Las violaciones de derechos humanos, civiles y políticos que ejerce la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra los nicaragüenses tomó relevancia este año nuevamente en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, a través del presidente de Chile, Gabriel Boric, quien denunció la persecución hacia los opositores y críticos del régimen.
“Me siento en el deber, como hemos denunciado ante otros foros internacionales, de denunciar ante esta Asamblea y el mundo la persecución que hoy día vive quien piensa distinto del gobierno del régimen dictatorial del señor Ortega y Murillo, en Nicaragua”, expresó el mandatario durante su intervención en el foro mundial.
Denunció que a los nicaragüenses “no solo se prohíbe su participación en elecciones, sino que se les priva de su nacionalidad, se les allanan sus casas y se les priva de derechos políticos”.
Hasta el 31 de agosto de este año, en Nicaragua se reportaron 89 personas privadas de libertad por razones políticas, según datos del Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas, cuyos números son avalados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
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Desde 2018 el país vive en crisis política por la represión policial contra todo tipo de oposición, crítica o manifestación pública contra el régimen orteguista. Esto ha implicado encarcelación de opositores, entre estos estudiantes universitarios, aspirantes presidenciales, exdiplomáticos, periodistas, dueños de medio de comunicación, incluso sacerdotes y obispos, como el emblemático caso del obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez.
Las tensiones entre Ortega y Boric
Boric es el presidente latinoamericano que más ha usado su voz para denunciar los crímenes y la represión que ejerce Ortega en el país.
Por ello, Ortega ha arremetido contra él y su gobierno. El 12 de septiembre pasado, Ortega llamó a Boric “Pinochetito”, por según él abandonar su promesa de justicia por la presunta represión de manifestantes en 2019 durante el gobierno de Sebastián Piñera.
Al día siguiente Boric contestó a Ortega llamándolo “dictador” y dijo que instruyó a su ministro de Relaciones Exteriores, Alberto Van Klaveren, que presentara una nota de protesta diplomática a Nicaragua, en defensa de la institución policial de su país.
En diversos foros y en sus cuentas de redes sociales Boric se ha solidarizado con las víctimas de la represión en el país