Este miércoles, 25 expresidentes del hemisferio americano y un expresidente de España emitieron una declaración de preocupación y rechazo por los acontecimientos en Nicaragua, particularmente las acciones de represión del régimen de Daniel Ortega contra la Iglesia católica y esperan del papa Francisco “una firme postura de defensa del pueblo nicaragüense y su libertad religiosa”.
Entre los firmantes están: Laura Chinchilla, Oscar Arias, Luis Guillermo Solís, Rafael Ángel Calderón y Miguel Ángel Rodríguez, de Costa Rica; José María Aznar, de España; Mireya Moscoso y Nicolás Ardito Barletta, de Panamá; Vicente Fox y Felipe Calderón, de México; Eduardo Frei y Sebastián Piñera, de Chile.
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Además, Iván Duque, Álvaro Uribe y Andrés Pastrana, de Colombia; Lucio Gutiérrez, Osvaldo Hurtado y Jamil Mahuad, de Ecuador; Carlos Mesa y Jorge Tuto Quiroga, de Bolivia; Federico Franco y Juan Carlos Wasmosy, de Paraguay; Julio María Sanguinetti y Luis Alberto Lacalle, de Uruguay; Alfredo Cristiani de El Salvador y Mauricio Macri, de Argentina.
La Declaración es firmada por Asdrúbal Aguiar, secretario general de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA-Democrática), un foro integrado desde 201 por ex jefes de Estado y de Gobierno que desde la sociedad civil observa y analiza los procesos y experiencias democráticos iberoamericanos.
Los 26 exmandatarios hacen referencia en la Declaración al cierre de la Academia Nicaragüense de la Lengua, a finales de mayo, luego que la Asamblea Nacional, controlada por el partido del régimen, le suspendió la personería jurídica.
Asimismo comparan las acciones del régimen de quemar iglesias y destruir imágenes de culto católico con la represión del régimen nazi en Alemania.
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“Nos preocupa, por lo demás, que la quema de iglesias y la salvaje destrucción de las imágenes del culto católico, avanza en una línea de destrucción de bases sociales y antropológicas que mejor recuerda la quema de libros judíos, socialistas y pacifistas y de bibliotecas enteras por los partidarios del régimen nacional socialista alemán en 1933”, señala el documento.
Y concluye haciendo un llamado a la opinión pública de Iberoamérica, a las diferentes religiones y al papa Francisco. “Exhortamos, pues, a la opinión pública de nuestros países a mantener una respuesta comprometida con el rechazo de este morbo que amenaza la paz; instamos a las distintas confesiones religiosas a expresar su igual censura; y, en lo particular, dado lo que acontece bajo la dictadura Ortega-Murillo, esperamos de una firme postura de defensa del pueblo nicaragüense y su libertad religiosa por S.S. Francisco, cabeza de la Iglesia católica universal”.