Grupo Wagner
Imaginemos que el motín del Grupo Wagner hubiese ocurrido en Nicaragua. Los peores paramilitares se rebelan contra Ortega y deciden marchar contra El Carmen. No me representan. ¿Quién los eligió? Que primero paguen por los crímenes que cometieron. ¿Quién los financia? Son MRS. ¿Dónde estaban en abril 2018? Ahí está la mano de Humberto Ortega o Dora María Téllez. En fin… ¿alguna de estas frases le suena familiar?
Pureza
Pongo este ejemplo, ficticio y extremo, para graficar a esos grupos de nicaragüenses que se sienten guardianes de la pureza opositora en Nicaragua y solo aceptarán como tales a aquellos que sean como ellos, que piensen como ellos y que hagan lo que ellos suelen hacer: atacar a los grupos opositores que no cumplen esos requisitos que han establecido para ser oposición.
Monteverde
Monte… ¿qué? Hay un grupo de opositores que se hace llamar Monteverde, entiendo yo por ese bonito lugar de Costa Rica donde se realizaron las primeras reuniones hace más de un año. Es todavía una moneda al aire. No se sabe mucho de él, pues hasta ahora comienza a asomar la cabeza. Lo que sí está claro es que está recibiendo pedradas como se ha hecho costumbre con cualquier intento opositor en Nicaragua.
Acusaciones
Las principales acusaciones son que Monteverde está lleno, algunos afirman incluso que controlado, de sandinistas MRS; que tras este grupo está la mano de Humberto Ortega, que quién los eligió para representar a la oposición; de dónde salen los fondos que usan para reunirse y cuál es la agenda oculta que impulsan, entre otros. Los cuestionamientos pueden ser legítimos, pero tienen una gran debilidad: nacen desde la ignorancia, porque hasta ahora nadie ha dado pruebas de las acusaciones que hacen para descalificarlo y lo poco que el mismo grupo ha mostrado no lleva a concluir en ninguna de esas afirmaciones.
Oposición
La oposición es signo de salud en una sociedad. Si eso vale en una democracia, debería valer mucho más en una dictadura por lo que ser oposición significa. La oposición no tiene por qué ser uniforme. Ni tienen que comer en el mismo plato. Para ser oposición debería bastar oponerse. En Física, oposición es aquella fuerza que actúa en sentido contrario a la otra fuerza. Y ni siquiera en la Física la oposición es uniforme. Hay varios tipos de oposiciones. Desde este principio, “la oposición a la oposición” resulta en oficialismo, si llevamos estos conceptos a la política.
Beneficio de la duda
Si algo hemos criticado los nicaragüenses es precisamente la incapacidad de la oposición de organizarse, unirse y sobrevivir a la acción agresiva de Daniel Ortega por extinguirla. Por lo tanto, lo menos que deberíamos hacer ante cualquier intento opositor, de cualquier signo, aunque no nos guste, es darle el beneficio de la duda y dejarlo ver hacia dónde empuja. Si se opone es oposición. Si empuja en la misma dirección de la dictadura para destruir a opositores, no es oposición. Física simple.
Criminalización
Daniel Ortega ha logrado en estos años criminalizar a la oposición. Ser opositor en Nicaragua se ve como algo malo, criminal. Carceleable y apedreable. Es cierto que los políticos opositores nos han decepcionado, pero un cambio de gobierno debería comenzar por ahí, porque ningún gobierno cambia sin fuerzas que se les opongan. Hay que destruir esa narrativa muy conveniente al régimen. Justipreciar el trabajo que hacen otros por salir de la dictadura, aunque no estemos de acuerdo en todo con ellos.
Tiradoras
Yo no pongo las manos al fuego por Monteverde ni por ningún grupo opositor, pero no le voy a ayudar a Ortega desbaratándolo desde antes de que crezca, solo porque mi primera reacción sea lanzarle piedras como aquellos niños que con huleras o tiradoras agarraban a pedradas a una ardilla para matarla sin ningún motivo y, más bien, perjudicando su vida con ese instinto de exterminio. El enemigo de mi enemigo, no tiene por qué ser mi amigo, pero tampoco seré yo quien termine defendiendo a mi enemigo en reclamo de una pretendida exclusividad de ser yo, y solo yo, el enemigo.