La violación de derechos humanos en Nicaragua se coló el primer día en la agenda de la Asamblea General de la ONU, que reúne en Nueva York a mandatarios de todo el mundo. El presidente izquierdista de Chile, Gabriel Boric, pidió en su discurso este martes la liberación de los presos políticos y el mandatario de Brasil, el derechista Jair Bolsonaro, criticó la persecución religiosa y ofreció llevarse a su país a los sacerdotes perseguidos por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Boric, un mandatario joven que quiere representar a una izquierda democrática, instó a los gobiernos del mundo “a comprometernos desde el multilateralismo con la justicia y la paz en todo momento y en todo lugar, a realizar las acciones que sean necesarias y no solo declaraciones y poner fin al abuso de los poderosos en cualquier lugar del mundo, a seguir trabajando para contribuir a la liberación de los presos políticos en Nicaragua”.
“Los invito a trabajar en conjunto para fortalecer la democracia en todos los espacios en cada país. Necesitamos una voz unida de América Latina, necesitamos más trabajo conjunto, necesitamos unas Naciones Unidas modernizadas en donde todos nos pongamos mismos objetivos”, añadió.
Hasta el 31 de agosto de este año, en Nicaragua se reportan al menos 205 personas privadas de libertad por razones políticas, según registros del Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas, cuyos datos son avalados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Brasil elevó ante la ONU la persecución del régimen contra la Iglesia católica
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se refirió a la persecución contra la Iglesia católica durante el debate y dijo que están dispuesto a acoger a los religiosos perseguidos por la dictadura.
“Me gustaría informar aquí de que Brasil está preparado para acoger a los curas y a las monjas católicas que habían sufrido persecución cruel por el régimen dictatorial de Nicaragua”, expresó Bolsonaro, primer orador en la sesión.
“Desde siempre he apoyado sin ambages la libertad de expresión, bajo mi administración además Brasil ha hecho esfuerzos para traer la libertad de religión al centro del programa internacional de los derechos humanos. Es fundamental que todos tengan el derecho de rezar y de practicar su orientación religiosa sin discriminación”, añadió.
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Asimismo, reiteró que “Brasil repudia cualquier persecución religiosa allá donde se produzca en el mundo”.
Desde el 2018, en el contexto de represión armada contra las protestas civiles, los sacerdotes y obispos de la Iglesia católica han sido blanco de ataques verbales y agresiones físicas de parte del régimen de Daniel Ortega, por demandar el respeto a los derechos humanos.
Actualmente, el régimen de Ortega mantiene bajo arresto domiciliario al obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, y siete sacerdotes están presos en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) conocida como el nuevo Chipote, además, dos sacerdotes han sido condenados por supuestos delitos comunes, en un contexto de ataques contra la Iglesia católica.