En medio de las olas de calor que afectan diversas actividades productivas, la pesca y acuicultura también resienten los efectos de la crisis climática. Además enfrenta un alza en sus costos de producción y una reducción del precio de sus productos en el mercado internacional, provocado por una merma en la demanda y por la sobreoferta, ya que en 2023 algunos países de América del Sur y Europa reportaron cifras récord de producción.
Mientras tanto, en Nicaragua la actividad productiva empezó el 2024 con una retroceso superior al 20 por ciento, que da continuidad al letargo registrado durante todo el 2023.
A pesar del mal momento que enfrentan, algunas empresas realizaron pequeños envíos de langostas al mercado chino, para aprovechar las condiciones de “libre mercado” que ofrece el Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado con ese país, y que está vigente desde el 1 de enero de este año.
Pero, pese a que el régimen Ortega Murillo ha puesto todas sus esperanzas en su nuevo aliado político y comercial, en el sector acuícola y pesquero no hay mucho entusiasmo. Sus dirigentes aseguran que no será fácil conquistar ese mercado, ya que es muy lejano y los fletes son muy caros en este momento.
Pesca y acuicultura con un año de retroceso
De acuerdo con los registros del Banco Central de Nicaragua (BCN), en diciembre del 2023 el Índice Mensual de la Actividad Económica (IMAE) de la pesca y la acuicultura creció 1.4 por ciento, pero entre enero y diciembre acumuló una caída de 16.7 por ciento.
De hecho, el año pasado el IMAE de este sector solo creció en diciembre con 1.4 por ciento y en mayo con 8.9 por ciento. En los restantes diez meses reportó caídas de entre 5.9 y 41 por ciento, atribuidas a la menor producción de camarón de cultivo y menor captura de camarón marino y otros productos de la pesca, tales como pepino de mar y pulpo.
Esta tendencia se mantuvo en enero de 2024, cuando el IMAE retrocedió más de 20 por ciento. “La pesca y acuicultura disminuyó 21.3 por ciento, correspondiente con la menor producción de camarón de granja; así como por menor captura de escamas, camarón marino y otros productos de la pesca, tales como pepino de mar y pulpo”, dice el informe del IMAE de enero de 2024 que publicó el BCN.
“El clima tiene su incidencia en esta merma, pero además los precios de los productos han bajado en los mercados internacionales y entonces eso también hace que se reduzcan las exportaciones. Además, la pesca ha mermado, en el Pacífico ha bajado un poco, principalmente por el clima que ha afectado. Entonces el clima ha incidido en el bajón de la producción que también enfrenta alza en sus costos”, dice un dirigente del sector pesquero industrial que por temor a represalias solicita no divulgar su nombre.
Pesca y acuicultura perdieron productividad
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, conocida mundialmente como FAO, el calentamiento global ha causado cambios irreversibles que requieren medidas urgentes para fortalecer y acelerar la adaptación y mitigación del cambio climático en la pesca y acuicultura. Estos efectos están reduciendo la producción acuícola que también está afectada por el agotamiento de las áreas de producción y la disminución de la vida marina.
La FAO explica que “el aumento de la temperatura del agua y la acidificación son dos de los principales mecanismos por los que el proceso del cambio climático está repercutiendo en la biodiversidad marina y afectando tanto la productividad”.
El anuario estadístico 2022 del Instituto Nicaragüense de la Pesca y la Acuicultura (Inpesca) explica que la reducción de pesca y captura de algunas especies, entre ellas el caracol rosado, se viene reduciendo desde 2017. Incluso, el consumo per cápita ha bajado producto de una menor oferta.
“El consumo per cápita de 2022 fue de 6.7 kilogramos (14.7 libras) de productos pesqueros y acuícolas, mostrando un decrecimiento de 16 por ciento con respecto al año anterior que fue de 7.9 kilogramos (17.5 libras), explicado por la baja en la oferta de productos pesqueros a consecuencia de la baja en los desembarques globales”, dice el anuario 2022 del Inpesca.
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Volumen exportado también cae
Estas afectaciones se reflejan en los volúmenes de producción y exportación del sector. Los reportes de producción del BCN detallan que el año pasado solo se produjeron 42.08 millones de libras de camarón de cultivo; volumen que representa un merma de 39 por ciento en relación con los 69.49 millones de libras producidos en 2022.
Estas afectaciones se reflejan en los volúmenes de producción y exportación del sector. Los reportes de producción del BCN detallan que el año pasado solo se produjeron 42.08 millones de libras de camarón de cultivo; volumen que representa un merma de 39 por ciento en relación con los 69.49 millones de libras producidos en 2022.
La merma en la producción del camarón de cultivo fue la mayor afectación que sufrió el sector el año pasado, ya que la reducción en la producción de camarón marino fue más leve; en 2022 fue de 1.13 millones de libras y el año pasado 1.01 millones de libras. En cambio, la producción de langosta creció de 7.11 millones de libras a 8.02 millones y la de pescado de 32.90 millones de libras en 2022 a 39.83 millones de libras el año pasado.
Zonas productivas se agotan
Esta tendencia se mantuvo en las exportaciones, los envíos de camarón de cultivo al mercado externo cayeron en 41 por ciento. Pasaron de 11.02 millones de libras en 2022 a 6.50 millones de libras el año pasado. El volumen de camarón marino ni siquiera aparece en los reportes. La exportación de langosta creció en 99 por ciento al pasar de 1.99 millones de libras en 2022 a 3.75 millones de libras el año pasado. En el caso del pescado fresco, gran parte de los 39.83 millones de libras capturados se habrían destinado al consumo interno, ya que solo se exportaron 9.48 millones de libras.
Según los dirigentes del sector, los bajos precios de los productos obligan a las empresas a pagar menos a los pescadores. Sin embargo, consideran que el principal motivo de la merma en la producción es el clima, que acelera el agotamiento de las zonas productivas. “Hay zonas del Pacífico donde se ha reducido mucho la pesca artesanal”, dice otro dirigente de los pescadores artesanales.
El dirigente agrega que esta reducción de las zonas productivas ha obligado a las autoridades a ser más estrictas en los controles de las zonas autorizadas para la pesca, captura y de las vedas.
Inpesca proyecta producir 174 millones de libras
La meta del Inpesca para 2024 es colaborar con 40 mil pequeños, medianos y grandes productores de la pesca y la acuicultura para que produzcan 174 millones de libras (79 mil toneladas) y exporten 111 millones de libras (50 mil toneladas) de productos pesqueros y acuícolas, equivalentes a 284 millones de dólares. Sin embargo, el plan de trabajo no menciona los datos de producción del año pasado.
Durante este año la entidad también realizará 17 estudios de evaluación y seguimiento de los recursos: langosta espinosa, camarones costeros, caracol rosado, pepino de mar y el impacto del sargazo en el mar Caribe. Mientras que en el litoral Pacífico realizará 11 estudios de evaluación y seguimiento de los recursos: camarones costeros, langosta, pargos, tiburones y rayas. Además, promoverá iniciativas de inversión y convenios técnicos científicos en el marco del TLC con China.
Como resultado de estos esfuerzos oficiales por promover el mercado chino, algunas empresas del sector realizaron pequeños envíos de langostas. Según el reporte de comercio exterior del BCN, en enero mandaron 125,100 kilogramos de langosta al mercado chino. “Sí, hay empresas que están experimentando en ese mercado, que en realidad es un mercado nuevo para nosotros, entonces lo estamos explorando y para eso se están haciendo algunos envíos”, dice el dirigente del sector industrial.
Exploran el mercado chino
Pese a estos esfuerzos, el dirigente empresarial aclara que esto no significa que haya un “establecimiento fuerte de las exportaciones a ese mercado”, es simplemente para conocer las condiciones de libre comercio en este que es un mercado muy lejano, por lo tanto los fletes son muy caros. Esa lejanía y encarecimiento de los fletes, a criterio del dirigente empresarial, se vuelve un obstáculo para las empresas, que además tienen mercados interesantes más cerca.
“Pero como el deber de las empresas es abrir la canasta de compradores y fomentar las relaciones comerciales, entonces estamos probando con envíos pequeños, para conocer los precios y ver cómo se comportan, si son estables o no y determinar si en el futuro se pueden establecer contactos para colocar mayores volúmenes”, explica el dirigente.
Además, admite que no es fácil determinar cuánto tiempo tomará saber si se podrá aprovechar o no ese mercado. De momento, esperan que la próxima temporada de langosta que inicia el 1 de julio y termina el 30 de marzo del próximo año sea buena o mejor que la anterior, ya que este es el producto que están enviando a China. De hecho, el año pasado la langosta fue uno de los pocos productos cuya producción creció.
