El Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) perdió en junio casi 4,000 afiliados, una de las mayores reducciones mensuales en lo que va del año y en medio del optimismo del crecimiento económico que el régimen de Daniel Ortega viene pregonando en las últimas semanas. Lo peor del periodo es que en un año solo ha podido aumentar su base en apenas 100 nuevos afiliados.
En el sexto mes de este año, el instituto cerró con 790,397 cotizantes, inferior a los 794,254 que habían en mayo, lo que significa que 3,857 salieron de la protección de la seguridad social, lo que alarga el proceso de recuperación de los casi 200 mil puestos que se destruyeron desde el 2018.
La merma en la base de afiliados al INSS ocurre en momentos que el Gobierno asegura que, pese a la desaceleración de la economía, hay crecimiento y se espera mejores tasas de expansión de las previstas.
“La economía, hasta la información que nosotros hemos venido recabando, continúa con una tendencia positiva de crecimiento. El último Informe del Índice Mensual de Actividad Económica refleja un crecimiento acumulado del 3.9 por ciento. Nosotros tenemos una meta de crecimiento para este año 2023, que se ubique entre 2.5 y 3.5 por ciento. Creemos que vamos a alcanzar esta meta más cercana al 3.5 que al 2.5 por los resultados que hemos estado observando”, dijo Ovidio Reyes, presidente del BCN en una entrevista en un medio de propaganda de la dictadura.
Incluso afirmó que “existe en los últimos meses un impulso que está generando la actividad comercial, de servicios, transporte, comunicaciones y los servicios financieros, que le están imprimiendo a la economía un nuevo componente, que al momento que hicimos las estimaciones no existía, sin embargo, mantendremos la meta de estimación para este año en el crecimiento entre 2.5 y 3.5 por ciento”.
En ese contexto, en el primer semestre el INSS reportó que solo consiguió afiliar a 7,013 respecto a diciembre pasado, lo que refleja la dificultad que está teniendo la economía para crear empleo formal. Tal es el obstáculo que enfrenta la entidad para aumentar su base de contribuyentes, que lo acumulado a junio apenas es 101 superior que el año pasado en igual mes. Al primer semestre del 2022, se tenían 790,296 asegurados, ligeramente menor que este 2023.
Pese a ello, Reyes asegura que el mercado del trabajo está estable. “Es la tasa de desempleo abierta, es la que hemos venido monitoreando en todo este tiempo y que esperaríamos se mantenga, es una tasa estable, no es alta. También hemos visto en los Indicadores que publica el Inide (Instituto Nacional de Información de Desarrollo), que lo que se conoce aquí como subempleo, también viene disminuyendo; entonces son elementos que hemos tomado en consideración para las proyecciones, y vemos que vamos en correspondencia con las metas que nos propusimos a inicios del año”, afirmó.
El economista Néstor Avendaño, en su blog personal, dijo “que el empleo promedio anual del sector formal, que cotiza la seguridad social, observó una reducción de 199,731 puestos de trabajo debido principalmente a los shocks de oferta de la crisis política interna de abril de 2018 y de la pandemia mundial de covid-19 en marzo de 2020, pero solo se han restablecido 78,307 puestos de trabajo a junio del año en curso”.
Así evolucionan las actividades
Y aunque Reyes afirma que están observando un impulso en los servicios, transporte y comunicaciones, lo cierto es que esos sectores no están creando empleos. Hace un año, este conglomerado de actividades tenía 39,346 afiliados, en diciembre eran 40,138, sin embargo, en junio de este año cayó a 38,507.
Las actividades ligadas a la actividad agropecuaria son las que más pérdida de afiliados reportan en lo que va del año. Hasta junio de este año tenían 62,713 asegurados, cuando hace un año contabilizaban 65,652 y en diciembre eran 69,250.
En tanto, minas y canteras tenía a junio un total de 5,587 contribuyentes, por debajo de los 5,935 reflejados en igual periodo del año pasado y ligeramente mayor que los 5,503 de diciembre 2022. Este sector ha sido afectado por la incertidumbre generada por las sanciones de Estados Unidos el año pasado a entidades y funcionarios vinculados a la actividad.
Aunque la industria manufacturera es una de las beneficiadas por las exportaciones, también exhibe dificultades para crear empleos formales. Hasta la primera mitad de este año tenía 173,869 afiliados, un poco mayor que los 173,405 reflejados en diciembre y por debajo de los 186,535 en similar lapso del 2022.
Por electricidad, gas y agua hasta junio se tenía 8,300 afiliados, un poco mayor que los 8,120 reportados en diciembre y los 8,178 en igual mes del año pasado, según el BCN.
Y aunque los indicadores del sector construcción, principalmente la privada, están en el terreno negativo, datos publicados por el Banco Central (BCN) reflejan que esta consiguió aumentar su base de afiliados. Hasta junio se tenían contabilizados 23,471, más que los 22,497 reportados en diciembre y los 22,966 de hace un año.
El comercio tiene una base de afiliados de 125,975 hasta junio, que es mayor que los 121,101 reportados en diciembre y que los 116,690 en igual periodo del año pasado.
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Migración da respiro
El mercado laboral se ha visto menos presionado por la disminución en el tamaño de la población económicamente activa, no solo por la migración sino también por el aumento de la tasa de inactividad económica. “El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) potencial real de Nicaragua ha desacelerado de 5 por ciento en 2017 a 3.2 por ciento en 2022, porque, por un lado, el tamaño de la población económicamente activa ha disminuido con la persistencia de una alta tasa de inactividad económica, al indicar que el 32.4 por ciento de la población en edad de trabajar se encuentra en el desempleo abierto y no busca trabajo, es decir, personas que ya no pertenecen a la población económicamente activa y, por otro lado, con la emigración de 334,577 nicaragüenses a Estados Unidos entre enero de 2021 y junio de 2023, según datos de US Border Patrol (USBP), que buscan mejores oportunidades laborales y mejores remuneraciones”, explicó Avendaño.
El sector financiero tiene afiliados a 76,871 trabajadores, un poco mayor que los 75,500 contabilizados a diciembre y los 74,494 en junio del año pasado. En tanto, el sector de servicios comunales, sociales y personales, que es el bolsón más grande de afiliados del INSS, tenía 275,104 asegurados, más que los 267,870 reportados en diciembre y de los 270,500 en igual mes del año pasado.