Luego de diez años de déficits constantes, por primera vez las finanzas del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) mostraron una leve recuperación al alcanzar —al cierre del primer semestre de 2023—, un superávit de 570 millones de córdobas. Esta recuperación ocurre mientras la institución ya agotó sus reservas técnicas, enfrenta dificultades para elevar la afiliación, y sin que se haya planteado una reforma que alargue su vida. Además, difiere de la proyección oficial que calculó un déficit de 3,571.7 millones de córdobas para este año.
Por tanto, a criterio de especialistas, refleja que hay un creciente incremento del déficit que se está cubriendo mediante asignaciones estatales a través del Presupuesto General de la República, que con el tiempo seguirán creciendo y obligarán a sacrificar otras asignaciones. Porque mientras la crisis financiera persista, el Estado debe garantizar los recursos para que el INSS cumpla con las obligaciones pactadas con asegurados y jubilados.
De acuerdo con el reporte de Finanzas Públicas que publica el Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP), en el primer semestre de 2023 los ingresos del INSS totalizaron 20,654.8 millones de córdobas. De ese monto, 19,019.0 millones se percibieron a través de las contribuciones sociales y 1,635.8 millones a través de otros ingresos. El apartado de otros ingresos promedió 272.6 millones de córdobas mensuales, pero en mayo y junio se duplicó y elevó el monto total de ingresos de ambos meses.
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Hubo más compra de bienes y servicios
Este incremento se registró mientras la entidad perdía afiliados y los ingresos obtenidos a través de las contribuciones sociales se mantenían casi invariables, en el rango de 3,169.8 millones de córdobas mensuales. Según las estadísticas del Banco Central de Nicaragua (BCN), cerró junio con 790,397 cotizantes, cantidad inferior a los 794,254 cotizantes que reportó en mayo, lo que significa que 3,857 salieron de su planilla. La salida de trabajadores del sistema refleja las dificultades que sigue enfrentando el INSS para recuperar los cerca de 200 mil afiliados que perdió a raíz de la crisis sociopolítica que estalló en abril de 2018.
En medio de estas contradicciones, los 20,654.8 millones de córdobas en ingresos que reportó la entidad en el primer semestre del año le permitieron cubrir los 19,545.1 millones de córdobas en gastos que acumuló en el periodo. La institución reporta gastos promedio mensuales de 3,257.5 millones de córdobas, que en marzo se elevaron hasta 3,577.2 millones.
Este incremento lo empujó una mayor compra de bienes y servicios, que en promedio le destinaron 1,021.8 millones de córdobas mensuales. Mientras que en los recursos destinados a remuneraciones a los empleados se registró un leve descenso. En enero se destinaron a estos pagos 192.5 millones de córdobas y esta fue la cifra más alta del periodo, ya que desde ese mes comenzó a bajar, hasta ubicarse en 164.3 millones en junio.
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Superávit difiere de la meta presupuestaria
Con los ingresos registrados durante el primer semestre del 2023 se cubrieron los gastos y quedó un sobrante o superávit de 1,109.7 millones de córdobas. Sin embargo, al restarle los 539 millones de córdobas destinados a la adquisición de activos no financieros el superávit se redujo a 570 millones de córdobas. Este resultado positivo del cierre operativo marca un quiebre, después de diez años consecutivos de huecos financieros. Los déficits de la entidad alcanzaron su momento más crítico en 2018, al totalizar 4,508.5 millones de córdobas.
Además, el superávit que registraron las finanzas del INSS en el primer semestre de 2023 difiere de las metas oficiales, ya que el Presupuesto General de la República proyecta que el INSS perciba 38,962 millones de córdobas en ingresos y acumule 42,533 millones en gastos, por lo que este resultado operativo dejaría un déficit de 3,571.7 millones de córdobas.
Sin dar ninguna explicación sobre esta repentina recuperación, el Informe de Finanzas Públicas del II Trimestre que publicó recientemente el Ministerio de Hacienda destaca que “los ingresos del INSS tuvieron un crecimiento de 12.8 por ciento, asociado al aumento en las contribuciones sociales, así como el apoyo presupuestario”.
Ocultan información
El informe también detalla que las erogaciones “crecieron en 7.2 por ciento, resultado del aumento de las prestaciones médicas en 15.7 por ciento (atención médica complementaria y especializada como hemodiálisis, oncología, entre otras), 5.0 por ciento en las prestaciones sociales (principalmente por el pago de pensiones e indemnizaciones) y 14.4 por ciento en la compra de bienes y servicios. Ya que a partir de abril de 2023 el INSS amplió la lista de medicamentos que brindan las clínicas previsionales”. Con el incremento de 188 productos, ahora la lista incluye un total de 550 medicamentos.
A criterio del economista y exreo político, Juan Sebastián Chamorro, el “supuesto” saneamiento de las finanzas del INSS no es resultado de estrategias para percibir más ingresos o reducir costos innecesarios, sino resultado del apoyo estatal a través de transferencias presupuestarias. Ya que la realidad del INSS es que sus ingresos siguen disminuyendo y los gastos creciendo y aumentando el déficit operacional.
Según Chamorro, actualmente el déficit operacional del INSS es mayor al de los últimos tres años, pero lo están ocultando. “De alguna manera lo están maquillando con tres elementos que son básicamente el aporte del Estado por el pago de la deuda histórica que en 2022 fue de 1,079 millones y con una nueva partida que ahora se llama aporte estatal que en el 2022 fue de 2,122 millones de córdobas. Eso totaliza un montón de plata, que además en el informe de liquidación presupuestaria del primer semestre de 2023 este aporte estatal extraordinario que no se había visto anteriormente fue aumentado en 800 millones de córdobas”, explica el exreo político desterrado.
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Déficit se “comió” la deuda histórica
Estos aportes sumaron casi cuatro mil millones de córdobas en 2022, que equivalen a unos 111 millones de dólares y según Chamorro representarían los últimos pagos de la deuda historia que el Estado acumuló con el INSS durante varias administraciones que utilizaron al INSS como caja chica.
En 2014 —un año después que la entidad comenzó a acumular déficits— el régimen de Daniel Ortega calculó esta deuda en 500 millones de dólares y se comprometió a pagarla en 50 cuotas anuales de 10 millones de dólares; es decir entre ese año y el 2063. Sin embargo, la crisis financiera de la institución demandó adelantar los pagos y ese compromiso quedaría saldado este año. Esto significa que el déficit operacional del INSS se “comió la deuda histórica”.
Chamorro explica que al cancelarse esta deuda, la línea presupuestaria que se llamaba deuda histórica desaparece. Pero el compromiso del Estado con los derechohabientes sigue vigente, por lo que se abrió una nueva línea presupuestaria que se llama aporte estatal.
Ahora depende más del apoyo estatal
“Este aporte estatal se refleja en los ingresos del INSS… lo deben estar incluyendo, eso no lo sabemos porque digamos es un misterio… Aunque ellos le llaman resultado operativo neto al informe, es bastante confuso porque no están desagregados los ingresos provenientes de las cotizaciones y estas transferencias especiales del Gobierno central. Pero esa es la única explicación de esta milagrosa recuperación”, sostiene Chamorro.
Para el economista el hecho de que el INSS dependa cada vez más del apoyo estatal a través del presupuesto demuestra que las reformas que entraron en vigencia en 2014 y 2019 no tuvieron ningún efecto.
“Esto reafirma lo que dijimos desde el principio, que las reformas no iban a generar ingresos adicionales, sino lo que ha pasado. Y queda en evidencia, aunque es difícil de demostrar porque ellos mismos lo ocultan, la creciente dependencia del Presupuesto General de la República”, señala.
Tendrán que sacrificar otras partidas
Además, advierte que si no se toman medidas radicales, cada año la proporción del presupuesto que tendrán que destinar para cumplir con los derechohabientes será mayor. Porque las pensiones se tienen que seguir pagando, se tiene que seguir brindando la atención médica y cumpliendo con todas las obligaciones.
Además, hay que recordar que las malas inversiones que realizaron las autoridades del INSS en lugar de garantizar que las reservas técnicas generaran ingresos adicionales, para cubrir las obligaciones, provocaron que estas reservas se agotaran.
“Entonces la pregunta es cómo va a ir aumentando este gasto público como proporción del Presupuesto General de la República y qué partidas se va a ir comiendo porque la plata es limitada. Entonces para darle al INSS tendrán que quitarle a otras instituciones, que podría se la infraestructura de Salud o de Educación, porque sí o sí van a tener que cumplir con estas obligaciones y va a ser a costa de gasto público”, advierte Chamorro.