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El pasado 12 de diciembre finalizó la COP28, qué era y qué se logró

Comencemos: La COP28 es una reunión de naciones auspiciada por la Naciones Unidas y en esta ocasión la sede fue la ciudad de Dubái. Se llevó a cabo del treinta de noviembre al doce de diciembre recién pasado. Después de doce días de negociaciones, dicha conferencia finalizó con un acuerdo para abandonar gradualmente los combustibles fósiles; es decir, el carbón el petróleo y el gas que son los principales responsables de los gases de efecto invernadero. Por ello los casi 200 países en la conferencia crearon un fondo para los países afectados por los efectos de la crisis climática y firmaron un compromiso voluntario para apoyar la agricultura a nivel mundial.

La conferencia cerró con un acuerdo en el que se abogó para dejar atrás los combustibles fósiles y reemplazarlos por energías renovables. Lo trascendental sobre este acuerdo es que es la primera vez que se aborda el rol de los combustibles fósiles en un acuerdo climático de la ONU. Un acuerdo anterior conocido como Acuerdo de París establece que cada 5 años los países deben realizar un inventario o balance global para evaluar el grado de avance en su implementación y establecer lineamientos para los próximos años.

Según las últimas mediciones la temperatura promedio global se ha incrementado en 1.5 grados centígrados, lo que deja poco margen para cumplir con la meta del Acuerdo de París que era evitar que la temperatura suba más de 1.5 grados centígrados, con los planes climáticos adoptados, se espera que el calentamiento global llegue a 2.5ºC, lo que obliga a aumentar las previsiones para evitar consecuencias más severas.

Está más que claro que es el sector energético es el principal responsable de las emisiones de gases de efecto invernadero a partir de la quema de combustibles fósiles. Hasta ahora, las conferencias de cambio climático solo habían acordado avanzar sobre el carbón, el combustible más contaminante, pero en esta ocasión el texto final de la conferencia en Dubái llama a los países a impulsar la transición hacia la eliminación de los combustibles fósiles en los sistemas energéticos para 2050, de una manera justa, ordenada y equitativa, con los países desarrollados a la cabeza. Además, se pide a todos los países triplicar la capacidad de las energías renovables para el 2030.

Ahora, creo que es valedero hacernos la pregunta de qué pito toca allí Nicaragua como país subdesarrollado con pocas o más bien ninguna industria energética. Aquí lo que se debe hacer a mi juicio es evitar la deforestación de nuestros bosques, ya que estos son los que absorben el CO2 de la atmósfera y lo convierten en carbono que se almacena en su tronco, raíces y hojas. Este proceso en el que los bosques capturan carbono de la atmósfera contribuye a la mitigación del cambio climático. Un bosque que crece está catalogado como un sumidero de carbono, por el contrario, con la destrucción de un bosque o su degradación se libera hacia la atmósfera el carbono que alguna vez fue almacenado, contribuyendo a agravar el problema del cambio climático. Se estima que a nivel mundial el cambio de uso de suelo es una de las fuentes más importantes de GEI. Esta es la abreviatura que se usa para identificar los Gases de Efecto Invernadero, que se acumulan en la atmósfera terrestre y son capaces de absorber la radiación infrarroja del Sol. Como consecuencia, la retienen y aumentan el calor en la atmósfera. Esto es lo que se conoce como el Efecto Invernadero.

En Nicaragua por décadas hemos deforestado nuestros bosques inmisericordemente, cometiendo la insensatez de no respetar los árboles que crecen a las orillas de nuestros ríos, lo que ha ocasionado que muchos de ellos se hayan secado. Últimamente he tenido conocimiento de un esfuerzo de reforestación en la zona de Estelí y Nueva Segovia, pero desgraciadamente continuamos desforestando nuestro gran pulmón natural que es el bosque de Bosawas. Se estima que a la fecha ya sea por la tala de árboles para uso maderable o por la invasión de colones que desforestan para la cría de ganado se ha desforestado casi en un 30 por ciento. La verdad es que se debería de frenar ese arboricidio pues en Bosawas nacen numerosos afluentes que alimentan nuestros ríos.

Para finalizar viene a mi memoria una frase de don Fabio Gadea. Decía él que muy pronto el agua será más cara que la gasolina y ese día en algunas regiones del mundo ya llegó. Nosotros que hemos sido bendecidos con dos lagos y una buena cantidad de ríos, debemos ser más responsable con su uso y cuidarlos para que nuestras próximas generaciones puedan disfrutarlos.

El autor es analista político y social, directivo nacional de las Fuerzas de Veteranos de Guerra de la Resistencia Nicaragüense.

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