En los últimos días he estado leyendo muchos artículos que se están ocupando de las posibilidades que tiene Donald Trump de regresar a la Casa Blanca. Son muchos los que consideran que después de sus triunfos en los caucus de Iowa y las primarias de New Hampshire se coloca como favorito para ganar la nominación por el partido republicano. Pero, a decir verdad, como dijo su principal oponente Nikky Haley, la contienda apenas empieza, se necesitan 1,215 delegados para ganar la nominación y Trump apenas lleva 32 y Haley 17. Así que estoy de acuerdo con ella, también recordemos los obstáculos legales que tendrá que salvar y que amenazan con inhibirlo como candidato.
Pero dejemos atrás los caucus, las primarias y las cortes y centrémonos en cómo es Donald Trump como persona, como empresario y qué podemos esperar de él como presidente si se logra instalar nuevamente en la Casa Blanca. Un amigo al que le comenté mi intención de escribir este artículo me envió un escrito del politólogo Robert Kagan, quien el 5 de diciembre pasado publicó un estudio que tituló Una dictadura de Trump es cada vez más inevitable.
Aquí permítanme un alto para recordarles una frase acuñada por el estadounidense Jason Brennan que dijo: “El principal problema de la democracia son sus votantes”. Frase con la que estoy totalmente de acuerdo.
Pero sigamos con la personalidad de Donald Trump. Según algunos psicólogos Trump es narcisista, manipulador, racista, prepotente y arrogante, misógino, con una necesidad de ser admirado, ansía el poder a cualquier costo, es agresivo y fanático de sí mismo. La pregunta es cómo un individuo con esa personalidad puede ganar una elección.
La repuesta nos la da Jason Brennan con su frase, pues cuando dijo que los votantes son el eslabón más débil de las democracias, lo que quiso decir es que los votantes desinformados son la mayoría y que muchos muestran una ignorancia supina en cuestiones políticas. Y aun así, su voto vale lo mismo que el de una persona que conoce a fondo la situación real. A Brennan eso le parece profundamente injusto, sobre todo porque los errores que salen de las urnas pueden tener gravísimas consecuencias. De esto tenemos decenas de muestras alrededor del mundo.
Ahora permítanme exponerles lo que pienso del señor Trump. Creo que es inescrupuloso, como se explica que después de tres bancarrotas emerge de cada una con más capital que antes. Sabe que su histrionismo le ayuda a venderse como lo que no es. Creo que aspira nuevamente a la Casa Blanca porque está golpeado en su amor propio y no por el deseo de servir, pues todavía no supera el haber perdido ante Biden y por eso no solo permitió, sino que también estimuló el triste episodio del ataque al Capitolio.
Como racista que es, estimula el racismo latente de muchos norteamericanos hablándoles al oído de un Estados Unidos fuerte, grande, aislado del resto del mundo. Su discurso de continuar con el muro fronterizo haciéndolo más alto y largo, demuestra su falta de conocimiento de las razones de la migración, pues mientras existan las causas que están a miles de kilómetros del muro, seguirán llegando y como topos rasgarán la tierra para pasar debajo de él.
Para finalizar solo me resta decir, que es muy posible que se cumplan algunas predicciones y que Donald Trump termine ganando la Presidencia para un segundo mandato. Si esto ocurre quiera Dios que ese gran país tenga suficientes herramientas legales y que los contrapesos políticos sean lo suficientemente fuertes para no permitirle excesos. Como el de querer negarle a los nacidos en Estados Unidos su derecho a su ciudadanía por ser hijos de padres indocumentados o que no tengan una permanencia legal definida, esto por dar un solo ejemplo.
Termino haciendo votos porque el electorado norteamericano abra sus ojos y no vote por el que más bonito les hable, sino que lo hagan por el que les demuestre sabiduría y sentido común para dirigir el país que, hoy en día, con todos sus desaciertos es donde una gran mayoría de los ciudadanos del mundo desearían vivir. Winston Churchill dijo: “La democracia es el peor sistema de gobierno, a excepción de todos los demás que se han inventado”; esto nos obliga a todos los que queremos vivir en libertad y prosperidad, a trabajar fuerte y colectivamente para preservarla.
El autor es analista político y directivo nacional de las Fuerzas de Veteranos de Guerra de la Resistencia Nicaragüense.
