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Rashad Hussain, embajador general de los Estados Unidos para la libertad religiosa internacional.

Ataques a la Iglesia católica de Nicaragua, entre los temas centrales en la Asamblea General de la ONU

Embajador general de los EE.UU. para la libertad religiosa internacional, denunció los ataques que enfrenta la Iglesia católica de Nicaragua.

El embajador general de los Estados Unidos para la libertad religiosa internacional, Rashad Hussain, denunció ante un foro internacional los ataques que enfrenta la Iglesia católica de Nicaragua, que incluyen la detención de un obispo y 11 sacerdotes, además del hostigamiento y asedio a las actividades religiosas de parte de la Policía del régimen de Daniel Ortega.

Hussain fue el primer expositor este jueves 22 de septiembre en el Foro de Libertad Religiosa en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), donde afirmó que el régimen “está socavando la libertad de culto”, pero también mencionó que “la comunidad indígena está sufriendo represión al prohibirles celebrar sus ceremonias”.

“Les pido que sean resilientes, que continúen con sus acciones para defender la libertad de culto”, dijo Hussain en su exposición.

El diplomático estadounidense manifestó su apoyo a Nicaragua y pidió a la prensa no dejar de informar sobre lo que está ocurriendo en el país, tras hacer un recorrido cronológico de los ataques a feligreses católicos, obispos, sacerdotes, templos y actividades religiosas, dejando ver el interés que existe sobre esta situación y su conocimiento sobre el mismo.

Lea además: Feligresía de Masaya celebra a su santo patrono, pese a prohibición de la Policía

En el foro también participaron abogados defensores de derechos humanos nacionales e internacionales. La abogada de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), Leyla Prado Vanegas, enumeró los casos de sacerdotes encarcelados y judicializados por delitos comunes, faltando al debido proceso, entre estos los casos de sacerdotes condenados como Manuel Salvador García, de Nandaime (Granada), sentenciado a dos años y ocho meses de prisión, y el sacerdote José Leonardo Urbina, del municipio de Boaco, condenado a 30 años de prisión.

Prado también mencionó al sacerdote Oscar Danilo Benavídez Tinoco, del municipio de Mulukukú, de la Diócesis de Siuna, y los sacerdotes detenidos junto al obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez: Ramiro Tijerino, Sadiel Eugarrios, José Díaz, los seminaristas Darvin Leyva y Melkin Sequeira.

Otros sacerdotes han tenido que salir de Nicaragua para evitar ser encarcelados, entre los casos más destacados Prado mencionó el exilio del obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, desde abril de 2019 y el padre Edwin Román, de Masaya.

Leyla Prado Vanegas, abogada de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) .

Prado destacó que Nicaragua es un país de mayoría católica, con una población de 6.5 millones de habitantes, de los cuales el 50.5 por ciento profesa la religión católica. También precisó que la Constitución Política permite la libertad de religión, así que es un deber del Estado tutelar este derecho.

“El Gobierno se está ensañando contra esos sacerdotes por ser voces, por denunciar esas violaciones de derechos humanos contra la población y esa es parte de la criminalización a la que están siendo sometidos”, dijo Prado.

Decepción por silencio del papa

Juan Carlos Arce, abogado del Colectivo de derechos humanos Nicaragua Nunca +.

Por su parte, el abogado del Colectivo de derechos humanos Nicaragua Nunca +, Juan Carlos Arce, en respuesta a una pregunta de los periodistas, expresó su decepción por la falta de pronunciamiento del papa Francisco, principal dirigente de la Iglesia católica, ante los ataques y encarcelamiento de sacerdotes nicaragüense.

“Estoy sumamente decepcionado y frustrado por lo que no ha dicho el papa y por lo que ha dicho, aunque hablan de negociaciones y cosas que de pronto no sabemos, pero yo creo que en el caso de Nicaragua hay que hablar alto y hay que hablar claro. Allí hay una responsabilidad y no estamos hablando solo de los sacerdotes, hablamos de la feligresía, hablamos de la gente que cree y que quiere ir a la iglesia y que no puede, la gente que quiere ir a las procesiones y no puede, la gente que quiere manifestarse y no puede, hablamos de todo un país. Yo creo que el papa, que es un jefe de Estado, debería de hablar como jefe de Estado”, dijo Arce.

El pasado 21 de agosto, el papa Francisco expresó su preocupación por la situación en Nicaragua y pidió “un diálogo abierto y sincero” para que “se puedan encontrar la bases para una convivencia respetuosa y pacifica”, sin embargo, no hizo ninguna mención concreta sobre la detención de sacerdotes ni sobre el hostigamiento a las actividades religiosas.

También participó en el foro sobre Nicaragua el defensor de derecho humanos internacional, Paulo Abrão, quien reiteró su cercanía con Nicaragua y su apoyo incondicional.

Política Iglesia Católica Nicaragua archivo

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