En días recientes, las redes sociales se han inundado de denuncias contra el sacerdote Rommel Padilla, párroco de la iglesia Santo Tomás Apóstol, en Corinto, por supuestamente permitir el deterioro del asilo de ancianos Santa Eduviges, impedir actividades a los fieles, imponer altas tarifas por los sacramentos y alinearse al régimen orteguista.
En Corinto surgió una página creada en Facebook en la que se publican denuncias contra el sacerdote. LA PRENSA intentó comunicarse con el sacerdote Padilla, pero a pesar de las llamadas y los mensajes a través de su WhatsApp fue imposible recibir una comunicación.
Rommel Padilla llegó a esa parroquia en sustitución del sacerdote Marcos Díaz, quien fue detenido el 28 de diciembre de 2023 y expulsado del país.
Hasta ese momento, Padilla era el encargado del Tribunal Diocesano de la Diócesis de León, nombrado en este cargo por el obispo René Sándigo, afín a la dictadura orteguista.
Las actitudes de Padilla han provocado, según feligreses que conversaron con este medio de comunicación, que los fieles no participen como antes en las celebraciones religiosas, entre estas, una misa en ocasión de las fiestas tradicionales de la Santa Cruz que ofició el obispo de León, Sócrates René Sándigo, el pasado 3 de mayo.
En las fotografías se observó que la asistencia fue mínima, por lo que el mismo Sándigo le expresó su preocupación a Padilla.
“El padre Rommel Padilla no está en Corinto para servir, sino para gestionar una buena parroquia que la ve como su empresa personal, él desde que llegó a Corinto llegó con la idea de que en Corinto hay dinero y de ahí que subió los precios de los sacramentos y de los certificados”, dijo a LA PRENSA un feligrés de la parroquia Santo Tomás Apóstol, bajo condición de anonimato por temor a represalias.
Cobro excesivo por sacramentos
Una feligrés que conversó con LA PRENSA dijo que desde que llegó el sacerdote Padilla, el cobro por los sacramentos se ha duplicado.
“La gente no está de acuerdo en que en las confirmaciones del 3 de julio va a llegar el obispo René Sándigo y el sacerdote elevó el precio a mil córdobas cada niño y se van a confirmar más de 200. Antes era opcional, porque lo que les interesaba a los sacerdotes era que los niños empezaran el camino de la fe”, dijo la feligrés.
Añadió que sacar un certificado de confirmación costaba 50 córdobas y ahora el padre Padilla fijó una cuota de 200 córdobas.
“Se están quejando de que con los bautizos comunitarios uno daba una colaboración de 100 córdobas y ahora tiene que dar 500 córdobas. Si usted quiere un bautizo privado, está cobrando 2,500 córdobas. Es una persona mercantilista, lo que no le produce lo cierra”, señaló.
La feligrés aseguró que el sacerdote no da cuentas claras sobre los ingresos que obtiene con el cobro de los sacramentos y que el religioso demuestra demasiada cercanía con el Frente Sandinista.
Asilo de ancianos en crisis
Otro feligrés cercano a Padilla dijo a LA PRENSA que el asilo de ancianos Santa Eduviges, que está a cargo de la parroquia Santo Tomás, se encuentra en descuido, luego que el sacerdote despidió a una parte de los trabajadores.
“Ya van más de dos meses que no se les está dando medicamentos y la alimentación no se les está dando a tiempo. Hay ancianos que son diabéticos y no se les está dando la atención correcta”, denunció un feligrés.
El asilo de ancianos Santa Eduviges es el legado del sacerdote alemán José Schendell Berfeld, a quien algunos pobladores recuerdan y consideran como “lo más cercano a un santo”, además fue el fundador de diversas obras sociales en Corinto.
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“Para los católicos, tocar el asilo de ancianos es un delito, porque es una obra de un sacerdote alemán para darle albergue a ancianitos que andaban en la calle. Ningún sacerdote se había atrevido a hacer esas cosas”, dijo.
Feria Gastronómica del Mar con menos asistencia
Uno de los feligreses consultados por este medio de comunicación refirió que el año pasado se recaudó más de un millón de córdobas en la Feria Gastronómica del Mar en Corinto. No obstante, en esta ocasión, el sacerdote Padilla entregó la administración de la feria a la Alcaldía de Corinto, alegando que no tenía la capacidad de hacerla.
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“Este año, la feria fue un poco más pequeña porque no todas las comunidades participaron. Se hizo muy poca comida y el sábado hubo muy poca participación de la gente. El domingo llegó un poco más de gente, pero no es lo mismo que en años anteriores. La gente está muy desanimada”, dijo uno de los feligreses.
Además, el feligrés aseguró que el año pasado para estas fechas ya había informes de lo recaudado en la feria, a diferencia de este año.
