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Los familiares de los presos políticos iniciaron el pasado 6 de diciembre la quinta campaña consecutiva de “Navidad sin presos políticos” / LA PRENSA

Las viejas campañas de “Navidad sin presos políticos”

Nacieron a finales de los años 60 para demandar la libertad de las personas que la dictadura somocista mantenía en las cárceles por motivos políticos. Doña Lidia Saavedra, madre de Daniel Ortega, era una de las principales activistas de este movimiento

Como sacado de una mala historia, Lidia Saavedra de Ortega, madre del dictador Daniel Ortega fue una de las principales activistas por la liberación de los presos políticos durante los años sesenta y setenta.

Ortega fue condenado a 14 años de cárcel por el asalto a un banco, aunque había participado en el asesinato del sargento Gonzalo Lacayo. Fue liberado en 1974, luego que un comando sandinista se tomara la casa de Chema Castillo para exigir la liberación de los privados de libertad.

Durante los siete años que Ortega permaneció en las cárceles del somocismo, su madre no paró de exigir libertad para su hijo. Incluso se mudó a los alrededores de la cárcel la Modelo en Tipitapa con el fin de estar más cerca de él.

“Cinco años de prisión han mantenido a mi hijo junto conmigo y mi esposo en una deprimente agonía. Siempre he creído que hay gentes que como yo queremos su libertad, porque todavía creemos en la esperanza y la justicia. Por eso pido ahora a esos que han estado conmigo que gritemos exigiendo la libertad de mi hijo”, fueron las palabras de Lidia Saavedra que publicó La Prensa en 1972, acompañada de una foto de la madre de Ortega sosteniendo un retrato del actual dictador junto a otros reos.

Daniel Ortega fue golpeado durante su detención./ Cortesía Nicolás López Maltez

Las campañas

Paradójicamente, más de 235 presos políticos pasarán esta Navidad en las mazmorras de la dictadura de Daniel Ortega; el clamor por verlos en libertad no se ha hecho esperar. El pasado 6 de diciembre, por quinto año consecutivo, inició oficialmente la campaña “Navidad sin Presos Políticos”.

Sin embargo, el origen de estas jornadas navideñas no se deriva de la crisis sociopolítica de 2018. La exdirigente estudiantil Marlen Chow comentó a La Prensa que los antecedentes de estas demandas se remota a los años cincuenta.

Luego que Rigoberto López Pérez acabara con la vida del dictador Anastasio Somoza García en 1956, la Guardia Nacional arremetió ferozmente contra opositores, por lo que para épocas navideñas hubo una gran demanda por la liberación de los presos políticos. Sin embargo, estas jornadas no eran conocidas todavía como “Navidad sin presos políticos”.

Las primeras manifestaciones que llevaron este nombre fueron a finales de los años sesenta, cuando Daniel Ortega formaba parte del grupo de presos más conocidos. El actual dictador se encontraba privado de libertad por haber asaltado un banco, pero su nombre figuraba con los reos que se encontraban en las mazmorras por motivos políticos.

El actual dictador junto a un oficial de la Guardia Nacional./ Cortesía Nicolás López Maltez

Inicio de las manifestaciones

La exguerrillera Mónica Baltodano en Memorias de la lucha sandinista comentó que los primeros indicios para la estructuración de estas campañas se remontan a 1968. Los familiares de los privados de libertad bajo la dictadura Somocista en enviaron una misiva al senador norteamericano y en eso momento aspirante presidencial, Robert Kennedy, donde exponían la grave vulnerabilidad de los reos y solicitaban que este interviniera por ellos.

Oficialmente, este movimiento se consolidó en 1972. Se formó la Comisión Nacional Sin Presos Políticos, la directiva estaba compuesta por el arzobispo Miguel Obando y Bravo como presidente; Carlos Tünnermann como vicepresidente, entonces era rector de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua UNAN-Managua y como secretario el doctor Aquiles Centeno Pérez.

Estas jornadas navideñaseran mayormente dirigidas por el Comité de Madres de Presos Políticos. La iglesia católica tuvo un papel protagónico porque permitió realizar acciones en los templos religiosos.

“La Comisión tuvo un gran respaldo de la sociedad nicaragüense. Mucha simpatía por la gestión que se hacía. Con las madres nos reuníamos en las oficinas del doctor Aquiles, que quedaba en la calle del triunfo. Hacíamos reuniones con organizaciones de la sociedad civil para que apoyaran las gestiones de la Comisión”, recordó el catedrático Tünnermann que fue vicepresidente de la Comisión durante estuvo en la rectoría de la UNAN.

Las campañas que iniciaban los primeros días del mes de diciembre consistían en brindar conferencias de prensa, publicaciones en diarios, manifestaciones en las iglesias, huelga de hambres y demás. Sin embargo, Baltodano afirmó estas jornadas se extendían más allá de las navidades donde la juventud organizada se tomaba iglesias y los colegios privados.

 “Cada año iba creciendo la solidaridad. Las primeras tomas de iglesia contaban con el respaldo de los familiares de los que estábamos dentro de los templos. En 1973 las movilizaciones fueron enorme, y fue creciendo y creciendo”, recordó Baltodano.

Momentos de éxitos

“En su momento estas campañas tuvieron mucho éxito. Ahora no porque han sido reprimidas, ahora no permiten una protesta no se permite nada”, comparó el exmilitante conocido como Salomón.

Baltodano recuerda los momentos de éxito de las largas jornadas de protesta, ya que estas campañas navideñas era uno más de los esfuerzos que se realizaban durante el año para exigir la liberación de los reos políticos y su trato digno dentro de las cárceles.

A estas jornadas se le acredita la liberación del pintor Santos Medina en 1971, el cuál fue víctima de aterradoras torturas y las autoridades accionaron contra su familia para hacerle hablar. Su esposa fue desnudada por la Guardia frente a él. Otros privados de libertad fueron liberados junto al pintor.

Ese mismo año, Doris Tijerino, Germán Pomares, Rolando Roque, Arnulfo Orozco, Ramón Rizo, Salvador Loza y Mauricio Rosales fueron puestos en libertad debido a que “las huelgas continuaron, la dictadura tuvo que ceder”, documentó Baltodano.

Las campañas navideñas de 1973 se centraron en la demanda de libertad del ex integrante de la GN Francisco Ramírez y Efraín Northalwalton. Ese año el Comité de Madres de Presos Políticos realizó huelga de hambre en la iglesia Santa Faz, ahí pasaron Navidad y recibieron el nuevo año junto a los estudiantes que acompañaban la manifestación.

Baltodano comentó a Domingo que estas huelgas tuvieron éxito nuevamente en 1978. A consecuencia de la presión del pueblo nicaragüense, la dictadura Somocista finalizó el aislamiento de Tomás Borge y Marcio Jaén.

Quienes participaron de estas jornadas se les imposible no comparar el actuar de las dictaduras de Somoza y la de Ortega, con respecto al actuar frente a las diversas movilizaciones. Afirmaban que, aunque existía represión por parte de la Guardia Nacional, Ortega ha llevado extremos impensables de violación de derechos humanos.

Terremoto del 72

Durante la campaña navideña por la liberación de los reos políticos en 1972, los jóvenes del Movimiento Cristiano Revolucionario (MCR), realizaron un ayuno en el atrio de la antigua Catedral de Managua. Jamás imaginaron el pronto final que iba a tener su protesta.

Este ayuno inició la mañana del 22 de diciembre e iba a tener una duración de siete días. Además, esta protesta tenía como fin denunciar la precaria situación en la que se encontraba familias nicaragüenses y que se miraba mayormente visible en las épocas de celebración navideñas.

Como parte de esta jornada, se realizó un acto cultural al cual asistió el artista Carlos Mejía Godoy. Sin tener claro cómo sucedió, un acordeón apareció en las manos del cantautor y entonó por primera vez frente a un público su canción “Navidad en libertad”.

Cuando estés sentado ahí en tu mesa

donde abundará vino y caviar

piensa que en la cárcel hay hermanos

que por ti luchando están.

Ellos no tendrán este diciembre

ni relleno ni champán

pero brindarán desde sus celdas

con la copa de su ideal

“Como la censura de la época de Somoza también era feroz, no podía decir las cosas como yo quería, entonces esa estrofa solamente la cantaba en público, pero no se incorporó en el disco, porque por esa estrofa me iban a botar el proyecto. Teníamos que ser muy sutiles”, relató el artista.

Para Mejía Godoy, las líneas de su canción no han perdido vigencia en la actualidad, porque a pesar de que han transcurrido 50 años, la situación política parece haberse detenido en el tiempo debido a que las demandas por la liberación de los privados de libertad siguen existiendo.

Luego de su breve participación en el acto cultural, Mejía Godoy abandonó los alrededores de la antigua Catedral. Los jóvenes que del MCR continuaron con su protesta. Entre el grupo de aproximadamente 30 manifestantes que realizaban el ayuno se encontraban Joaquín Cuadra, Arlen Siú, Flor de María Monterrey, Mónica Baltodano, Salvador Méndez, Emilia Torrez, Fernando Cardenal y José Miguel Torres.

Durante la madrugada, cuando estaban dormidos en el atrio de la Catedral empezaron a sentir el conocido movimiento de los vaivenes que ocasionan los temblores, pero no imaginaron la magnitud del movimiento telúrico.

Dormitando y sin entender muy bien que estaba pasando, bajaron hacia la plazoleta del reciento religioso y presenciaron como Managua, la Catedral y su protesta se derrumbaban.

Los jóvenes, que en su mayoría no eran de la capital, tomaron la decisión de pasar la noche fuera de la antigua Catedral. Al amanecer descubrieron el terrible panorama que se había convertido Managua.

Los jóvenes del MCR habían anunciado a los medios que pasarían la navidad del 72 en ayuno como parte de la campaña “Navidad sin presos políticos”. /Archivo La Prensa

Dictador Ortega

Desde el año 2018, luego del inicio de la crisis sociopolítica en el país, los familiares de los privados de libertad han lanzado año con año campañas navideñas por la liberación de sus seres queridos, demanda a la cual se ha sumado la sociedad organizada.

En los últimos años estas campañas se han limitado a la virtualidad debido al alto grado de represión que la dictadura de Daniel Ortega ejecuta contra cualquier manifestación en contra de su gobierno.

Durante el contexto navideño de 2019, nueve madres de los privados de libertad iniciaron una huelga de hambre en la parroquia San Miguel Arcángel en la ciudad de Masaya, tomando ejemplo de las madres de los reos políticos de la dictadura Somocista.

Las fuerzas de choque y agentes de la Policía Nacional no tardaron en hacer presencia y rápidamente sitiaron la iglesia durante más de una semana. Las autoridades cortaron la luz, el agua y el ingreso de ayuda humanitaria fue prohibido.

Para ponerle fin a la situación crítica que estas manifestantes estaban viviendo por el desalmado actuar de la dictadura, el cardenal Leopoldo Brenes, el entonces nuncio Waldémar Stanislaw y la Cruz Roja Internacional mediaron con el gobierno.

Por quinto año consecutivo las familias de los privados de libertad siguen demandando la liberación de estos para que puedan compartir estas fechas de reunificación familiar, pero la dictadura orteguista no da muestras de ceder.

Nicaragüenses exiliados protestan frente a la embajada de Nicaragua en San José, Costa Rica, por el arresto a Monseñor Rolando Álvarez, arzobispo de la diócesis de Matagalpa/AFP.

Lea también: Valdrack Jaentschke, la “ficha” de Ortega en Costa Rica

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