El Vaticano recibió “con tristeza” la “nota verbal” en la que la dictadura de Daniel Ortega decretó el viernes por la noche la suspensión de las relaciones diplomáticas entre Nicaragua y la Santa Sede, por lo que dio instrucciones al actual encargado de negocios del Vaticano en Managua, monseñor Marcel Diouf, cerrar la Nunciatura y dejar el país, confirmaron altas fuentes del Vaticano al diario argentino La Nación.
Monseñor Diouf está al frente de la misión diplomática vaticana como encargado de negocios desde inicios de marzo del año pasado, luego que la dictadura expulsó de facto al nuncio apostólico, monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag.
Las fuentes explicaron a la periodista argentina Elisabetta Piqué, corresponsal del diario en Italia, que la Secretaría para las Relaciones con los Estados del Vaticano recibió en la noche del viernes una “nota verbal”, es decir un clásico documento diplomático, en el que Nicaragua informó que había decidido cerrar su embajada ante la Santa Sede y pidió al Vaticano hacer lo mismo con su Nunciatura en Managua.
Asimismo aclaran que como en esa “nota verbal” no se habló de ruptura de relaciones diplomáticas, “formalmente no hay ruptura”, pero admitieron que la situación de todos modos es muy delicada y nadie sabe lo que puede pasar en el corto plazo. “Es claro que es un paso que se acerca a la ruptura, aunque no necesariamente y, de todos modos, suspensión no es ruptura”, explicaron las mismas fuentes al medio citado.
Escalada tras entrevista del papa
La suspensión de relaciones diplomáticas llegó horas después que el medio argentino Infobae publicó una extensa entrevista que le concedió el papa Francisco, en la que se refirió a los ataques del régimen contra la Iglesia católica de Nicaragua y al encarcelamiento del obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez.
El papa Francisco tildó al régimen de Nicaragua de dictadura “guaranga“. Además, consideró que “con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que la dirige”, refiriéndose al dictador Daniel Ortega.
Pese a que la suspensión de las relaciones diplomáticas con el Vaticano fue planteada unilateralmente por la dictadura nicaragüense, la cancillería emitió un comunicado el domingo pasado, indicando que fue una acción supuestamente acordada entre ambos.
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“Ante la información que ha sido divulgada por fuentes aparentemente vinculadas con la Iglesia católica, el Gobierno precisa que entre el Estado del Vaticano y la República de Nicaragua se ha planteado una suspensión de las relaciones diplomáticas”, expresó la cancillería en su comunicado, en el que arremetió contra los medios y los acusó de “tergiversar” la noticia.