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Mohamed Farrara Lashtar, sobrino de Muamar Gadafi y diplomático de Daniel Ortega. LA PRENSA/AFP

El sobrino de Gadafi que opera en las sombras de Daniel Ortega

Un libio de nefasto linaje es uno de los diplomáticos nicaragüenses con mayor poder que tiene Daniel Ortega. Representa a Nicaragua ante una decena de países y fue clave para subsistencia del dictador antes de llegar al poder.

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El día que Daniel Ortega regresó al poder en 2007, los agentes de seguridad del príncipe Felipe de España, uno de los invitados al evento, estaban más alertas de lo normal. La presencia de otro de los asistentes mantenía las alarmas encendidas ya que estaba identificado como una persona peligrosa.

Era Mohamed Farrara Lashtar, sobrino del dictador libio Muamar Gadafi, y a quien la inteligencia española lo tenía identificado como un agente de la inteligencia libia. Ahora, Farrara Lashtar es un funcionario de la dictadura de Ortega. Ha tenidos al menos nueve cargos como diplomático, según consta en los registros de La Gaceta, Diario Oficial.

Primero fue Secretario Privado del Presidente, después Secretario Privado para Asuntos Internacionales, seguido por los cargos de Embajador Especial para Asuntos en el Exterior; Embajador ante Kuwait y concurrente ante Egipto, Jordania, República Argelina Democrática y Popular, y Arabia Saudita.

También ha sido diputado y actualmente es Ministro Asesor y Delegado para África, Medio Oriente y países árabes. En 2019, Ortega lo nombró enviado especial con carácter de ministro en Libia, Palestina, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Argelia, Jordania, Líbano, Qatar, Omán, Yemen, entre otros. El pasado tres de marzo de 2023 fue nombrado embajador en Túnez y el 14 de abril le otorgaron el cargo de embajador extraordinario y plenipotenciario ante Turquía.

Mohamed Farrara Lashtar ha representado a Nicaragua en diferentes foros en Medio Oriente y África. ARCHIVO

Su nombre completo es Mohamed Mohamed Farrara Lashtar, el próximo miércoles cumplirá 64 años y desde el 11 de abril de 1990 es nicaragüense. El gobierno sandinista de los ochenta le otorgó la nacionalidad días antes de entregarle el poder a Violeta Barrios de Chamorro.

Su número de cédula es el 777-170559-0000M, y según el Departamento de Estado de Estados Unidos, tiene una residencia en Las Colinas, Calle de los Cerros, Casa 330, en Managua. Usa tres pasaportes. Uno emitido por Libia (NG252351), otro nicaragüense (C1102007) y otro diplomático emitido también por Nicaragua (A00000271).

Es un hombre de pocas apariciones públicas, pero ha tenido mucha relevancia en el círculo de Ortega, sobre todo, para los intereses que tiene el dictador en los países de Medio Oriente.

Farrara Lashtar fue sancionado por Estados Unidos en 2021 junto a otros funcionarios nicaragüenses, en respuesta a las elecciones presidenciales celebradas ese año en las que Ortega se reeligió por cuarta vez consecutiva y que fueron consideradas fraudulentas por la comunidad internacional.

Llegó en los ochenta

La llegada de Farrara Lashtar a Nicaragua data desde los años ochenta, cuando los sandinistas estaban en el poder. En aquel entonces, llegó al país como un operador político y financiero de los intereses de su tío Muamar Gadafi.

Farrara Lashtar trabajaba en el Centro Cultural Árabe Libio, adscrito a la embajada de Libia en Managua y para los noventa era el representante de las inversiones que el gobierno de Gadafi hizo en Tisma y San Francisco Libre a través de la empresa Agropecuaria Nicaragüense Árabe Libia (ANILIB), fundada con capital libio-nicaragüense en 1983, y de la cual Farrara Lashtar era el gerente.

No está claro en qué año fue que llegó Farrara Lashtar a Nicaragua y tampoco el cómo fue que se acercó tanto a Daniel Ortega. Durante el gobierno sandinista de los ochenta, el jefe de Relaciones Internacionales del partido rojinegro era Julio López Campos y al ser consultado para este reportaje, dijo no haber conocido al sobrino de Gadafi. “Nunca conocí a Lashtar. Él se vuelve relevante posterior a mi trabajo internacional”, respondió.

Daniel Ortega y Muamar Gadafi durante una visita que hizo Ortega a Libia en mayo de 2007. Foto: LA PRENSA/Presidencia de La República.

Sin embargo, el mismo López Campos dijo en 2011 al Diario Judío de México, que las relaciones entre el Frente Sandinista con Libia se llevaban a cabo a través de la embajada en Managua, y en Trípoli por medio de la Mathaba, que era una organización paralela libia que combinaba servicios de inteligencia con asistencia financiera a grupos revolucionarios en distintas partes del mundo.

La Mathaba era dirigida por Moussa Koussa, quien después sería canciller de Libia. López Campos dijo haber participado en varios encuentros entre Ortega, Gadafi y Koussa, pero aseguró que en ninguno estuvo presente Lashtar. “Durante todos los intercambios en que participé, nunca tuve ninguna referencia sobre Mohamed Lashtar, tampoco lo conocí personalmente ni en esa época ni después”, cita el diario a López.

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Para los noventa, Daniel Ortega ya se encontraba fuera del poder y liderando la oposición a los gobiernos liberales, y Farrara Lashtar se convertiría en pieza clave para su subsistencia, pues a través de él es que pudo conseguir financiamiento de Muamar Gadafi. El mismo Ortega aceptó en una entrevista con el periodista Fabián Medina que recibía dinero del dictador libio.

Una fuente diplomática que solicita anonimato indica que hubo un tiempo en que Lashtar se volvió cercano a Rafael Ortega Murillo, el hijo mayor de la pareja presidencial. “Ellos se conocen en uno de los viajes que hizo Daniel a Libia y de ahí quedó Rafael a veces yendo él solo y reuniéndose con Lashtar”, indica la fuente.

De acuerdo al diplomático, la relación entre Lashtar y la familia Ortega Murillo era más personal que institucional, aunque el libio también tenía algunas tareas en el partido. “Él era el que atendía a los grupos de izquierda de otros países y eso también le permitió a Gadafi tener influencias no solo en Nicaragua, si no también en Venezuela, Perú, Colombia, y otros lugares donde había facciones radicales”, explica.

En junio de 2008, el diario LA PRENSA reportó que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) buscaron a Daniel Ortega a inicios del 2000 para conseguir financiamiento por parte de Libia. La información se supo por dos cartas que fueron encontradas en la computadora del jefe guerrillero colombiano Raúl Reyes, quien murió en un bombardeo en Ecuador. “No es de extrañarse que el contacto entre los colombianos y Daniel haya sido a través de Lashtar”, especula el diplomático.

Mohamed Farrara Lashtar abrazando al actual presidente de Brasil Lula da Silva en noviembre de 2022. AFP

El exviceministro de la presidencia de Nicaragua, José Matus, dijo al diario La Nación de Costa Rica en 2011 que él conoció a Lashtar en los años noventa y para entonces ya tenía más poder que el jefe de la misión diplomática de Libia. “En su presencia el embajador de Libia adoptaba, incluso, una actitud sumisa”, recordó.

Matus también contó que Lashtar lo invitó personalmente a ir a Libia. “Él me había invitado a su boda en Libia y yo quería conocer su país, pero doña Violeta me dijo que mejor no fuera. Había invitado a cuatro personas de aquí, pero ninguno fue”, relató Matus a La Nación.

Según Matus, quien había sido dirigente de la Contrarrevolución en los ochenta, su relación con Lashtar se terminó cuando un viejo contacto de la Contra llamado Gary Williams y que trabajaba en los servicios de inteligencia de Estados Unidos le advirtió que mejor no siguiera hablando con Lashtar.

“Gary no me dio muchas explicaciones. Dijo que sabía que yo tenía contacto con Mohamed y que me recomendaba no tener ningún vínculo con él”, relató.

De igual manera, el Diario Judío de México indicó en 2011 que Lashtar era un asiduo visitante de la mezquita en Managua y que también le encantaba asistir a los hípicos, lo cual le permitió cultivar relaciones con los círculos de poder.

José Matus mencionó a ese diario mexicano haberlo visto “en varias ocasiones” en la hacienda La Chinampa, propiedad del expresidente Arnoldo Alemán. “Un exministro de esa administración (de Alemán) confirmó que Lashtar le hizo una presentación a Alemán en Tisma sobre el proyecto ganadero, que incluye una moderna instalación de 19 corrales bajo techo, con piso de cemento, para alimentar a seis mil novillos”, dijo el Diario Judio.

Por su parte, el diario La Nación citó a un empresario cercano a Lashtar que habló bajo anonimato y lo describió como un hombre hábil a quien le gusta alardear de su cercanía con el poder. “Mohamed se jactaba de que desayunaba con Ortega, almorzaba con Alemán y cenaba con Bolaños”, dijo el empresario.

El canciller Denis Moncada, Laureano Ortega Murillo, el general Óscar Mojica Obregón y el embajador Mohamed Farrara Lashtar, sobrino del difunto dictador Gadafi, en el Foro de Doha, Qatar, en 2021. ARCHIVO

Los cargos del libio

En febrero de 2011, El Nuevo Diario publicó una información revelada por la red Wikileaks sobre varios cables privados del gobierno de Estados Unidos. Entre ellos se encontraba una comunicación del exembajador estadounidense en Nicaragua, Paul Trivelli, con fecha de 2008, quien expresaba una fuerte preocupación por los movimientos de Farrara Lashtar en Nicaragua y su cercanía con Daniel Ortega.

“Desde el comienzo de su administración (10 enero de 2007), el presidente Daniel Ortega nombró a Lashtar como su secretario y asesor privado para asuntos internacionales”, indicó Trivelli. “Mantiene una oficina en la Cancillería y maneja grandes negocios en Nicaragua”, agregó.

Tiempo después, el excanciller Samuel Santos confirmaría a medios de comunicación que Lashtar efectivamente tenía una oficina en la Cancillería.

Para entonces, Farrara Lashtar era suplente del diputado Jacinto Suárez en el Parlamento Centroamericano y desde el 29 de enero de 2007, Lashtar ocupaba el cargo de Secretario Privado del Presidente para Asuntos Internacionales, con rango de embajador.

Mohamed Farrara Lashtar cuando presentó sus cartas credenciales como embajador de Nicaragua en Kuwait en diciembre de 2017. Foto: EL 19 DIGITAL

En una de las comunicaciones de Trivelli con fecha del 23 de enero de 2007, el embajador estadounidense calificó a Lashtar como una de las principales “figuras de poder en las sombras del gobierno de Ortega” y agregó que el exministro de comercio exterior en los años ochenta, Alejandro Martínez Cuenca, le confirmó los vínculos de Lashtar con Ortega.

“Martínez Cuenca confió que Lashtar llegó a Nicaragua en 1989 y le reportaba directamente a la unidad secreta de seguridad de Muamar Gadafi que opera de forma independiente del gobierno libio. Además, a través de Lashtar el dinero de Libia ha mantenido durante años a Ortega y los Consejos del Poder Popular de Ortega están basados en el Libro Verde libio”, decía Trivelli, y ahí mismo contó la incomodidad que despertó la presencia del libio en la seguridad del príncipe Felipe de España, durante la toma de posesión de Ortega.

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Según Trivelli, la presencia de Lashtar ya había generado fricciones con España en 2005, durante una visita que hizo Ortega a Madrid para reunirse con funcionarios de gobierno y diplomáticos. En esa ocasión, llevó a Lashtar como uno de sus asesores y “la inteligencia española lo tenía identificado como agente de inteligencia del presidente libio”.

Por otro lado, Lashtar tiene una muy poco conocida faceta de empresario. Su nombre apareció en el caso de los Panamá Papers por estar vinculado a una sociedad llamada Laurel Properties Inc., registrada en 1998 y que le había otorgado un poder general a Lashtar.

También ha estado vinculado con los negocios de la familia Ortega Murillo al ser socio de la firma Celeste S.A., a la cual Telcor le adjudicó la frecuencia del Canal 13, dirigido por Camila, Maurice y Luciana Ortega Murillo. El investigador estadounidense Douglas Farah lo señaló en febrero de 2023 de ser parte de una red de lavadores de oro ilícito en el mercado internacional.

Hasta junio de 2016, Lashtar seguía ligado a la empresa Agropecuaria Nicaragüense Árabe Libia (ANILIB), en la cual aparecía como presidente del Consejo Directivo. Según una investigación de LA PRENSA publicada en enero de ese año, Ortega le donó dos fincas a ANILIB.

Las fincas se llamaban San Ramón y Santa Gertrudis. LA PRENSA reveló que el Estado pagó 1.45 millones de dólares a finales de los noventa por la finca San Ramón, ubicada en San Francisco Libre y Ortega simplemente la regaló.

Laureano Ortega junto a Mohamed Ferrara Lashtar durante una visita a Kuwait. ARCHIVO

Las apariciones públicas de Lashtar, así como sus comentarios, han sido muy fugaces. El pasado 14 de febrero de 2023, los medios de comunicación oficiales compartieron un breve artículo de opinión suyo en donde repite el discurso de Ortega mientras cuenta la anécdota de un gobernador de Damasco que rechazó vender un burro blanco a un emperador alemán en 1898 para evitar dañar la imagen de su pueblo.

“Hay personas que defienden la reputación de su patria contra quienes quieren destruirla. Estos son los patriotas. Y hay burros que venden la patria por lo que contiene y lo que sea… ¡Este es el caso de los traidores!”, mencionó.

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