El portal de noticias de la Santa Sede, Vatican News, afirmó que la dictadura de Daniel Ortega solicitó al Vaticano el cierre de sus respectivas sedes diplomáticas, aunque un comunicado de la cancillería de Nicaragua se refirió a esta acción supuestamente acordada entre ambos.
Entre el Estado Vaticano y la República de Nicaragua se ha planteado una suspensión de las relaciones diplomáticas, según el comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores nicaragüense. Mientras el portal oficial de noticias del Vaticano dice que “el Gobierno de Nicaragua ha solicitado a la Santa Sede el cierre de sus respectivas sedes diplomáticas”. Vatican News aclaró que “no se trata de una ruptura de relaciones”.
Las relaciones entre el Vaticano y la dictadura Ortega Murillo alcanzaron su punto álgido el viernes, cuando en una entrevista brindada al medio argentino Infobae —a raíz de la condena a 26 años de prisión del obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez y los insultos proferidos por Ortega en contra de la jerarquía católica—, el papa comparó al régimen orteguista con las dictaduras de Hitler y de la Unión Soviética.
“Son un tipo de dictaduras groseras. O, para usar una distinción linda de Argentina, guarangas”, dijo el sumo pontífice.
Sin embargo, la situación había venido en franco deterioro por los actos represivos del régimen contra la Iglesia católica en el país y la ciudadanía en general, desde las protestas cívicas de 2018 que fueron reprimidas violentamente por la dictadura.
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La publicación informativa retomó también parte de las declaraciones del papa Francisco brindadas al diario español ABC, el pasado mes de diciembre, donde habla sobre la diplomacia vaticana, y expresa que la misión de la Santa Sede es buscar cómo salvar a los pueblos, y que su arma es el diálogo.
“La Santa Sede nunca se va, la echan. Siempre trata de salvar las relaciones diplomáticas y salvar lo que se pueda salvar con la paciencia y el diálogo”, contestó el papa en ese momento.
¿Qué significa suspender relaciones diplomáticas?
El análisis La ruptura de las relaciones diplomáticas, publicado en el 2013 por el diplomático y profesor español Carles Pérez, explica que la suspensión de las actividades entre dos partes es una medida de carácter temporal; mientras que la ruptura es el cese y cierre de las actividades; a la misma vez que se retira al personal diplomático.
“En todo caso, la suspensión puede ser incluso el paso previo a la ruptura de relaciones diplomáticas. En este caso, al igual que sucede con la ruptura de relaciones, la Convención de Viena de 1961 prevé… distintas opciones para la adecuada protección de los intereses y propiedades del Estado acreditante”, reza el documento.
A un año de la expulsión del nuncio
Vatican News agregó en su nota que “exactamente hace un año”, el 12 de marzo de 2022, el nuncio apostólico en Managua, monseñor Waldemar Stanisław Sommertag, fue expulsado de Nicaragua, lo que fue tomado con “gran sorpresa y dolor” por la Santa Sede, sin embargo, ya había señales de deterioro, previamente el régimen había retirado al nuncio la condición de decano del Cuerpo Diplomático, que es una distinción que la mayoría de los gobiernos de América Latina reservan para el representante del papa. En el caso de Nicaragua esta existía al menos desde inicios del siglo pasado.
Monseñor Mbaye Diouf, encargado de negocios de la Nunciatura Apostólica, es quien actualmente está al frente de la misión diplomática vaticana.
Otra señal del tensionamiento de las relaciones se dio hace dos meses cuando el régimen negó la renovación del permiso de residencia de dos monjas mexicanas y una salvadoreña que colaboraban en el área administrativa de la Nunciatura en Managua, dejando al encargado de negocios prácticamente solo en la Nunciatura.
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El portal oficial de la Iglesia concluyó la nota aseverando que la situación social y política en Nicaragua se ha agravado en los últimos años con la represión violenta de manifestaciones, detenciones y expulsiones. Entre los presos políticos resaltó el caso de monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, “condenado arbitrariamente” a 26 años de cárcel, “y desde entonces no ha habido más informaciones acerca de él”.