Hace casi un año, el 22 de noviembre de 2021, el régimen de Daniel Ortega, a través del Ministerio de Gobernación estableció “libre visado” para todos los ciudadanos cubanos que deseen ingresar a Nicaragua, con el “fin de promover el intercambio comercial, el turismo y la relación familiar humanitaria”.
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Casi tres años antes, en enero de 2019, el régimen había flexibilizado a los ciudadanos cubanos los requisitos para viajar a Nicaragua, incluyéndolos en la “categoría migratoria B”, que permitía obtener un visado de turismo para una estadía de 30 días en Managua.
Desde entonces, Nicaragua se convirtió en un destino de compra de miles de cubanos que aprovechan las facilidades de viaje para abastecerse en Managua de mercadería escasa en la isla.
No obstante, estos flujos de compradores en el mercado Oriental ya no se observan como en años anteriores, lo que indicaría que la mayoría está utilizando a Nicaragua solo de cruce para ir tras el “sueño americano”.
Más llegada de pasajeros por el aeropuerto
Los datos que registra el Banco Central de Nicaragua (BCN) sobre transporte de pasajeros muestran que, al mes posterior del anuncio del libre visado, la cantidad de desembarcados por el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino aumentó casi en 11 mil pasajeros.
En noviembre de 2021 se registró el desembarque de 23,100 pasajeros, al mes siguiente, en diciembre, la cantidad aumentó a 33,800 pasajeros, desde marzo de 2020 no se reflejaba una cifra similar, para esa fecha arribaron 35,000 pasajeros.
Si bien es cierto, diciembre es un mes de mayores desembarques, este considerable aumento respecto a noviembre no se reflejaba desde 2017.
Para 2022 la cantidad de pasajeros que desembarcan por la terminal aérea sigue aumentando y casi se ha triplicado, hasta agosto reciente creció 176.8 por ciento en comparación con el mismo período del año pasado.
Durante estos ocho meses del año, la cantidad de pasajeros que desembarcaron totalizan 375,900. En esta misma fecha de 2021 fueron 135,800.
Entran más de los que salen
Otro elemento es la enorme diferencia en el número de los pasajeros que embarcan (salen) desde el aeropuerto internacional es mucho menor en comparación con los que desembarcan (llegan).
En otras palabras, están llegando más personas por la terminal aérea, pero son muchas menos las que vuelven a salir, lo que podría explicar la llegada masiva de cubanos que posteriormente siguen su ruta hacia Estados Unidos por tierra.
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Este comportamiento se ha disparado coincidentemente desde la liberación de los visados a los nacionales de la isla caribeña.
El año pasado, el total de desembarcados fue de 235,100, mientras que los embarcados totalizaron 231,000, una diferencia de 4,100 personas, y fue desde diciembre, luego del anuncio del libre visado, que la tendencia empezó a subir.
En noviembre de 2021, la cantidad de embarques fue de 19,300 personas y 23,100 desembarques; para diciembre los embarques crecieron en 5,200 personas, mientras que los desembarques aumentaron en 10,700, más del doble, ubicándose en 24,500 embarques y 33,800 desembarques.
Hasta agosto reciente, los datos del BCN indican que las personas embarcadas desde el aeropuerto internacional totalizan 206,400 y las que llegaron fueron 375,800, una diferencia de 169,400 personas.
Una fuente especializada en temas turísticos, bajo condición de anonimato, dijo que sería interesante conocer la cantidad de vuelos chárter (operados por empresas aéreas privadas) que llegan al país, además de las aerolíneas comerciales.
“Son varios vuelos chárter que han estado llegando de Aruba, Cuba… esos vuelos en su gran mayoría son de inmigrantes, en un porcentaje menor son los que llegan a comprar al mercado Oriental como lo vienen haciendo desde antes y se regresan con las compras”, indicó.
Y es que desde la “flexibilización” del visado en 2019, Nicaragua se convirtió en destino de interés de los cubanos para realizar compras, principalmente en el mercado más grande del país, el Oriental.
Respecto al uso de hoteles, la fuente consideró que los migrantes cubanos no hacen uso de este tipo de alojamiento. “El sector hotelero no se ha recuperado respecto a niveles a antes de la pandemia, los migrantes y los que llegan a comprar no se quedan en los hoteles, ellos mismos han armado una red de alojamientos, es parte del mismo negocio”, refirió.
“La industria hotelera no se está beneficiando con esto”, agregó.
Tampoco está claro hasta qué punto el sector de bares y restaurantes se está beneficiando del tránsito de cubanos por Nicaragua, aunque el Índice Mensual de la Actividad Económica del sector hoteles y restaurantes, divulgado por el BCN, muestra una recuperación tras varios años de caída desde el 2018 hasta 2020.
Hasta agosto de este año, el IMAE de ese sector refleja un crecimiento de 21.2 por ciento (20.9 por ciento en el acumulado enero-agosto), como resultado de una mayor oferta de dichos servicios, según el reporte oficial.
Antes de que el Gobierno adoptara la medida a favor de los cubanos, en noviembre del 2021 este sector ya mostraba una recuperación, con un crecimiento de 9.2 por ciento en promedio de ese año, mientras que en igual mes del año anterior caía 32.4 por ciento. Es decir que la recuperación de este sector no habría influido en el 2022 con el cruce de cubanos.
El pasado 31 de octubre, la empresaria turística Lucy Valenti precisamente cuestionó en su cuenta de Twitter los números del Gobierno sobre el comportamiento del sector y su supuesta recuperación, pero sin precisar cuánto de ese desempeño se debe a la oleada de migrantes de la isla.
“Sería oportuno preguntarle a Intur cuántos de 750 mil turistas que dicen han ingresado, son inmigrantes cubanos/venezolanos de paso hacia EU. Esos datos pretenden engañar. Turismo no supera +40% comparado año pandemia. Mucho peor comparado con 2017”, dijo Valenti.
Sería oportuno preguntarle a Intur cuántos de 750 mil turistas q dicen han ingresado, son inmigrantes cubanos/venezolanos de paso hacia EU. Esos datos pretenden engañar. Turismo no supera +40% comparado año pandemia. Mucho peor comparado con 2017
— Lucy Valenti (@lvalentiturismo) November 1, 2022
Las detenciones en la frontera de EE. UU.
Pero más allá del impacto del éxodo cubano en el sector turístico de Nicaragua, lo cierto es que la medida de Ortega ha desatado una crisis migratoria en las fronteras de EE. UU.
El 21 de octubre reciente, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) publicó las estadísticas del mes de septiembre, último mes del año fiscal que registra la entidad, que va de octubre del año anterior a septiembre del año siguiente.
El reporte indica que “el gran número de personas que huyen de regímenes autoritarios fallidos en Venezuela, Nicaragua y Cuba está contribuyendo a un mayor número de migrantes que intentan cruzar la frontera”.
Agrega que el número de individuos únicos encontrados en todo el país en septiembre de 2022 fue de 182,704, lo que significó un aumento del 15 por ciento en el número de encuentros únicos con respecto al mes anterior, “impulsado en gran medida por un mayor número de solicitantes de asilo que huyen de regímenes autoritarios en Venezuela, Cuba y Nicaragua”.
Explica además que, del total de encuentros únicos en septiembre de 2022, un total de 77,302 fueron de Venezuela, Cuba o Nicaragua, lo que representa el 42 por ciento y un aumento del 245 por ciento respecto a septiembre de 2021.
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La CBP aclara que los encuentros únicos incluyen personas que no se encontraron previamente en los 12 meses anteriores.
Las estadísticas de la CBP indican además que en el año fiscal 2022 el total de encuentros (detenciones) de cubanos fue de 224,607, un considerable aumento respecto a 2021 cuando totalizaron 39,303.
En el caso de los nicaragüenses, en el año fiscal 2022 totalizan 164,600, el año anterior fueron 50,722, mientras que los venezolanos suman 189,520 este año, versus 50,499 en 2021.
Asimismo, los datos muestran que las detenciones de los países del llamado Triángulo del Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras) han disminuido contrario a la de “Otro” origen y los provenientes de México.
Por otro lado, en general, las detenciones realizadas en el borde fronterizo suroeste —principal ingreso de migrantes provenientes de Centroamérica y México— se han incrementado en el último año (Ver mapa).