Bryan Soza Muñoz, de 13 años, murió el pasado 20 de septiembre por el impacto de un rayo cuando miraba videos en su teléfono celular. Vivía en la comunidad El Carao, del municipio de Siuna en la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACCN). Mientras, en el otro extremo del país, Humberto Salgado González, de 28 años, salía del hospital Alemán de Managua donde le trataron las lesiones que le provocó un rayo que le cayó mientras se protegía de la lluvia debajo de árbol.
En ambos casos se cumplió algo que para muchos es improbable. Según el Centro para el Control y la prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por su sigla en inglés), la posibilidad de que le caiga un rayo a una persona en un año es cerca de 1 en 500 mil. Aunque dependiendo de la zona geográfica donde se encuentren, el trabajo que realizan y el sexo, las posibilidades se incrementan para algunas personas.
“Los hombres tienen cinco veces más probabilidades que las mujeres de que les caiga un rayo. La mayoría de las víctimas son niños y adultos jóvenes entre 15 y 34 años que trabajan afuera o participan regularmente en actividades recreativas al aire libre. Las dos ocupaciones más comunes de las víctimas de los rayos son la construcción y los trabajos agropecuarios”, explica el CDC.
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Solo el 10% de los afectados por rayos muere
Un rayo es una enorme descarga eléctrica causada por un desequilibrio entre las cargas positivas y negativas; este desequilibrio se incrementa durante las tormentas por el choque de las partículas de lluvia, granizo o nieve. Los rayos se pueden producir entre dos nubes o entre una nube y el suelo. La gran cantidad de energía que liberan produce un resplandor lumínico conocido como relámpago y una expresión sonora que llamamos trueno.
Salgado se sumó a los millones de personas que cada año, en el mundo, sobreviven a este impacto. Mientras que Soza se sumó al 10 por ciento que según el CDC son los que mueren por esta causa. Se calcula que anualmente unas 240 mil personas en el mundo son impactadas por rayos; de ellas unas 24 mil mueren.
Con Soza ya son 8 los fallecidos por estas descargas durante la temporada lluviosa 2022, que concluye oficialmente en noviembre. La cifra es superior a los 7 muertos que según reportes periodísticos se registraron por esta causa en 2021 y a una cantidad similar reportada en 2020.
Ese incremento en las cifras confirma que en en el país cada vez son más frecuentes las historias de personas impactadas por rayos; pero este aumento no es exclusivo de Nicaragua. Según un estudio publicado por la revista National Geographic “el incremento de los rayos es una señal preocupante de la rápida aceleración actual del cambio climático”.
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Incremento de la temperatura eleva cantidad de rayos
La National Lightning Detection Network (NLDN por su sigla en inglés) determinó mediante estudios que “el número de rayos aumenta alrededor de 12 por ciento por cada grado que incrementa la temperatura global en el aire”. La organización advirtió que “si el aumento de las temperaturas continua al ritmo actual, al final del siglo XXI podríamos experimentar un 50 por ciento más de rayos que en la actualidad”.
Este incremento además de muertes eleva el riesgo de incendios. Por ejemplo, en la India, entre abril y julio de este año murieron 170 personas por el impacto de estas descargas eléctricas. Las autoridades aseguran que ahora muere más gente por los rayos que por incidentes relacionados con la lluvia. para tratar de contrarrestar dicho incremento, establecieron nuevas medidas de protección.
Aunque la cifra es alta ese no es el país donde caen más rayos. Hasta hace unos años se decía que era en África, pero en los últimos años, las imágenes de satélite le permitieron a la NASA hacer un ranking que ubica al Lago Maracaibo de Venezuela en primer lugar. Esto incluso, lo hizo merecedor de un récord Guinness como el lugar con la mayor concentración de rayos, con un promedio de 233 destellos por kilómetro cuadrado cada año.
En Nicaragua el noroccidente y el pacifico sur son las regiones donde más rayos caen. “Pero en todo el territorio pueden ser repentinas sus caídas”, dice Agustín Moreira, del Observatorio de Fenómenos Naturales (Ofena).
Así puede protegerse de los rayos
Aunque la “suerte” puede influir en que un rayo le caiga a una persona, las medidas de prevención también ayudan a evitar que eso ocurra. Las recomendaciones han evolucionado en la medida en que más personas son impactadas por estas descargas. Hasta hace unos años el CDC recomendaba no tocar los teléfonos con cable durante los tormentas eléctricas y decía que el uso de los inalámbricos y celulares era seguro.
Pero ahora Ofena y muchas otras organizaciones incluyeron los celulares y los inalámbricos en la lista de equipos electrónicos cuyo uso debe evitarse durante las tormentas eléctricas. El riego de usar celulares quedó demostrado con la muerte del adolescente en la RACCN.
Los especialistas también aconsejan no hacer contacto con el agua y permanecer lejos de las tuberías. También se deben cerrar las puertas y ventajas y alejarse de ellas.
Si está en el exterior, Moreira aconseja buscar refugio inmediatamente. Si no puede resguardarse lo indicado es agacharse sin hacer contacto con el suelo y nunca resguardarse debajo de un árbol.