Sin que hasta ahora se conozcan detalles del documento, el régimen Ortega Murillo anunció que ya terminaron las negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC) que en los próximos días firmará con China. La Asamblea Nacional lo ratificará en los siguientes meses para que entre en vigencia en enero de 2024. Desde ahora la propaganda oficial lo vende como otro gran paso para dinamizar la economía. Sin embargo, productores y exportadores, que se supone utilizarán el acuerdo, no tienen ninguna expectativa, especialmente porque desconocen el contenido del documento.
La negociación del acuerdo estuvo presidida por Laureano Ortega Murillo. “Fue un gran reto asumido en negociar este TLC en un año y lo hemos logrado”, expresó el hijo del dictador. Posteriormente, Murillo, a través de su alocución diaria, dijo que el acuerdo impulsará también la importación de productos chinos y las inversiones chinas a Nicaragua.
Tras un encuentro virtual con autoridades de comercio de China, el titular del Ministerio de Hacienda, Iván Acosta, informó a medios oficialistas que esta es una oportunidad irrepetible para el comercio, la inversión y el financiamiento externo, que es vital para el desarrollo del país. “Eso es muy relevante y garantiza que tengamos mayor inversión y comercio… Inversión privada, en este caso inversión extranjera directa y al mismo tiempo, moviliza grandes cantidades de financiamiento, que es vital para el desarrollo del país”, señaló Acosta.
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¿Qué buscan con este acuerdo?
Algunos exportadores, que por temor a represalias prefieren no identificarse, consideran que aunque el principal objetivo de los TLC es impulsar el comercio, en este caso podría estar enfocado en la búsqueda de financiamiento, como lo mencionó el ministro Acosta. Pues aunque el mercado chino tiene más de mil millones de consumidores, el régimen puede estar consciente de los grandes retos que implica para los exportadores locales colocar sus productos en ese mercado.
“Para aprovechar el mercado chino y la llamada Ruta de la Seda los exportadores nicaragüenses tendrán que desarrollar una nueva cultura de exportación y eso tomará al menos cuatro años. Eso implica que conseguir que ese mercado absorba la mitad de las exportaciones nicaragüenses, como hace actualmente Estados Unidos, llevaría muchísimos años”, advierte una especialista en comercio exterior.
Entre los grandes obstáculos que deben superar los exportadores nicaragüenses están la lejanía de ese país, las diferencias culturales, de costumbres y de patrones de consumo. Por lo que no se puede descartar que en realidad el interés puede estar centrado en conseguir financiamiento, tal como lo mencionó Acosta.
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¿Enimex será el gran exportador?
Ortega podría estar buscando sustitutos para fuentes tradicionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM), Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otras, que luego de las mortales consecuencias que dejó la represión con la que la dictadura sofocó las protestas de 2018, endurecieron los requisitos y en otros casos cerraron totalmente el grifo del financiamiento externo.
La búsqueda de financiamiento fresco podría ser para sustituir incluso al principal aliado de los últimos años, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). En noviembre esa entidad elegirá un nuevo presidente ejecutivo que el 1 de diciembre relevará en el cargo al hondureño Dante Mossi, quien —luego de las críticas recibidas por convertirse en el principal financiador de un dictador que, según organismos internacionales de derechos humanos, cometió crímenes de lesa humanidad— no consiguió reelegirse para otros cinco años en el cargo.
Con respecto a la falta de consulta y secretismo que caracterizó a la negociación del tratado, del que solo se sabe que tiene 22 capítulos, algunos exportadores coinciden en que puede deberse a que la idea sea aprovechar las pocas o muchas oportunidades que brinde ese mercado a través de la Empresa Nicaragüense de Importaciones y Exportaciones (Enimex), creada por Ortega en 2018. Es decir, repetir el esquema de exportaciones que utilizaron durante el auge de las ventas a Venezuela a través de Alba Alimentos de Nicaragua (Albanisa).
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El gigante asiático compra menos
Ante tanta incertidumbre y conscientes de lo difícil que será aprovechar el mercado chino, algunos exportadores esperan que el convenio permita al menos reponer el mercado de Taiwán que se perdió tras la ruptura de relaciones para establecer la alianza con China. Sin embargo, de momento las estadísticas de exportación no son alentadoras.
Según el detalle de los reportes de la Ventanilla Única de Comercio Exterior de Nicaragua (Vucen), en el primer semestre de 2023 Nicaragua envió a China 7,209 toneladas de productos, por las que obtuvo 6.76 millones de dólares. En el mismo periodo del año pasado envió 17,568 toneladas y consiguió 7.56 millones de dólares en ingresos.
Esta caída del 58 por ciento en el volumen y del 10 por ciento en el valor se registró pese a que a partir del 1 de mayo entró en vigencia el Acuerdo de Cosecha Temprana que abrió las puertas del mercado chino libre de arancel, a 66 productos nicaragüenses. Esta situación refleja, según los exportadores, los grandes obstáculos que implica enviar sus productos a ese mercado, aún con los beneficios arancelarios que brinda el referido acuerdo.
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Taiwán compra más que China
Curiosamente, y pese a que desde el 1 de julio del año pasado Taiwán retiró los beneficios arancelarios a los productos nicaragüenses, ya que en diciembre de 2021 Ortega derogó el TLC que el país firmó con ellos, ese mercado sigue comprando más productos que China. En el primer semestre de 2023 se colocaron en ese mercado 8,679 toneladas de productos que generaron 19.98 millones de dólares en ingresos.
Dicha cifra triplica los ingresos que generaron los envíos a China en el mismo lapso, por lo que de momento ni siquiera está compensando la pérdida del mercado que se abandonó para establecer relaciones con ellos.
Es por ello que la especialista en comercio advierte que tras la entrada en vigencia del TLC con China no debe descuidarse el mercado estadounidense, que es el más importante para los productos locales. Según el reporte de la Vucen, en el primer semestre de este año se enviaron a Estados Unidos 169,738 toneladas de productos, por las que los exportadores recibieron 945.99 millones de dólares.
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¿Será China el más beneficiado?
Con respecto al incremento de las importaciones desde China, el economista y exreo político, Juan Sebastián Chamorro, considera que el mayor beneficiado con este convenio será China, ya que puede usar a Nicaragua como trampolín para mandar sus productos al mercado estadounidense que es de gran interés.
También hay incertidumbre sobre las inversiones que podría propiciar este acuerdo, ya que hasta ahora el interés del capital chino está centrado en maquilas textiles que generan empleos precarios con bajos salarios. Incluso, consideran que esta alianza más que comercial tiene un interés político de parte de Ortega para fortalecer su narrativa contra la hegemonía de Estados Unidos.
De ahí el interés del ministro Acosta de asegurar que la firma de este convenio sea una oportunidad irrepetible, ya que le abriría a los productos nicaragüenses las puertas de la economía que se encamina a posicionarse en los próximos diez años como la primera del mundo.