La ola de detenciones de sacerdotes de la Iglesia católica llegó al Occidente del país, donde este viernes 29 de diciembre se reporta el primer cura detenido de la Diócesis de León. Hasta ahora la mayoría de religiosos perseguidos, encarcelados y desterrados habían sido de Managua, Masaya y municipios de los departamentos del norte del país.
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La abogada e investigadora Martha Patricia Molina, que lleva un recuento de los ataques de la dictadura de Daniel Ortega a la Iglesia católica desde 2018, confirmó que la Policía secuestró a monseñor Marcos Díaz Prado, vicario de la iglesia Santo Tomás Apóstol del Puerto de Corinto, que forma parte de la Diócesis de León.
El padre Díaz es el primer sacerdote confirmado como detenido el día de hoy. Ayer jueves 28 de diciembre, el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez, desde su exilio en Estados Unidos, confirmó el secuestro de los sacerdotes Pablo Villafranca, Héctor Treminio y monseñor Carlos Avilez, este último vicario general de la Arquidiócesis de Managua y párroco de la iglesia Santo Cristo de Las Colinas.
Clero entra en emergencia
El clero de León ha declarado estado de emergencia, según informó una fuente a LA PRENSA. Aunque las razones detrás de esta medida no están claras, se podría vincular a las detenciones arbitrarias recientes y a la continua represión del régimen contra líderes religiosos. Se destaca que uno de los sacerdotes detenidos es miembro de este clero.
La tradicional celebración de Navidad, que se lleva a cabo cada fin de año, fue cancelada en la noche del 28 de diciembre, tan solo un día antes del evento programado. Las medidas de seguridad para la ocasión eran estrictas, solicitando a los padres proporcionar previamente los números de placa de los vehículos que utilizarían para asistir al evento
Otros sacerdotes detenidos
Los cuatro sacerdotes detenidos en estos dos días, se suman a otros religiosos detenidos por el régimen en las últimas semanas, entre ellos un obispo, dos seminaristas y otros dos sacerdotes.
El 20 de diciembre la dictadura secuestró al obispo de la Diócesis de Siuna, monseñor Isidoro Mora y a los seminaristas Alester Sáenz y Tony Palacio; asimismo el 21 de diciembre detuvo a monseñor Óscar Escoto Salgado, vicario general; y el 24 de diciembre al sacerdote Jader Guido, segundo vicario, ambos de la Diócesis de Matagalpa.
En el caso de monseñor Isidoro y los dos seminaristas se desconoce dónde se encuentran y la Policía orteguista no ha emitido ningún comunicado. El pasado 19 de diciembre, monseñor Mora habría elevado sus oraciones por monseñor Álvarez y afirmado que la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) se encontraban unida.
No hay acusación judicial
Hasta ahora no se conoce acusación judicial en contra de los últimos sacerdotes detenidos y no se tiene información de su paradero.
Según personas cercanas a ellos, el motivo de la detención es que algunos mencionaron en sus oraciones a monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, que está preso desde hace más de un año, cumpliendo una sentencia de 26 años cárcel por el supuesto delito de traición a la patria y por negarse a salir del país en condición de destierro.
Álvarez era uno de los obispos que más criticaba los abusos y violaciones a los derechos humanos cometidos por el régimen orteguista y resistió el asedio policial hasta su encarcelamiento en agosto de 2022.
Ortega en guerra con la Iglesia católica
Otros sacerdotes que han sido detenidos fueron desterrados y desnacionalizados. El último grupo de 12 fue enviado a Roma.
En los últimos años, Ortega y su esposa Murillo han radicalizado sus ataques contra la Iglesia católica, encarcelando sacerdotes y prohibiendo todas las actividades religiosas fuera de los templos. Particularmente este año en Semana Santa la Policía persiguió a los participantes de las procesiones tradicionales, entre estas, la recreación de la Pasión de Cristo.
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La guerra de la dictadura de Ortega contra la Iglesia católica lo llevó a suspender las relaciones diplomáticas con el Vaticano, tras una crítica del papa Francisco por la detención de sacerdotes en Nicaragua.