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CONTENIDO EXCLUSIVO.La ex presa política Irlanda Jerez ha hecho pública una propuesta para elegir entre los nicaragüenses una vocería de la oposición que pueda articular una estrategia contra la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Como era de esperarse, en las últimas semanas este ha sido el tema más reñido en el hostil escenario de las redes sociales, donde la discordia, el ataque y la crítica se maneja literalmente en la punta de los dedos, muchas veces desde el anonimato.
Sin embargo, por encima del bullicio de las redes sociales, la propuesta evidencia la necesidad de articular un liderazgo. Como Jerez explica, ese liderazgo debe “articular con todas las organizaciones y ante la comunidad internacional un plan de acción y una estrategia contra Ortega”.
Al margen del nivel de representatividad que puedan tener las críticas en redes, estas evidencian la principal característica que ha tenido la oposición al sandinismo desde siempre: la atomización. A los opositores nicaragüenses los ha dividido cualquier cosa, desde ideologías hasta antecedentes económicos y sociales, pasando por creencias religiosas e incluso los diferentes momentos en que las personas salieron al exilio.
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La necesidad de aglutinar a los opositores se ha hecho más evidente a raíz de la liberación y expulsión del país de los 222 presos políticos que el régimen mantenía en sus cárceles.
Lo que plantea Irlanda Jerez
“Nosotros estamos planteando: número uno, elegir una representación de forma democrática; número dos, que se realice a través de un voto en el exilio; número tres, en los diferentes lugares donde estén los nicaragüenses; número cuatro, que ese voto pueda ser tanto virtual como físico; y número cinco, que estos voceros popularmente elegidos por el pueblo de Nicaragua, sepan articular con todas las organizaciones y ante la comunidad internacional nuestro plan de acción y una estrategia contra Ortega,” manifiesta Jerez.
Jerez, quien lidera una organización denominada Unidos Invencibles, planteó que los detalles de la elección deben ser valorados por un comité de expertos, quienes definirían el método de la elección, la cantidad de dirigentes a elegir, los requisitos que deben de cumplir los nicaragüenses que quieran votar, la participación de los nicaragüenses que están dentro de Nicaragua, entre otros aspectos. También dijo que este esfuerzo debe ser empujado por las organizaciones que ya existen.
La opositora también dijo que al igual que en una elección nacional deberá haber observadores electorales y participación de organismos de derechos humanos.
¿Es viable elegir mediante votos una vocería de la oposición?
Aunque la necesidad de un liderazgo es clara, la duda que salta es sobre la practicabilidad de la propuesta. Más allá de los obstáculos para que entidades dispersas puedan organizar una votación tanto virtual como física donde quiera que estén los nicaragüenses, para el politólogo José Antonio Peraza, la propuesta corre el riesgo de convertirse en “un concurso de popularidad”.
“Lo que en realidad se debe buscar son personas que representen de manera diversa a la oposición. Que esas personas sean voceros de las demandas de la población y la denuncia internacional contra la dictadura de Daniel Ortega”, dice Peraza.
Hacerlo de la manera que propone Jerez, según Peraza, sería una lucha de egos, en la que los electos promoverán sus aspiraciones presidenciales. “Eso no es una representación de toda la población opositora. Esto no se puede convertir en un concurso de popularidad. Eso sería como una especie de campaña electoral, para saber quién sale más alto en las encuestas”, dijo.
Peraza apuntó que los miembros de este grupo que represente a la oposición no deben tener aspiraciones presidenciales. “Para evitar que caigan en la tentación de usar la vocería o el directorio para sus intereses políticos”.
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Maradiaga dice que su propuesta de 2019 sigue vigente
Un año después del estallido social que sacudió a la dictadura, el opositor y ahora también ex preso político, Félix Maradiaga, hizo pública una propuesta para seleccionar una vocería de la oposición bajo las premisas de proteger a la gente que está en Nicaragua; ofrecer un punto de contacto a la comunidad internacional; articular un mensaje coherente como estrategia de consenso y con un sentido de urgencia.
El opositor mantiene que su propuesta está vigente: crear una vocería de la oposición, que se seleccione como un grupo colegiado, entre las organizaciones ya existentes.
“Estamos proponiendo una vocería de la oposición con las organizaciones que tienen mayor trayectoria, mayor trabajo territorial. Las organizaciones que tienen reconocimiento internacional, con los liderazgos ya visibles”, dijo Maradiaga a LA PRENSA.
“No se trata de elegir al Juan Guaidó de los nicaragüenses”
“No se trata de la elección del Juan Guaidó de los nicaragüenses. Tampoco se trata de elegir al candidato de los exiliados o un representante de los exiliados,” dijo Maradiaga. “Yo propongo que sobre la base del sentido de urgencia, para poder acelerar el paso de presión a la dictadura, procedamos a escoger esa vocería. Formemos una vocería que trabaje desde el exterior, no porque sea la voz del exilio, sino porque desde dentro de Nicaragua no se puede hacer”, explicó el opositor.
Para Maradiaga, los grupos que deberían estar involucrados en este proceso son la Alianza Cívica, la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) ☻—grupo que escogió a Maradiaga en 2021 como precandidato presidencial—, el Movimiento Campesino, los grupos de jóvenes y líderes visibles, entre otros.
Maradiaga dijo que su propuesta está abierta a discusión, lo que según él ya se ha estado haciendo con algunos de los liderazgos. También se está tomando en cuenta el trabajo que han hecho las organizaciones mientras estaban en la cárcel los liderazgos.
Peraza: hay que construir confianza
Peraza manifestó que es una necesidad crear una vocería de la oposición que reúna al liderazgo, pero primero se debe crear confianza.
“Hay una oposición totalmente atomizada, que lo que existen son personajes políticos con alguna popularidad o personas que quisieron ser candidatos presidenciales. La mayoría de esas personas representan pequeños grupos de simpatizantes y colaboradores que están alrededor. Hay algunas organizaciones que tienen personas en el municipio. Hay algunos partidos que tienen personas organizadas en el municipio, pero ninguno tiene la fortaleza ni la capacidad para actuar solos”, explicó Peraza.
“Para construir esa unidad primero hay que construir confianza. Si no reducimos la desconfianza a un nivel que yo le puedo dar la espalda al otro, no vamos a poder avanzar. Y esa confianza se traduce en el capital social y político para poder construir la unidad que se basa en la no exclusión”, dijo Peraza.