantes sobre el rumbo de la Iglesia han aumentado luego que el cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, cumpliera sus 75 años en marzo y presentara su renuncia al papa Francisco, tal como lo exige el derecho canónico. 

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Hasta ahora, el cardenal Brenes no ha recibido respuesta del Vaticano. El papa podría aceptarle la renuncia o podría prorrogar su servicio como arzobispo, simplemente con no contestarle.  

Personas conocedoras del tema que fueron consultadas y que accedieron a dar su opinión, bajo condición de anonimato, se inclinaron por la idea de que el papa mantenga a Brenes el mayor tiempo posible, ya que su carácter “prudente” calza con lo que el Vaticano desea para el comportamiento de la Iglesia católica en Nicaragua. 

La actual política del Vaticano descarta a Álvarez y a Báez 

Pero la mera posibilidad de que su renuncia sea aceptada ha abierto interrogantes sobre quién sería el sucesor en un momento en que el Vaticano no quiere confrontación que ponga en riesgo la labor fundamental de la Iglesia: la evangelización. 

“Todo se está haciendo de acuerdo con la voluntad de la Santa Sede”, dijo un feligrés de León, con conocimiento de la situación en aquella Diócesis. 

Y si la Iglesia no desea que los sacerdotes y obispos confronten al gobierno, para evitar más arrestos y represión, el candidato a suceder al cardenal Brenes en su cargo de arzobispo tendría que ser uno de los obispos que no se han destacado como beligerantes. Y es que en medio de las protestas, dos religiosos alzaron su voz con fuerza: monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, y monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa. 

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Pero la beligerancia de ambos obispos, especialmente en tiempos de la más cruda represión, les ganó el destierro y la desnacionalización de parte del régimen, ambas medidas ilegales e injustas. El nombramiento de uno de los dos como arzobispo de Managua sería interpretado por el régimen como un nuevo gesto de confrontación. 

Sándigo “¿en campaña?” 

Una figura escapa a ese obstáculo: monseñor René Sócrates Sándigo, obispo de la Diócesis de León. Sándigo ha venido durante años mostrándose conciliador con el régimen y ha rehusado actuaciones o pronunciamientos contra la pareja gobernante. Esto ha causado que se le tilde de sandinista. Algunos observadores de la situación han llegado a asegurar que Sándigo está “en campaña” por el arzobispado.

Rene Sándigo, obispo de la diócesis de León. LA PRENSA / TOMADA DE REDES

Al mismo tiempo, esto le ha permitido a Sándigo ser el único obispo al que la dictadura le ha autorizado realizar procesiones y otros actos religiosos fuera de las iglesias. Si al régimen le preocupa que los sacerdotes usen el púlpito para criticarle, esa preocupación no es por Sándigo. 

Pero eso crea otro obstáculo. 

El nombramiento como cabeza de la única arquidiócesis del país que sea percibido como sumiso ante el gobierno podría causar un profundo rechazo de los feligreses. 

El laico leonés dice que monseñor Sándigo es un hombre de carácter fuerte, quien fue designado en León para poner orden luego del mandato de monseñor Bosco Vivas, a quien describió como un hombre muy bueno, de quien algunos sacerdotes se aprovecharon para no seguir sus pautas. 

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“Sándigo fue puesto aquí en León para poner orden. De eso estemos claros”, explicó. “El problema que tiene Sándigo es que él aquí en León no cuajó para nada entre la feligresía, no cuajó”. 

La “mancha” de Sándigo en Chontales 

Pero uno de los más serios cuestionamientos a Sándigo data de los tiempos en que él fue obispo de la Diócesis de Chontales. Al estallar las protestas en todo el país en abril del 2018, Sándigo estaba en Chontales. 

Ese departamento tiene un historial de rechazo al sandinismo y tiene muchos miembros del Movimiento Campesino que batalló contra la ejecución del proyecto del Gran Canal Interoceánico. 

Al desatarse las protestas, campesinos de la zona de Nueva Guinea levantaron el 23 de abril de 2018 un tranque en la carretera. Pero rápidamente se dieron cuenta que serían más efectivos si el tranque lo hacían en San Pedro de Lóvago. En ese empalme se bloquearían las vías que conducen a Juigalpa, Acoyapa y Santo Tomás, los tres importantes centros de producción agrícola y láctea. El 10 de mayo se trasladaron a ese empalme. Ahí permanecerían durante los siguientes dos meses. 

A mediados de julio del 2018, la llamada “Operación Limpieza” había empezado en casi todo el país. La mayoría de los tranques en la zona central del país habían sido despejados por la Policía y los paramilitares. El empalme de San Pedro de Lóvago estaba desprotegido. En el tranque había mucho nerviosismo. De unos 2,000 campesinos, la participación cayó a unos 500. Por las noches, los campesinos casi no dormían. Muchos empezaron a sufrir de trastornos nerviosos. 

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El 13 de julio recibieron la noticia de que el régimen había arrestado a Medardo Mairena y Pedro Mena, dos fundadores del movimiento anticanal.  

El padre Carlos Abea, párroco de la iglesia San Martín, de Nueva Guinea, visitó en varias ocasiones el tranque para velar por sus feligreses en ese lugar. En enero del 2020, Abea confirmó a La Prensa que los campesinos del tranque pidieron al obispo Sándigo que los acompañara en la caravana de camiones en que regresarían a su comunidad. 

“Ellos (los campesinos) intentaron negociar para que el obispo llegara y se lograra la desmovilización del tranque”, dijo Abea a La Prensa. “Pero el obispo (Sándigo) de Chontales se negó. Dijo que él no iba”. 

El ataque en Poza Azul contra los campesinos  

A poco tiempo de haber salido de San Pedro de Lóvago, una llamada telefónica alertó a los miembros de la caravana de camiones que los estaban esperando en el lugar conocido como Poza Azul para atacarlos. 

La advertencia fue tardía. Casi al mismo tiempo sonaron los disparos. Hasta la fecha no se tiene un saldo del número de muertos, heridos o desaparecidos. El gobierno incluso niega que haya habido alguna masacre. 

El ataque figura en el informe del Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua de Naciones Unidas: “El retiro de los campesinos y campesinas en caravana inició en horas de la madrugada del 14 de julio. Sin embargo, a pocos kilómetros de Lóvago, en la carretera de Santo Tomás, agentes de la Policía Nacional e integrantes de grupos armados progubernamentales taparon el paso y empezaron a disparar con armas de fuego de forma indiscriminada contra la caravana”. 

A Mairena le duele que se niegue la veracidad de la masacre y le molesta pensar que alguien que no quiso acompañar a su pueblo en ese momento tan difícil vaya a terminar con tan importante cargo.  

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Sobre Sándigo, Mairena dijo que “no vimos ese respaldo de él, no vimos que se haya pronunciado a favor del pueblo que estaba siendo masacrado de manera cobarde, los estaban asesinando, pero no vimos que él como cristiano estuviera más cerca de los laicos, más cerca de la gente, denunciando lo que es injusto”. 

Mairena: “¿Denunciar las injusticias es ser confrontativo?” 

Mairena dice que tanto monseñor Rolando Álvarez como monseñor Silvio Báez serían buenas alternativas para arzobispos de Managua. Ambos, dice, se han ganado el mérito de estar al lado de su pueblo y no temen alzar la voz para defenderlo de crímenes y abusos. Dice que ninguno de los dos es confrontativo. 

“Ningún obispo, incluyendo los que han sido desterrados, ha tenido un discurso confrontativo, porque en realidad los obispos no usan eso. Lo único que sí han sido es firmes en denunciar todas las injusticias que esta gente viene cometiendo. Entonces es allí donde ellos lo ven como una cuestión confrontativa, pero en realidad no es una confrontación”, afirmó el líder campesino. 

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“Es decir, si vos denunciás lo malo que están haciendo, eso no es buscar un discurso confrontativo. Eso es ser una persona muy justa, muy correcta y es para los que están llamados cada uno de los obispos, los sacerdotes, que es denunciar”, agregó Mairena. “Entonces, de hecho, quien no lo hace, quien ignora las injusticias ¿qué hacen?, pues yo creería que en realidad le falta mucho como pastor para cuidar a sus ovejas”. 

Pero si el papa se guía por la máxima de lograr lo posible y no lo ideal, un obispo como lo describe Mairena no es lo que busca. El laico leonés lo deja claro, “una de las características de la Iglesia y los sacerdotes debe ser la ecuanimidad… si te ven como simpatizante del gobierno, se te van los que no son sandinistas y si te ponés a criticar, se te van los católicos sandinistas. Lo que debe buscarse es que no se vaya nadie, que la fe católica crezca”. 

Monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, en el exilio; monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa y administrador apostólico de Estelí, desterrado por el régimen al Vaticano.

La Iglesia ha cedido en todo, pero la represión sigue 

Desde las protestas del 2018 y la posterior ola de represión, cuando la Conferencia Episcopal trató de mediar en el Diálogo Nacional, el régimen no ha dudado en superar los actos represivos cometidos contra la Iglesia en la década de 1980.  

Ahora han expulsado al nuncio apostólico, han suspendido relaciones con el Vaticano, el mismo Daniel Ortega ha llamado a las autoridades eclesiales en Roma “una mafia organizada”, han expulsado a órdenes religiosas enteras, han obligado al exilio a numerosos sacerdotes, le han negado el retorno a otros que viajaron al extranjero, cerraron emisoras de radio y canales de televisión religiosos. 

Han arrestado sacerdotes, los han condenado a largas penas sin juicios justos para luego desterrarlos, confiscaron la Universidad Centroamericana (UCA) a la Compañía de Jesús, y han prohibido tradicionales procesiones y otros actos religiosos, incluyendo la celebración del aniversario de la aparición de la Virgen de Cuapa el pasado miércoles 8 de mayo. 

El modelo chino de relación con el Vaticano 

Y como el dictador Daniel Ortega tiende a mirar en China el modelo a seguir, muchos se preguntan si busca llevar al Vaticano a aceptar el modelo que ese gigante asiático le ha impuesto a la Iglesia católica allá.  

El gobierno comunista chino creó en 1975 la Asociación Patriótica de Católicos Chinos. Su objetivo: controlar a los católicos. En dicha asociación, es el gobierno chino el que nombra a los obispos, aunque el Vaticano puede emitir un veto si está en desacuerdo. El papa Francisco ha defendido la aceptación de ese esquema afirmando que lo ideal y lo posible, no son lo mismo.  

“Ante una situación cerrada —explicó el papa, según la página web Aceprensa.com— hay que buscar el camino posible, no ideal; la diplomacia es el arte de lo posible y de hacer que lo posible se convierta en lo real”. 

A los sacerdotes en China se les exige que se inscriban en un registro de la Asociación para poder ejercer su ministerio. Los que no aceptan inscribirse, sufren de presiones impuestas por el régimen chino, como no poder usar formas electrónicas de pago y otras maneras de acoso. 

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Nicaragua no ha llegado al punto de que sea el gobierno quien nombre a los obispos. Ni puede nombrar ni puede vetar. Pero sí puede arrestar, condenar y atormentar con nuevas olas represivas. El reto de la Iglesia es entonces presentar un rostro y un discurso conciliador, sin, en ningún momento, bajarle la cabeza al gobierno. Aún no lo logra. 

Eventualmente el papa tendrá que decidir 

El Vaticano tendrá que eventualmente decidir quién encabezará la Iglesia católica en Nicaragua. Una opción es que le extiendan el período de servicio al cardenal Brenes, a pesar de haber cumplido ya los 75 años. Al cardenal Miguel Obando y Bravo, su antecesor, le extendieron su arzobispado más allá de los 79 años. 

El cardenal Brenes sin embargo, según el laico leonés con mucho conocimiento sobre la situación en la Diócesis de León, podría estar enfrentando problemas debido a lo que muchos sacerdotes han considerado una falta de liderazgo para proteger a los sacerdotes que han sido perseguidos y encarcelados. 

“En el sentido de que vos tenés a Silvio Báez, que obviamente ha informado a Roma que el cardenal ha sido poco beligerante. Tenés a Rolando Álvarez, que ya está en Roma, también diciendo que el cardenal nunca dio la cara por él”, dijo este leonés, quien es muy cercano a la Diócesis de León y sus sacerdotes. “Tenés a todos los sacerdotes de Managua que se fueron recientemente, que igual van a decir que el cardenal nunca dio la cara por ellos”. 

“Tenés al Celam, que es el Consejo Episcopal Latinoamericano, que informa al papa que la voz del cardenal nunca se escucha en defensa de nada. ¿Me entendés? Entonces tenés muchas informaciones ante la Santa Sede que el cardenal ha guardado silencio”, agregó el laico. 

Se busca un arzobispo con la sabiduría de Salomón y la paciencia de Job

El laico leonés dice por su parte que el sucesor del cardenal Brenes podría ser monseñor Álvarez o Báez. Y agrega que lo importante es que se conduzcan de forma imparcial, pues para resolver la crisis en Nicaragua, tarde o temprano, habría que sentarse a platicar con quienes se tienen profundas diferencias. 

“Aunque vos tengás razón, un conflicto no se soluciona con gritos. O sea, aunque vos tengás razón en tu reclamo, yo no te puedo decir, ‘seguí, gritale’, sino que te puedo decir, ‘mirá, vamos a sentarnos y vamos a platicar’”, explicó el laico. “Y el mediador tiene que ser una persona que sea ecuánime y que no manifieste estar inclinado de parte tuya o de la otra parte. Debe tener mucha sabiduría”. 

Además de Sándigo que es visto como cercano al régimen, o Báez, Álvarez e Isidoro Mora, obispo de Siuna, a quienes la dictadura les arrebató su nacionalidad, el Vaticano todavía puede escoger entre los otros obispos: Solórzano de Granada, Guzmán de Chontales, Tigerino de Bluefields, Herrera de Jinotega, o incluso otro sacerdote de Nicaragua. O, en última instancia, y aunque no es muy común, el papa podría nombrar arzobispo de Managua a un sacerdote extranjero que esté ejerciendo su ministerio fuera del país.  

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COMENTARIOS

  1. Hace 4 días

    …”el Vaticano no quiere confrontación que ponga en riesgo la labor fundamental de la iglesia: la evangelización.” La RAE define evangelización como el acto de “predicar la fe de Jesucristo o las virtudes cristianas.”
    ¿Es sumisión una virtud cristiana?
    ¿Es convivir con el criminal opresor una “virtud cristiana”?
    ¿Es silencio complice de los crimenes cometidos por el opresor una “virtud” cristiana?
    ¿Es condonar las injusticias parte de las “virtudes” que proclamó Jesucristo?
    ¿Es aceptar regalos lisonjeros, puestos de trabajo, adulaciones y favores de los opresores criminales una “virtud” cristiana?
    Por los hechos pareciera que la respuesta es SI, esas son las “virtudes” a proclamar con tal de mantener su cuota de poder en la sociedad.
    No nos tapemos los ojos y preguntémonos si estos son los valores que entendemos emanan de Jesus o no.

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